|PRIMERA PARTE|

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Ptósi tis Vasílissas.

Roma, Italia.
31 de diciembre 2023.

Marcus Miller.

El auto transita por las calles de Roma mientras yo veo a las personas caminar por las calles, listas para esperar año nuevo. Sin embargo, yo me dirijo hacia una de las orquestadoras de una guerra sin precedentes, donde no solo las armas tendrán protagonismo, sino también la política y la moral.

Esmerald Restaurant es uno de los restaurantes más importantes de la ciudad, siendo un lugar de élite totalmente privado. El alto edificio está cubierto de vidrios polarizados, para preservar la privacidad de sus clientes, una vez el auto se detiene en la entrada inmediatamente el valet parking abre la puerta para mí.

El suave viento despeina mi cabello rubio y la recepcionista al verme inmediatamente hace una breve llamada, segundos después una asistente aparece con una suave sonrisa.

- Buonasera signor Miller. È un piacere averti nuovamente nelle nostre strutture, il tuo ospite ti sta aspettando, seguimi. - Pide suavemente.

Asiento en reconocimiento y sigo sus pasos dentro del edificio, los candelabros con luces amarillas decoran el lugar, los meseros se mueven con gracia a través de las mesas donde algunas familias charlan, sin embargo, soy conducido hacia una puerta a la izquierda de la escalera de caracol que conduce al segundo del restaurante.

Caminamos por el largo pasillo y ella se detiene justo al lado del ascensor, haciendo un gesto permite que me adentré primero para luego marcar el tercer piso, los segundos transcurren y con el suave pitido las puertas metálicas se abren, y luego me conduce hacia una de las estancias circulares privadas.

En este piso se llevan a cabo reuniones de élite, se encuentran mafiosos, políticos y militares, los apartados simplemente disponen de una llave electrónica que disponen los empleados del lugar.

La peculiaridad de este lugar es que los empleados son sordos, mudos y ciegos. Con un contrato de confidencialidad que el incumplimiento equivale a una multa de millones de libras esterlinas. En este trabajo solo puedes ser ascendido, más no despedido, los secretos que se guardan en estas paredes son tan importantes y oscuros que no pueden ser revelados.

A menos que se desee una crisis internacional.

Una vez me encuentro delante de la puerta del apartado, la empleada pone su tarjeta especial y se aparta para dejarme ingresar.

La mujer dentro de la estancia sonríe al verme, sus labios rojos con una sonrisa llena de malicia y sus ojos azules brillando con diversión.

- Oh piccolo Marcus, ¡pensavo che non saresti più venuto! - Exclama con felicidad.

- Por favor, detente, tú falsedad me asquea - Contestó con irritación.

- Juntarte tanto con Jaciel te está afectando, piccolo.

- ¿Para qué querías verme? - Cuestiono en cambio, sin caer en sus provocaciones - Nunca me llamas precisamente para una cena de cortesía, y verdaderamente debes estar loca para estar en este territorio.

- ¡Per favore, Marcus! - Dice rodando los ojos - Si en más de una década no han visto mis idas y venidas mucho menos ahora.

- Aún no contestas mi pregunta.

- Probablemente Anya aún no te haya informado, pero, ya nuestros conejillos de indias han resistido seis meses ¿Algo qué informar sobre los Lacroix? - Pregunta con expectación.

Niego despacio - Tengo meses sin comunicarme con Jaciel.

Mentiroso, si eso soy. Porqué, aunque quiero el poder también la deseo a ella. Un amor retorcido que nació de mi pequeña obsesión desde aquella tarde en Grecia. Podría ser uno de sus principales carcelarios, pero jamás uno de sus ejecutores.

Aún me queda un poco de lealtad.

- Bueno, eso no importa, después de todo, ella puede hacer cuanto desee y jamás podrá prever mis movimientos. - Afirma con seguridad.

El error de los cazadores que antes fueron presas es subestimar a quienes nacieron cazando, porque poseen una habilidad innata que nunca se podría igualar. Porqué tal vez la presa resulte ser el cazador, y el cazador el bocadillo de su presa.

Esclava: Princesa de Diamantes (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora