Oasis de Deseos

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A veces me pregunto si mi memoria le hace justicia a la belleza de sus ojos. En mis recuerdos lucen como dos estrellas, reflejando el brillo con toda la intensidad que su existencia les permite, pero me muero por tenerlo cerca y comprobar que, en realidad, sus ojos superan esa clase de belleza.


Tenerlo cerca y tomar el calor que su cuerpo puede entregarme, que sus manos reemplacen a las mías en el juego que comparto con aquellos sucios deseos.
Dejar de buscar su compañía en la música, envolverlo en mis brazos, fusionar su cuerpo con el mío, que me diga que soy la única.

Dejar de imaginar que lo tengo, que besarlo deje de ser solamente un sueño.
¿Qué pasa si no es lo que él quiere?
¿Qué pasa si ser musa no es lo que él busca?
La distancia entre mis fantasías y nuestra realidad me envuelven como el desierto, su toque y su cercanía son el oasis que anhelo con desesperación.

Pasar mis manos, sentir la textura que su ser es capaz de transmitir, liberar mis manos para conocerlo, porque sé que puedo hacer más que escribirle poemas.
Inundar mi paladar con el olor de su existencia, besarlo hasta que se aprenda los caminos en mi boca, que nunca me haga falta su presencia.

¿Qué son los atardeceres si a estos no los acompaña tu mirada? Buscando el eco de un deseo compartido, tenerte ahora, dejar de esperar al destino.










Nota de autor: Ayyy todos mis poemas son mis hijos, y los quiero a todos por igual, pero si tuviera que deshacerme de todos y quedarme solo con uno, seria este, él de verdad es hermoso, y este, este es lo más cerca que he estado de igualar esa belleza, cada vez que lo leo, es como revivir el recuerdo de él, se me acelera el corazón como lo hacía cuando estaba con él.

Los ojos bonitos son los que más duelenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora