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Mina seguía observando su pluma con dedicación mientras pensaba en lo tonta que había sido por no haberle regalado algo a Chaeyoung por sus dos meses de matrimonio.

¿Pero que sentido tenía?  No eran un matrimonio de verdad,  no había amor. Todo estaba vacío, un regalo no significaba nada,  no quería que Chaeyoung confundiera las cosas.

–¿Debería poner un poco de loción  o lo dejo con mi olor natural?. – Preguntó una joven con dientes de conejo frente al espejo de mano. – Pondré sólo un poco.

Nayeon era una de las mejores amigas de Mina, al igual que ella Nayeon se había presentado un poco tarde como alfa, pero caso contrario al suyo Nayeon había despertado a su loba con todo lo que una alfa implicaba, las feromonas, aspecto e incluso su voz de alfa. Mina intuía que el ser una alfa pura había ayudado, simplemente Mina se consideraba un desperfecto.

No tenía nada que la pudiera distinguir como alfa, era sólo chiste ¿Por qué no pudo haber seguido en su etapa de beta?

Con aburrimiento, contestó la pregunta de su amiga. – ¿En serio tenías que enamorarte de esa omega? Nayeon, Jihyo ya tiene una alfa.

La alfa se volteo a verla con una sonrisa orgullosa. – Te equívocas, Mina. Jeongyeon aún no es la alfa de Jihyo y no simplemente me enamoré de Jihyo, ella es mi predestinada. Mi alma gemela, estoy segura que si hablo con Jeongyeon ella va a entender.

Nayeon había conocido a Jihyo hace poco más de un mes, cuando la joven había asistido a la empresa para poder entrevistar a la alfa, en cuanto Nayeon detectó el aroma de la omega, la alfa entró en celo, tuvo que pedirle a Jihyo posponer la entrevista y Mina tuvo que llevarla a su departamento, que se encontraba en el mismo edificio que el de ella y Chaeyoung. Ese día Mina tuvo que encerrar con llave a Nayeon para que no saliera su departamento en busca de Jihyo y marcarla. Al ser una alfa pura, siempre le había sido difícil controlar sus instintos.

Nayeon quería hacer las cosas bien, convencida de que Jihyo era su predestinada, la estuvo rondando todas estas semanas buscando el cortejo para que así aceptará ser su omega. Sin embargo, fue el turno de Jihyo para ser sincera con la mayor y decirle que ya había una alfa pidiendo su cortejo.

¿El problema? Jihyo y Jeongyeon habían entrado en celo mutuamente el día en que se conocieron. Eso hace ya cuatro meses.

Se dice normalmente que cuando un lobo encuentra a su alma gemela, va entrar en una ola de calor muy intensa.  Aunque aquello solía ser bastante problemático varías veces ya que muchos alfas no resisitian la ola de calor y terminaban marcando al omega.

Nayeon seguía arreglando su cabello frente al espejo. –Sería lindo que cuando Jihyo acepte ser mi omega, las cuatro saliéramos en una cita doble.

Mina rodó los ojos. – Chae no es mi omega.

Nayeon suspiró. – Mina, las dos aceptaron casarse, viven juntas y comparten su tiempo.  Es obvio que sus lobas se quieren.

La alfa resoplo. –¿En serio Nayeon? Eso no significa que mi alfa quiera a Chaeyoung, ni siquiera creo hacerlo yo.

Nayeon le miró con una sonrisa incrédula. – Oh vamos, Chae es muy linda. Se ve que es muy agradable y fea no es. Además, dijiste que se estaba empeñando mucho en ser una buena compañera contigo. ¿Que tendría de malo?

Mina suspiro. – Si, ella es muy bonita pero no le gusto, sólo hace esas cosas porque se lo enseñaron para "ser una omega buena", no por qué me ame. Aparte, mis feromonas...

Nayeon rodó los ojos.– Un alfa es más que feromonas, Mina. Mírame, soy bonita, inteligente, educada rica y carismática, estoy segura que mi olor es solo una de las tantas cosas interesantes de mí. – Dijo con orgullo. – Ya que tienen que vivir juntas, ¿Por qué no al menos  intentarlo? Pídele que te dejé cortejarla, estoy segura que esa pequeña estará feliz.

Mina iba a protestar, pero la puerta fue abierta por la secretaria de Nayeon.

–¿Señorita Im? La señorita Park y su acompañante ya están esperando en el lobby.

Nayeon sonrió. – Diles que pasen. – Lo siento Mina, pero hay asuntos que debo atender. – Mencionó acomodando su falda  por milésima vez en el día.

– Enserio hablaras con esa alfa ¿Así de sencillo?. – Preguntó.

Nayeon sonrió. – Así es, prometí a Jihyo hacerlo sencillo. Además, soy una alfa pura ¿Recuerdas? Seguramente sólo bastará que le gruña y saldrá corriendo.

Mina dudo de aquello, si Nayeon era una alfa pura, pero esa tal Jeongyeon no dejaba de ser un alfa, seguramente no será fácil lidiar con la posesividad de uno.

Claro que Mina no lo sabía. Su loba no aullaba por ninguna omega ni tenía el deseo de poseer a ninguna, era como si simplemente estuviera muerta.

Mina empezó a recoger su maletín con sus pertenencias.– Cómo sea, espero que todo entre ustedes salga bien. Ojalá Jihyo acepte tu cortejo.

Nayeon volvió a sonreír. – Claro que lo hará. Soy Im Nayeon. Cualquier omega mataría por tenerme.

A veces envidiaba un tanto el ego de su amiga.

Mina miró la hora, ya eran casi las 7. Tendría que irse ahora sí quería llegar a tiempo a su departamento.

– Tengo que irme, Nayeon. Ojalá ninguna de las dos muera. – Dijo con sarcasmo.

Nayeon no quitaba su mirada del espejo– Si, si. Tu omega te está esperando, corre.

– Chaeyoung no es mi omega. – Reprendió.

–Si, si. – Restó importancia mientras veía la figura de la japonesa desvanecerse.

🐧

2:30 a.m

Varias horas más tarde, cuando Mina y Chaeyoung ya estaban más que dormidas, la alfa recibió una llamada La cuál despertó a ambas chicas de su sueño profundo. Chaeyoung gruñendo internamente por haber interrumpido el momento junto a su alfa.

"Mía" gruño...

Mina revisó su teléfono viendo el nombre de su amiga sobresaliendo en la pantalla.

Con pequeños tambaleos a causa del sueño, Mina se posicionó en el marco de la puerta. – Nayeon ¿Tienes idea de que hora es? Más te vale que sea importante.

La jadeante voz al otro lado de la línea se hizo presente. –Mina... Tienes que ayudarme, estoy en celo.





𝑷𝒓𝒐𝒎𝒊𝒔𝒆 [ 𝑴𝒊𝒄𝒉𝒂𝒆𝒏𝒈 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora