Chiquita había estado ordenando la habitación durante la semana, debido a que el fin de semana llegaría su nueva compañera de habitación. Aún no entendía porque  pharita y ella no podrían simplemente compartir habitación. De todas formas, no sé quejaban, aún compartían un pequeño balcón y un baño al estilo Jack y Jill que quizás quedaría pequeño cuando las nuevas chicas llegarán.

La universidad no era para nada difícil, era difícil estar separada de su famila por tanto tiempo. El  haber ido con pharita a la universidad era de apoyo, pues ambas se  recordaban a sus hogares ya que se conocían desde muy,  muy pequeñas.

La habitación estaba como en un principio, incluso había pulido el piso. Por las noches, las dos camas individuales se unían para poder crear una cama matrimonial donde pharita y ella podían hablar por las noches, ya que la vista desde ahi al campus era preciosa. Quizás podrían hacer un trato con las nuevas chicas e intercambiar compañeras de vez en cuando. Está noche, sería la primera en que pharita y ella realmente tendrían que separarse.

—¿Nerviosa, chiki? –pregunto la chica, sentándose en la esquina de la cama de su amiga.

—un poco –le sonrió a su amiga-.

—Te traje esto. –dijo pharita. Pasándole un colgante de banderillas triangulares que deletreaban  "chiki"  –hice uno parecido para mí, lo colgare en mi lado del closet.

—Gracias, pharita. Es lo más gay que has hecho por mi. –dijo,  despeinando el cabello de la mayor .

—No te vuelvo a hacer nada. –giro los  ojos la más baja. Se escuchó una voz en la otra habitación –debo irme, la nueva probablemente se quiera apropiar de mis cosas. Suerte con la tuya, chiki.  –dijo, saliendo por el baño compartido.

Chiquita se quedó esperando, con las piernas cruzadas sobre su cama. Tomo la cinta adhesiva y comenzó a pegar el colgante que le había regalado su amiga minutos antes.

"Pharita, eres tan ridícula a veces, pero así te quiero." Penso.

Acomodo de nuevo la cinta y comenzó a escuchar risas del otro lado. Pharita había tenido buena suerte, al parecer. Había escuchado múltiples quejidos de amigas suyas durante la semana sobre sus compañeras de cuarto. Sus compañeras de cuarto serían las últimas en llegar y no sabían absolutamente nada de ellas, más que compartirian cuarto durante absolutamente día su estadía en la universidad.

Tok tok tok.

Escuchó. Se acomodo el cabello y la holgada blusa y abrió con una sonrisa.

—¡Hola soy chiquita! –saludo, inmediatamente sintió un fuerte hormigueo correr desde sus dedos hasta el principio de sus muñecas.

Su sonrisa desvaneció y por unos segundos se quedó observando a la chica que estába parada delante de ella. Sabía quién era, solo no podía recordarlo. De todas maneras, la chica también se quedó observandola, como si la reconociera de algún lado. La nueva devolvió el saludo.

—Lo siento. Soy Ahyeon –dijo torpemente, sonrojandose mostrando una tímida sonrisa.

"¿Ahyeon? Tienes cara de todo menos de Ahyeon." Penso chiquita.

Mucho gusto, Ahyeon -le sonrió de todas formas- ¿quieres que te muestre tu nueva habitación?

Ahyeon asintió, tomando sus maletas. Chiquita inmediatamente le ayudó con ambas.

-Es algo pequeña, pero te aseguro que tenemos las mejores vistas. -le sonrió Chiquita. Aún sentía sus manos hormiguear, y sus cicatrices, oh, sus cicatrices, ¿estaban ardiendo?- Esa de ahí es tu cama. Al lado está tu escritorio y pensé que quizá te gustaría estar más cerca de la ventana. Tenemos un amplio clóset, mi ropa está de lado izquierdo, pero puedo acomodarla si tú prefieres ese lado. De todas formas, tenemos un closet compartido con las chicas de al lado. -dijo, señalando el baño.

Almas gemelas 🥰👻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora