🍂ርᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ『01』

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Sus ojos se abren con pesadez, se sentía extraño, mucho más cuando sus ojos recorrieron una gran habitación realmente lujosa, una que jamás se imaginó que existiera, sus manos quisieron ir a su cabeza, sin embargo sus ojos se abrieron en sorpresa al encontrar una pulsera oscura en su muñeca derecha, su mirada se volvió ciertamente triste y decepcionada. Sus manos siguieron su rumbo y viajaron a su cabello jalándolo con un poco de presión para poder relajarse, giró su cabeza hacia a un lado donde había una mesita de noche, en ella yacía fruta cortada en trocitos y un vaso de agua y algunos bocadillos dulces.

Bocadillos que cualquier Omega querrería en un cortejo.

Taehyung apretó sus labios con hambre, sin embargo ignoró aquella bandeja de comida para tratar de salir de aquella cama, su cuerpo aún se sentía algo entumecido, sin embargo con su fuerza de voluntad puso sus pies descalzos y tobillos algo maltrados por las cadenas que acostumbrara a llevar. Se sentía extraño estar sin cadenas, eso le hizo sentirse libre, pero, de alguna manera algo en su instinto le decía "peligro".

―Veo que te recuperas rápido a pesar de ser Omega.

Taehyung se sobresaltó grandemente retrocediendo sus pasos y girandose hacia una esquina de aquella gran habitación blanca y rosa. Sus ojos se abrieron en demacía, era él...

El tipo que le hizo verle con el maldito bastón, su cabeza algo rasurada no tan profundo, el poco cabello que tenía era rubio, piel blanca, labios rojos y ojos serios, su color era un celeste muy claro, mientras que sus pupilas eran de color negro. Ese hombre era demaciado grande, y eso que solo yacía con un traje, parecía tener una gran masa múscular, su rostro era serio y aburrido. Estaba apoyado en la esquina de la habitación con sus brazos cruzados, sin siquiera despegar su mirada del Omega pelirrojo.

―Si una de mis Omegas recibiera ese trato, estoy seguro que no podría levantarse por años― Siguió hablando como si fuera alguien sercano al Omega que le miraba con ojos cada vez más enojones y amenzantes. ―Adelante, come.

Taehyung retrocedió otro paso cuando vio que el hombre hizo el amago de caminar a su sítio. El Alfa alto y robusto se detuvo serio mirando al Omega quien parecía realmente en guardia.
Era normal comportarse obedientes y sumisos cuando recién llegaban, Jungkook sabía aquello demaciado bien, pues, tenía experiencia comprando a Omegas y hasta la hora ningúno se había comportado como ese Omega.

―No tienes por qué comportarte así― Murmuro el hombre sonriendo algo forzado. ―Mi nombre es Jeon Jungkook, el amo de toda esta mansión y tierras que aún no conocerás, pero, pronto si quieres podrías conocer-

―No me importa.

Jungkook abre sus ojos ciertamente divertido por aquella actitud del Omega, además de escuchar su voz ronca..., para ser un Omega era extraño que su voz fuera tan ronca.
Jeon empuja su mejilla interior con la punta de su lengua, haciendo un gesto rudo.

―¿Qué dices?― Pregunta con una sonrisa sarcástica.

―¡Vete al diablo!― Taehyung le gruñe mientras arrugaba su nariz, en un gesto inconsiente de enfadarse, Jungkook solo le mira de cierta manera divertida.

―Veo que no estás entendiendo― Murmuró mientras se acercaba a Taehyung el cual retrocedió hasta que su espalda chocara contra la pared de la habitación, alerta y demaciado enfurruñado con el Jeon. ―Tú ahora me perteneces, en otras palabras; eres mío.

Dicho aquello Taehyung frunce demaciado el ceño y sus ojos fríos aún no se despegaban de los del hombre, quien ahora sacaba algo de su bolsillo y elevaba una hoja de color amarillenta, donde yacían dos firmas y una descripción primero que ambas firmas.

𝐋𝐨𝐬 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀𝐒 𝐃𝐞𝐥 𝐉𝐄𝐎𝐍 [kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora