𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 10

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𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 10
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Peón

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Con un pestañeo lento mi visión poco a poco se volvía más nítida.

Había despertado en el suelo, mi cara reposaba el duro piso, el aire era gélido, la baja temperatura había penetrado en todos los músculos de mi cuerpo.

Logrando recobrar algo de sentido, me concentré en mi alrededor. El sitio era cerrado, solo una vela alumbrada la celda.

Mirando mis muñecas y tobillos detalle que estaban esposadas.

Debían tener algún tipo de mecanismo para obstruir el chakra. Eran muy pesadas.

Me fui levantando poco a poco, apoyé mi espalda en la pared, el frío que transmitía esta me provocó una escalofrío, estirando mis piernas, logré sentirme más cómoda.

La sensación de opresión en mi cuello me tenía sofocada. Acerque mi mano hacia mí cuello lo más que pude.

    —ARGG!!— una fuerte corriente de electricidad cargada de voltaje recorrió mis nervios en un tiempo tortuosamente lento.

Mi cabeza golpeó la pared, el aturdimiento me hizo saber que me había golpeado muy fuerte, sin más apoyé la cabeza en la pared tratando de recobrar aliento.

La puerta se abrió en un movimiento brusco.

Moví la cabeza en dirección al punto de origen de la luz. Kabuto estaba parado en la puerta con una vela en la mano.

    —Florecilla!, al fin despiertas

Sakura se estremeció ante el tono despectivo del Yakushi, ocultando toda señal de miedo lo miró con gallardía a los ojos, Kabuto dejó la vela en un espacio elevado.

    —Creí por un momento que habías muerto

Acercándose a la joven kunoichi sus ojos brillaron con una intensión que Sakura no pudo distinguir.

    —Que bueno que no

Su rostro chocó contra el arisco suelo debido al golpe a puño que le proporcionó el Yakushi.

Sin darle tiempo de reaccionar Kabuto jalo de su melena levantado su rostro hacia él, Sakura escupió en su rostro con rabia.

El hombre del coraje golpeó su rostro contra el suelo repetidas ocasiones.

Las uñas de la niña arañaban todo su brazo, la sangre le hervía por todo su cuerpo, su relación de socios con Orochimaru colgaba de un fino hilo solo por esa mocosa, no podía matarla pero tenía permiso de hacerle cualquier cosa, ya era hora de enseñarle modales a la dulce y tierna Florecilla.

Esa boca imprudente se la iba a coser para que no volviera a abrirla para decir incoherencias.

La sangre se escurría en la cara de la pequeña de una forma que como médico era alarmante.

El impacto llegó a un punto donde la chiquilla había quedado completamente noqueada. Kabuto introdujo dos dedos en su boca, inmediatamente la ojiverde expulsó la sangre acumulada en su garganta.

    —Eso fue ingenioso, usar tus brazos como escudo sobre tu rostro, bien hecho Florecilla, ahora—

Soltando su cabello, Sakura cayó al suelo sin fuerza.

    —Creí que éramos amigos, mira que desaparecer por cinco días es muy desconsiderado de tu parte, te das cuenta de lo preocupados que estábamos?

𝕌𝕟𝕒 𝕊𝕒𝕜𝕦𝕣𝕒 𝔻𝕚𝕗𝕖𝕣𝕖𝕟𝕥𝕖「Sʜɪᴘᴘᴜᴅᴇɴ」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora