Capítulo 9

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El rostro de Rosé parecía aún más hermoso cuando dormía, su largo cabello claro desparramado en la almohada y su espalda.

La mirada de JaeHyun viajó por su espalda desnuda hacia sus pálidas nalgas sin defectos y sus largas piernas.

Se veía tranquila, un aire de satisfacción sobre ella luego del sexo.

Él debería sentirse igualmente satisfecho. Pero no lo estaba.

- Vamos a pretender que nunca ocurrió - las palabras de Taennie resonaban en su mente - Olvidémonos de esto.

Los labios de JaeHyun se contrajeron. Como si fuera probable que se olvidara de Taennie volviéndose un estremecido desastre de deseo sobre su regazo. La fuerza pura de ese deseo, esa necesidad, había sido asombrosa. Había parecido incluso doloroso. Pese a haber sabido por semanas que Taennie lo quería de ese modo, estaba el saber, y luego estaba el saber. Saber racionalmente que Taennie lo deseaba era una cosa; habiendo visto la cara enrojecida, eufórica de Taennie después de correrse, después de que él lo había hecho correrse era completamente otra.

No sabía por qué no podía dejar de pensar en ello. No sabía por qué estaba francamente obsesionando con ello. Había hecho a un sinnúmero de mujeres correrse. Pero Taennie... ver esa mirada en la cara de Taennie lo golpeó de forma inesperada. Lo hacía sentirse incómodo, porque era algo increíblemente privado, algo que sólo se suponía que vieran los amantes, pero al mismo tiempo... le había gustado. Le había jodidamente gustado. Esa mirada obnubilada en el rostro de Taennie presionó algunos botones extraños, retorcidos, profundamente enterrados en él que ni siquiera había sabido que tenía. Tal vez le había gustado porque fue tan increíblemente íntimo. JaeHyun sabía que era un egoísta bastardo cuando se trataba de Taennie: siempre quería saber todo de él, cada uno de sus pensamientos y cada emoción.

Eso aún no explicaba por qué todavía estaba pensando en ello mientras que estaba en la cama con la mujer que amaba.

Suspirando, JaeHyun estiró la espalda y cerró los ojos.

No fue como si repentinamente notara a Taennie de ese modo. No lo fue. Aunque nunca se lo admitiría a Taennie, JaeHyun se había sentido un poco pervertido cuando masturbó a Taennie. Se sintió como si estuviera tocando la polla de su gemelo. Pero la apariencia de felicidad pura y placer en el rostro de Taennie... JaeHyun no podía sacárselo de la mente, sin importar cuánto lo intentara.

Con una chingada.

JaeHyun se frotó la cara. Sólo podía desear que lo que pasó ayer no volviera las cosas tensas entre ellos, más tensas de lo que ya estaban. Porque al fin del día, aún no hallaba una solución para el problema de Taennie. En todo caso, el incidente había hecho evidente lo desesperado de la situación.

Suspiró.

Junto a él, Rosé se movió un poco.

- ¿Por qué no estás dormido? - murmuró, poniéndole su mano en el pecho.

- No puedo dormir - dijo, sin abrir los ojos - ¿Sabes cómo es eso, cuando estás preocupado por algo, y te es imposible apagar el cerebro?

- ¿Es por Taeyong?

JaeHyun abrió los ojos.

La encontró mirándolo, enroscando distraídamente un mechón de pelo rojo alrededor de su dedo. Era un tono más oscuro que el de Taennie.

- ¿Cómo lo supiste?

- Sé que no tienes problemas en el trabajo y nosotros estamos bien, por lo que sólo quedaba Taeyong - Rosé lo miró con curiosidad - No lo he visto por un tiempo, de hecho. Últimamente no me llevas contigo cuando se juntan.

spc - JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora