El peso del poder, la sangre y el destino (Gojoxoc)

capítulo 6

Los personajes de esta obra pertenecen a Gege Akutami, a excepción de Lea y otros más, que yo invente. Esta historia es sin fines de lucro, tiene como propósito entretener, sobretodo a la propia autora.

^^^^^^

Por inercia Lea intentó quitárselo pero volvió a recibir una descarga, aunque no fue tan fuerte como la primer descarga que recibió.

-Veo que no lo conoces, bien te contaré su historia para mejorar su efectividad. Los Kazehaya siempre fueron admiradores del poder, nuestro clan surgió en la misma época en la que existió Ryomen Sukuna por lo que pudieron conocer lo que era el verdadera fuerza, no se dejaron impresionar por el poder de ningún clan, hasta que conocieron a los Gojo. Todo el clan quedó enamorado de semejante poder y les entregaron todo por obtener su amistad, sus armas, su conocimiento y su lealtad. Tal era el deseo de cariño por parte de los Kazehaya, que decidieron crear un obsequio único que probaría su lealtad a los Gojo- Akane se lamió sus labios ansiosa por soltar la información -"el collar de obediencía absoluta", el collar sirve para someter a quien lo porta, volviendo inútil el Kokoro no Kisei y haciendo que obedezcas las órdenes del Gojo que te lo colocó-.

Aquel hechicero que le colocó el collar se hizo presente, alto de cabello castaño, la miraba con el más puro desdén -mucho gusto, soy Gojo Kenji- Lea lo miró con una expresión muerta.

-¿Por qué?- Todo lo que le estaba pasando era horrible y no entendía el porqué.

-Tu clan juró lealtad absoluta a nosotros. Pero tal parece que sus juramentos no valen nada- para Kenji esa joven era la peor desgracia que podían haber atravesado -No solo nos mintieron diciendo que tú eras la hija de Taro con sangre supuestamente Alemana, sino que te atreviste a juntarte con nuestro perfecto heredero. Una bastarda de sangre impura y sucia como tú, nunca debió ser amiga de él- el asco que sentían al verla caminar junto con Satoru era tal, que incluso llegaron a rezar por su muerte.

Lea miró mal a Akane al parecer era la opción número uno que había propuesto Taro -Así que por eso fuiste al clan Gojo, para contarles el chisme, ¿no tienes nada mejor que hacer?-.

-Te equivocas yo no fui a decirles eso, ellos mismos me contactaron, para preguntar si era cierto lo que les reveló su heredero sobre ti- Lea abrió los ojos.

-Mientes- acusó Lea, era imposible que Satoru la haya traicionado.

-No miento, deberías preguntarle tu misma- Akane extendió un teléfono hacía Lea -pero si resulta ser verdad, quiero que lo insultes, que lo agredas de tal forma que jamás puedan volver a ser amigos, después de todo ustedes nunca debieron ser amigos- el trato con los Gojo que tenía Akane, era que debía romper la amistad de Satoru y Lea.

-No haré eso- solo era un vil truco por parte de Akane y ella no iba a caer.

--Como quieras- Akane y sus seguidores se marcharon dejando a Lea sola, al tocar los barrotes de la celda automáticamente recibía una descarga, no podía utilizar su ritual, estaba completamente indefensa.

Lea fue dejada en esa celda un día y medio, sin comida y sin agua, la única compañía que tenía era de las ratas, que volvieron ese horrible lugar su hogar, permaneció acostada, hacer el mínimo movimiento la cansaba, al igual que provocaba una descarga.

Escuchó pasos aproximándose, con mucho esfuerzo se colocó de pie para verlos, se trataba de Akane y su séquito de cinco idiotas como Lea decidió llamarlos.

-¿Y bien? ¿Ya decidiste? Quieres que Satoru confirme lo que te dije- Akane volvió a extender el teléfono, Lea cansada, aceptó.

Marcó el número que había memorizado, después de usarlo tantas veces -¿hola?- Pregunto la voz de una empleada.