✿Mi Pequeño Conejo✿ | TK

11

Traición.

Era pleno verano, y el calor sofocante parecía pesar en el aire como un presagio de lo que estaba por venir. Taehyung y Sung-min acababan de cumplir 14 años. Para cualquiera que los viera, seguían siendo los mismos chicos que corrían al río y subían al árbol grande. Pero algo, sutil al principio, había empezado a cambiar, especialmente en Taehyung.

Desde que cumplió 14, Taehyung había comenzado a mostrar características que lo acercaban cada vez más a su padre. Ya no era solo el chico despreocupado que hacía bromas con Sung-min. Había una nueva ambición en él, algo oscuro que Sung-min no reconocía del todo, pero que lo inquietaba profundamente.

Ese verano, todo empezó con una chica. Layla, la novia del hermano de Sung-min llamado Dylan, era una joven atractiva, mayor que Taehyung, con una personalidad encantadora que capturaba la atención de todos. Layla y Dylan llevaban juntos un par de años, y aunque Sung-min no se involucraba mucho en sus asuntos, sabía que su hermano estaba completamente enamorado de ella.

Un día, Taehyung comenzó a mostrar interés por la omega Layla de una manera que Sung-min nunca había visto antes. Taehyung era inteligente, y sabía cómo manipular a la gente, un talento que parecía haber heredado de su padre sin siquiera darse cuenta. En cada encuentro, Taehyung se mostraba más atento con ella. Empezaba con pequeños detalles: sonrisas que duraban más de lo necesario, halagos sutiles que parecían salir de la nada. Layla se reía, al principio sin darle importancia, pero Taehyung sabía lo que hacía.

La estrategia de Taehyung para conquistarla fue simple, pero efectiva. Siempre encontraba la manera de estar cerca de ella, ya fuera en reuniones familiares o encuentros casuales. Comenzaba comentando lo bien que se veía, lo interesante que era hablar con ella, lo mucho que la admiraba por ser tan diferente de las otras chicas de su edad. Poco a poco, construyó una barrera invisible entre Layla y el hermano de Sung-min, haciéndola sentir que él, y no su novio, la entendía mejor.

— No sé cómo lo haces, Tae, pero cada vez que estoy contigo, todo parece tan fácil —le confesó Layla una tarde, mientras caminaban juntos, separados del resto del grupo.

El alfa sonrió, satisfecho con su progreso.

— Es porque soy sincero contigo, Layla, y creo que eso es lo que necesitas. Alguien que te vea de verdad.

Esa era la clave. Taehyung sabía qué decir y cómo decirlo para que ella empezara a cuestionar su relación con Dylan. En poco tiempo, lo que comenzó como un coqueteo se transformó en algo más profundo.

Una tarde, mientras Sung-min estaba ocupado en casa, Layla se encontró a solas con Taehyung. Habían salido a caminar y, sin que ninguno de los dos se diera cuenta, terminaron junto al río donde solían ir Sung-min y Taehyung.

— Tú no eres como los demás chicos, Tae, —dijo Layla, mirándolo con algo más que simpatía—. Eres especial.

Taehyung sonrió, sabiendo que la había conquistado completamente. Sin pensarlo mucho, se acercó a ella y, con un gesto suave, la tomó de la mano. El contacto fue suficiente para que ambos entendieran lo que estaba pasando. Layla no apartó la mano, y en ese momento, el lazo que unía a Taehyung y Sung-min comenzó a desmoronarse.

Unos días después, Dylan los encontró juntos. Al principio, no quería creerlo, pero la realidad era evidente. Cuando confrontó a Layla, ella le confesó que había empezado a sentir algo por Taehyung.

La noticia llegó rápidamente a Sung-min. Dylan, furioso y dolido, fue directamente a contarle lo que había sucedido. Sung-min se quedó en silencio al principio, incapaz de procesar lo que escuchaba. La traición le caló hondo, no solo porque Taehyung había roto el código no escrito de la amistad, sino porque esto marcaba el principio de algo mucho más oscuro.