Te extraño, como casi todos los días. A veces siento que a ti te da igual; me duele pensar que a ti no te lastima tanto como a mí. La primera semana lloré todos los días: mientras me bañaba, cuando caminaba para regresar a mi casa, antes de dormir, al despertar, y sobre todo, cada vez que mi mamá me preguntaba qué era lo que tenía. Me despertaba una y otra vez, pero siempre quería volver a dormir, aun cuando nunca me ha gustado hacerlo. Cuando cierro los ojos, no importa si no estás; no siento, pero es tan horrible tener que estar despierta, tener que afrontar que nunca voy a poder volver a abrazarte, que no vamos a comprarnos suéteres iguales para Navidad, que nunca voy a conocer a Beto, que ya no puedo darte las cartas que escribo. Lo sigo haciendo todas las semanas; sigo esperando que no olvides lo mucho que te amo y lo maravilloso que eres. Te quiero mucho.
ESTÁS LEYENDO
Los ojos bonitos son los que más duelen
PoesieEl amor siempre parece una apuesta segura, hasta que te das cuenta de que no lo es. Se nos enseña que amar con todo el corazón es algo valiente, y tal vez lo sea. Sin embargo, pocas veces nos preparan para la posibilidad de que el amor que entregamo...