Capitulo 80

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El barrio de las villas estaba especialmente tranquilo por la noche.

Dos personas caminaban por la carretera, una delante y otra detrás.

Sheng Mumu estaba de buen humor, caminando rápidamente al frente, habiendo escapado de la terrible experiencia de cocinar.

Los pasos de Qi Mo eran un poco pesados, con las manos detrás de la espalda.

Parecía un viejo cuadro, medio paso detrás de ella.

Qi Mo bajó la mirada y su mirada se posó en la sombra que ella proyectaba junto a la farola.

Había una fugaz desolación en lo profundo de sus ojos.

Sólo desde su espalda se podía ver que estaba de muy buen humor en ese momento.

Ella es tan vivaz y alegre.

Ella no debería estar encadenada.

Al día siguiente.

Sheng Mumu se levantó tan pronto como escuchó el despertador.

Había planeado que su día fuera especialmente intenso hoy. Había quedado con Qin Jiamu por la mañana para buscar una casa, iría a la floristería por la tarde y había quedado con Qi Mo para cenar por la noche.

Cuando abrió la puerta del baño con su cabello alborotado, con la intención de lavarse, se detuvo de repente y sus ojos se abrieron ligeramente.

Delante de ella.

El hombre guapo se estaba afeitando con seriedad, inclinado hacia el espejo.

Su mirada estaba baja, sus pestañas espesas.

Llevaba ropa casual negra y el escote ligeramente abierto.

Desde un lado, el arco de su nuez de Adán era muy sexy.

Fue el momento en que empujó la puerta y entró.

Miró a través del reflejo del espejo.

Sheng Mumu ya había quedado atónito muchas veces ante ese hermoso rostro.

Pero esta vez fue diferente.

Sus acciones inconscientes le parecieron extremadamente atractivas y ambiguas a Sheng Mumu, impactando completamente su punto estético.

Congelar cualquier fotograma parecería una fotografía de revista.

Los labios de Qi Mo estaban cubiertos con espuma de afeitar, y su mandíbula afilada y rugosa estaba oculta en su interior.

En una mano sostenía una navaja y con la otra sostenía ligeramente su barbilla. Su mirada profunda la observaba a través del espejo y su voz magnética le decía: "Estás despierta".

Esta frase no era ni una pregunta ni una afirmación.

En realidad, era superfluo.

Pero escucharlo en el tranquilo dormitorio por la mañana creó de alguna manera una sutil sensación de ambigüedad.

Sheng Mumu retiró la mirada y murmuró "Mm".

Ella caminó casualmente hacia su lado como si nada hubiera pasado.

Empezó a apretar pasta de dientes y a cepillarse los dientes.

Qi Mo usó sin prisa una toalla para limpiar la espuma restante en su barbilla.

Mientras Sheng Mumu se lavaba la cara, pensaba cada vez más que algo no estaba bien.

Por lo general, este hombre se lavaba muy rápido.

You make money, I spend it: The ultimate pleasure of stepmother in the Qi familyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora