8

188 28 2
                                    

Nelly

Bajo las escaleras de la casa de mis padres frotando mis ojos. Estoy muy cansada, me había acostado tarde luego de que mis hermanos y primos no me dejaron dormir bien.

Claro, como ellos no deben ir a la academia hoy, podían jugar hasta tarde, pero yo sí tengo trabajo. A demás, cuando al fin se durmieron fue en mi cama, y Milenka patea mientras duerme.

Mi tío Christopher está de viaje de trabajo con su esposa, y mamá se ofreció a cuidar a mis primos mellizos mientras están lejos. Aprovechando eso, yo me vine estos días con ellos para estar junto con los seis pequeños terremotos de la familia.

—Buenos días. —saludo a mamá, quien está sentada en la mesa del comedor tomando té, me imagino.

Es lo único que bebe, odia el café.

—Hola, mi amor. —murmura dándome una corta mirada— ¿Dormiste bien?

—Algo, tus hijos y sobrinos son molestos.

Ríe por lo que digo. Paso por detrás de ella dándole un beso en la mejilla para luego sentarme en la silla a su lado. Kiara, la chica del servicio deja una taza de café y un plato de desayuno frente a mi.

—¿Y papá?

—Se fue muy temprano.

Asiento. Sí me dijo que iba a irse muy temprano y que si quería ir con él tenía que levantarme muchísimo más temprano que siempre. Pero por esos seis que ahora duermen muy tranquilios en mi cama no fue posible.

—En la noche saldré con Ania. ¿Quieres ir?

—Mmm, no, tengo cosas que hacer.

—¿Cosas ilegales? —murmura como si nada.

La volteo a ver muy lentamente, ella no me mira, mantiene su vista en unos papeles que hasta ahora me doy cuenta que tiene sobre la mesa.

—¿Eh? Yo no hago esas cosas.

—Tú padre ya me dijo. —me da una corta mirada seria— No dijo que hicieras cosas ilegales, sólo dijo que estaba preocupado por ti por varias cosas que estabas haciendo, no especificó cuáles. Pero no soy idiota, sé en qué estás metida.

Me preparo para recibir un gran sermón de su parte, un grito o regaño. Pero jamás llega. Sólo se termina su té y se levanta de la silla.

—¿No me dirás nada? —la miro confundida.

—El de los sermones es Dominick. —suspira— Solo espero que seas lo suficientemente inteligente para saber con quien meterte y con quien no.

—No estoy haciendo nada malo, mamá.

—Como no. —levanta una ceja— Es en serio, Nelly, no te metas en algo que te haga daño, no necesito que me llamen diciendo que mi hija murió por estúpida.

Es su forma rara de decirme que está preocupada por mi. En DestinyLandia eso tiene sentido, y yo ya aprendí a descifrar los códigos con mamá.

—Todo estará bien.

—Eso espero. —pasa su mano por mi mejilla antes de salir del comedor— Desayuna, no quiero que llegues tarde a la central.

Le doy un sonrisa aunque ella no lo ve, ya que se va a su estudio.

La relación con mi madre ha mejorado mucho en estos años. No diré que es la madre más cariñosa del mundo, pero hace su intento. Y tiene sus momentos.

Siempre he entendido las razones del comportamiento de mi madre hace años, claro, no es algo que tampoco le pueda justificar ya que yo sólo era una niña que no sabía nada, pero sí la llego a entender.

R E V E N G EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora