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El pasado.

— ¡Taehyung! -Corre abrazar a su amigo.

- ¡Sung-min! -le corresponde el abrazo.

Ambos se abrazan fuertemente.

- ¡Te extrañé tanto! -exclamó Sung-min, separándose un poco para ver el rostro de Taehyung.

- ¡Yo también! -respondió Taehyung con una sonrisa amplia. Sus ojos brillaban con la energía de la juventud.

- ¿Qué hacemos hoy? -preguntó Sung-min emocionado, soltándolo finalmente-. ¿Vamos al río o subimos al árbol grande?

- ¡Al río! -Taehyung levantó los brazos, entusiasmado-. Siempre encuentro piedras geniales ahí, y podemos hacer carreras de quién las lanza más lejos.

Caminaban lado a lado, riéndose de bromas tontas que solo ellos entendían. Pasaban las tardes explorando, creando juegos y compartiendo secretos que, en su mundo de 13 años, parecían los más grandes misterios.

- ¿Sabes? -comenzó Sung-min, bajando un poco la voz-. Un día seremos los reyes de este lugar. Nadie se interpondrá en nuestro camino.

- ¡Eso suena genial! -rió Taehyung-. Pero entonces, ¿qué haremos cuando seamos reyes?

- Lo que queramos -contestó Sung-min con una sonrisa traviesa-. Nadie nos podrá decir nada.

Taehyung asintió, dejándose llevar por las fantasías que su mejor amigo creaba. En ese momento, no había nada más importante que sus sueños compartidos.

El río estaba más tranquilo que de costumbre, pero eso no les importaba. Taehyung y Sung-min se agacharon cerca de la orilla, buscando las mejores piedras para lanzar.

- ¡Mira esta! -exclamó Taehyung, sosteniendo una piedra plana y lisa-. Esta es perfecta para saltar sobre el agua.

- No me ganarás esta vez -respondió Sung-min, recogiendo una de tamaño similar. Sus ojos brillaban con el reto, pero también con la confianza de alguien que ya había ganado muchas veces antes.

Se turnaron para lanzar las piedras, contando cuántos saltos lograba cada una sobre el agua. Después de varias rondas, Sung-min ganó, como siempre.

- ¡Lo sabía! -gritó victorioso, levantando ambos brazos en el aire-. ¡Soy el campeón de los lanzamientos!

Taehyung le lanzó una mirada fingida de disgusto antes de reírse.

- ¡Solo porque tuve mala suerte hoy! Mañana te ganaré.

Sung-min sonrió, pero luego su expresión se tornó un poco más seria mientras observaba el agua fluir. Se sentó en una roca cercana, invitando a Taehyung a unirse a su lado.

- Tae, ¿te has dado cuenta de cómo cambian las cosas? -preguntó de repente, con los ojos fijos en el horizonte.

Taehyung se sentó junto a él, confundido.

- ¿Cambian? ¿A qué te refieres?

Sung-min recogió una pequeña rama y comenzó a dibujar círculos en la arena húmeda.

- A nosotros. A todo en general -dijo, sin levantar la vista-. Ahora solo somos dos chicos jugando en el río, pero... sé que no siempre será así. Un día, todo será diferente.

- No lo será -Taehyung frunció el ceño, no queriendo pensar en esas cosas-. Siempre seremos amigos. Siempre vendremos aquí.

Sung-min lo miró con una sonrisa triste.

✿Mi Pequeño Conejo✿ | TKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora