Fases Arcoíris de Jeon.

Capitulo 13: Arcoiris.

Creación del arcoíris, fase 13.

— "Mamá, ya hemos hablado de esto. No voy a dejar a Tae" —dijo con firmeza, aunque su voz temblaba por dentro.

El silencio que siguió fue aún más aterrador. Su madre no lo miraba a los ojos, pero sus manos temblaban levemente, una señal de la tormenta que estaba por desatarse.

De repente, y sin previo aviso, su madre lo golpeó. El sonido de la bofetada resonó en la pequeña sala, pero lo que más dolió no fue el impacto en su mejilla, sino el dolor emocional que lo atravesó como un rayo.

— "No puedo verte seguir por este camino. ¡Esto no es normal, Jungkook! No puedo soportarlo más. ¿Qué dirá la gente? ¿Cómo te verán?"

Jungkook retrocedió unos pasos, sintiendo el calor en su mejilla, pero el frío en su corazón. Miró a su madre con incredulidad, con lágrimas acumulándose en sus ojos.

— "Lo amo, mamá. No es algo de lo que puedas convencerme. Taehyung es... es todo para mí." —Sus palabras eran suaves, pero la convicción en ellas era inquebrantable.

El silencio que siguió fue aún más denso. Su madre parecía confundida, perdida entre el amor por su hijo y las expectativas de la sociedad.

— "No lo entiendes... lo que estás haciendo está mal. Tienes que dejarlo antes de que sea demasiado tarde, antes de que arruines tu vida." —Su voz se quebraba, pero su rigidez no flaqueaba.

Jungkook sentía el dolor en sus palabras, pero también sabía que ella estaba equivocada. El amor que sentía por Taehyung no era algo de lo que quisiera huir, ni algo de lo que debiera avergonzarse.

— "No puedo dejarlo" —repitió Jungkook, esta vez más bajo, casi en un susurro—. Lo amo más de lo que puedo explicar, y no me importa lo que los demás piensen. Mamá, por favor, entiende... él es mi felicidad."

Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, y aunque su madre lo miraba con dolor, no cedía.

— "Jungkook..." —Su madre suspiró, luchando contra sus propias emociones—. Tienes que elegir: tu familia o Taehyung."

Esas palabras cayeron sobre él como una losa. No podía creer lo que estaba escuchando. El corazón le dolía con cada palabra que salía de la boca de su madre. ¿Cómo podía ponerle una elección así? ¿Cómo podía esperar que eligiera entre el amor de su vida y su familia?

Jungkook cerró los ojos por un momento, tratando de contener las lágrimas. Respiró hondo antes de responder.

— "Mamá... no puedo elegir. No debería tener que hacerlo."

Su madre lo miró fijamente, su rostro endurecido por la frustración y el dolor.

— "Si no puedes elegir, entonces quizás ya hayas decidido."

Jungkook la miró, buscando algún rastro de la mujer que lo había criado, la mujer que siempre había querido lo mejor para él. Pero ahora, lo único que veía era un muro de prejuicio, uno que no sabía si alguna vez podría derribar.

— "No voy a dejarlo" —dijo con voz temblorosa, pero decidida—. No importa lo que digas o lo que hagas, mamá. No voy a dejar a Taehyung."

La tensión en el ambiente era insoportable. Su madre no dijo nada más, simplemente le dio la espalda y salió de la sala, dejándolo solo con sus pensamientos y el eco de la puerta cerrándose tras de ella.

Esa noche, Jungkook lloró en silencio en su habitación. Había sido uno de los momentos más difíciles de su vida, pero sabía, en el fondo, que había tomado la decisión correcta. Amar a Taehyung no era algo de lo que se arrepentiría, sin importar cuán difícil se volviera el camino.

A la mañana siguiente, cuando Taehyung le envió un mensaje preguntándole cómo había pasado la noche, Jungkook dudó por un momento en contarle todo lo que había sucedido. Pero luego, recordó la forma en que lo había abrazado la noche anterior, la calidez de sus brazos y el amor en sus ojos. No podía guardarle secretos a Taehyung.

— "Ayer fue difícil... pero no te preocupes. Todo va a estar bien." —Jungkook escribió el mensaje con una pequeña sonrisa. Tal vez las cosas no fueran fáciles, pero sabía que, mientras Taehyung estuviera a su lado, podría enfrentarlo todo.

Taehyung respondió casi de inmediato:

— "Estoy aquí para lo que necesites, amor. Te amo."

Jungkook cerró los ojos por un momento, dejando que esas palabras lo reconfortaran. Aunque su relación enfrentaba obstáculos, su amor era más fuerte que cualquier tormenta.

Era esa tormenta que rugía en su corazón, cuando el trueno golpeaba con fuerza implacable, las olas de dolor surgiendo entre ellos, y aún así, se sostenían con firmeza. Cada relámpago iluminaba el abismo, pero sus manos, firmes, jamás soltaban. Y cuando la lluvia caía, empapando sus cuerpos, sabían que, detrás de esas nubes grises,un arcoiris les aguardaba, prometedor.

Porque sin importar cuán oscuro el cielo, sin importar cuánto tiempo dure la tempestad, el arcoiris siempre se abre paso, con colores más vívidos, más intensos. Así es su amor, una fuerza que renace, después de la tormenta, siempre se eleva. Y con cada desafío que superan, el arcoiris que pintan en el cielo se vuelve eterno, más fuerte, más brillante que antes.

Jungkook sabía que no era fácil, pero su amor por Taehyung era el faro en medio de la tormenta. Y aunque las palabras de su madre dolían como un cuchillo clavado en el corazón, se aferraba a esa idea: mientras tuvieran su amor, siempre habría un arcoiris esperando al final.

El arcoiris de sus sentimientos.

Jungkook sabía que no era fácil, pero su amor por Taehyung era el faro en medio de la tormenta. Y aunque no todo estaba bien con su familia, aunque las palabras de su madre dolían como un cuchillo clavado en el corazón, él se aferraba a esa idea. Sabía que mientras tuvieran su amor, mientras resistieran, siempre habría un arcoiris esperando al final.

Este capítulo fue un viaje emocional, ¿no creen? La relación de Jungkook y Taehyung está llena de momentos hermosos y otros desgarradores, pero su amor sigue resistiendo. 💔🌹

Espero que sientan cada emoción de nuestros personajes como yo lo hice al escribirlo. ¡No olviden dejar sus comentarios y compartir sus pensamientos! Gracias por seguir acompañándome en esta montaña rusa de sentimientos. Nos vemos en el próximo capítulo.

— Con amor, 💜