5

95 16 3
                                        

Antes de que Chiquita pudiera salir de la habitación, Ruka se apresuró a tomarla de la mano y estirarla dentro, la tiró sobre su cama y cerró la habitación con llave, lanzándolas lo más lejos posible.

-No vas a salir de aquí. -dijo firmemente. Pharita retrocedió al ver lo enojada que se encontraba su novia. Chiquita sintió su sangre hervir.

-¿Cuál es tu problema? -preguntó Chiquita casi gritando. Se levantó tan pronto pudo a confrontar a la pelinegra. Pharita se puso delante de Ruka al instante.

-¿Te relajas o me encargo yo de hacerlo? -dijo Pharita, empujándola hacia atrás levemente- déjala hablar.

Chiquita seguía de pie, apretando los puños esperando a que Ruka dijera algo. Ruka observó por unos segundos a pharita con miedo y preocupación a la vez, al instante los borró y se puso derecha, quitó a Pharita de en medio y comenzó a hablar:

-Si te acercas ahora, ella se va a alejar, aunque tenga que perder su futuro si es necesario. Ahyeon es muy decidida, y ella había decidido no encontrarte jamás. Tienes suerte de que de verdad estaban destinadas a verse, de otra manera, muy probablemente seguirías sin sentir nada. Ahora, ¿quieres a Ahyeon, o no?

Chiquita observó con algo de dolor a Ruka, ¿por qué Ahyeon no quería conocerla? ¿era esa la razón por la que apenas podía verla? Finalmente se puso a pensar en lo que Ruka le había preguntado. Observó las fotos que Ahyeon tenía en su escritorio, aquella gran sonrisa que había visto en el jardín de niños y el día anterior, "Por esa sonrisa valdría la pena un millón de años en cárcel." Pensó. Decidida, contestó:

-Sí, la quiero.

X

Ahyeon y Rami habían pasado demasiado tiempo hablando sobre el montón de libros que tenían apilados sobre la mesa. Ambas chicas habían conectado tan bien que no estaban siendo conscientes de la cantidad de tiempo que habían pasado en la biblioteca, hasta que un guardia tuvo que pedirles que salieran.

-Mierda... habló Ahyeon al ver la hora. Había acordado verse hace una hora y media con Ruka.

-¿Pasa algo, Ahy? -preguntó la castaña.

-Le prometí a mi mejor amiga verla para salir hace media hora... -dijo, avergonzada. Desbloqueó su celular, viendo las doce llamadas perdidas de su celular y un mensaje: "Intenté llamarte, pero jamás contestaste, ahora me siento algo mal y ya es tarde, quizá salgamos algún otro día." Rami le había ofrecido quedarse en su habitación, ya que estaba más cerca de la biblioteca, Ahyeon accedió. Después de todo, si Ruka iba a estar enojada con ella, al menos tenía que valer la pena el día entero.

La habitación de la chica estaba en el primer piso del edificio, justo al lado de la biblioteca, lo que hacía todo más fácil. Este edificio era para familiares de los empleados que se encontraban en la institución, había pequeños beneficios como que las habitaciones eran el doble de grandes y no tenían que compartir baño con la habitación de al lado. Aunque la habitación tenía dos camas, había una completamente vacía.

-¿No tienes compañera?

-preguntó Ahyeon.

-Aún no sé nada de ella. Mañana comienzan las clases y sólo sé que es una chica.

Era obvio que se trataba de una chica, la institución no permitía que un chico y una chica compartieran habitación. Lo que no sabían era que, de todas formas, al menos a la mitad de sus estudiantes les gustaban las personas de su mismo género.

Ahyeon tocó las sábanas de la cama en la que dormiría, estaban tan frías como un hielo. Iba a extrañar un montón su edredón, sus miles de cojines y sus almohadas, pero si podía pasar una noche lejos de su dichosa alma gemela, lo haria.

Almas gemelas 🥰👻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora