𝑷𝒓𝒐𝒎𝒊𝒔𝒆 [ 𝑴𝒊𝒄𝒉𝒂𝒆𝒏𝒈 ]

1.

Chaeyoung no diría que Mina es una mala alfa.

Si, Mina podía salir muy temprano a trabajar y regresar en la noche muy cansada para hablar con su esposa. Ambas podían dirigirse en todo el día un simple "Buenos días" y "Buenas noches".

Podían llevar dos meses casadas sin pasar una noche juntas y apenas dirigirse la palabra.

Pero Mina no era una mala alfa, eso Chaeyoung lo sabía.

Mina y Chaeyoung se vieron tres veces antes de casarse.

La primera fue cuando los padres de ambas las presentaron para saber quién sería su futura esposa. La segunda cuando tenían que medir sus anillos de boda entre otros conjuntos que ocupaban. Y la tercera, cuando ensayaron sus votos.

"Yo, Myoui Mina. Te acepto a ti, Son Chaeyoung como mi esposa y omega. Prometo amarte y respetarte el resto de mis días". Esas palabras seguían frescas en la mente de la joven y sólo en espera de ser cumplidas.

Antes de conocer a la japonesa, a Son le habían dicho que su futura alfa era "diferente" Mina no era capaz de emanar feromonas ni tampoco un olor tan imponente cómo el resto de los alfas, de echo se había identificado como tal hasta los 18 años. Sin embargo Chae estaba bien con eso, sabía que sus padres habían escogido a la mejor alfa para su omega.

El contraste entre ambas era evidente. Chaeyoung era una omega con un aura dulce y amable. Poseía un cabello rubio y corto al igual que su estatura, era delgada y con una figura que denotaba delicadeza. Todo era digno de una omega en Son Chaeyoung.

Sin embargo, Mina era todo lo contrario. Aunque poseía un aura más dura junto con un carácter rígido, muchos ponían en duda la verdad de su casta, pues al no poseer feromonas ni una voz de mando significante muchos podían confundirla con una simple beta, cosa que antes de presentarse, todos creían que pertenecía a dicha casta. Si bien cuando se presentó como alfa, el aumento en su estatura ayudo, seguía sin ser "una alfa", o al menos así se veía la misma Myoui Mina.

🐧

Cuando la puerta fue abierta, fue la señal para Chaeyoung de saber que la contraria se encontraba de regreso.

- Buenas noches, Chaeyoung. Ya llegué. - Dijo con el mismo tono monótono.

- Buenas noches, Mina. Seguro tienes hambre, déjame cocinar algo. - Dijo tratando de sonar un poco animada.

Mina se removió algo incomoda. - No es necesario, comí un sándwich con Nayeon antes de venir. Estoy cansada, creo que me iré a...

- Pero un Sándwich no es nada. - Interrumpió. - Déjame cocinar algo, podríamos cenar juntas.

Mina iba a protestar, pero ahí estaba, la mirada de esa omega con ojos de cachorro. - Está bien. Me iré a cambiar y podemos cenar.

Chaeyoung soltó una risita divertida. - Dime qué te gusta. Lo que sea, lo haré.

Por qué aunque llevarán dos meses juntas, Chaeyoung no tenía idea de los gustos de Mina.

La japonesa se encogió de hombros pensativa. - No tengo mucha hambre, pero supongo que un gimbap de jamón.

-Enseguida.- Dijo antes de correr a la cocina.

Cuarenta y cinco minutos después y las dos estaban sentadas disfrutando de la cena que la omega había preparado. Una sentada a cada extremo del comedor.

-¿Y cómo fue tu día? ¿Hay algo importante en la empresa?. - Preguntó la menor.

La alfa se encogió de hombros. - Normal.