You make money, I spend it: The ultimate pleasure of stepmother in the Qi family

Capitulo 129

Cuando salieron del lugar de la boda, ya eran las dos de la tarde. Después de haber vivido una ceremonia nupcial sincera y conmovedora y de haber visto nuevamente el cálido sol afuera, Sheng Mumu se sintió un poco mareado.

Al salir de la puerta giratoria del hotel, se detuvo en seco en la entrada. Mientras esperaba que Xiao Wang condujera el coche, miró fijamente al cielo durante un rato. El leve calor de su rostro se disipó con la suave brisa de la tarde otoñal. Esto finalmente le impidió recordar constantemente la mirada ardiente y persistente de Qi Mo en su interior hace un momento.

"¿Vas a la empresa por la tarde?"

De repente Qi Mo giró la cabeza y preguntó.

Sheng Mumu lo miró, pensó por un momento, sonrió y respondió: "No, con la hermana de Jia Mu y Cheng Zhuo allí, puedo relajarme durante medio día".

Mientras hablaba, bajó la mirada y vio que Qi Mo sostenía la caja de regalo de cortesía distribuida en el banquete de bodas.

La pequeña caja cuadrada de color azul lago tenía un nudo de mariposa atado con cintas de raso de color blanco perla.

El hombre con el aura de estar en una alta posición sostenía casualmente una caja de regalo con un estilo tan delicado y lindo.

Por alguna razón daba una extraña sensación de falta de armonía.

Pero Qi Mo no parecía sentirse así en absoluto y su expresión era la habitual. Luego preguntó de nuevo:

"Entonces, ¿vienes conmigo a dar un paseo?"

—Está bien —dijo Sheng Mumu—, ¿a dónde?

Qi Mo miró hacia un lugar no muy lejano.

En esa zona ya se habían construido edificios altos.

"Te llevaré a recorrer el lugar donde crecí".

Sheng Mumu siguió su mirada y miró hacia allí. Entonces recordó que, en el camino, Qi Mo le había dicho que el hotel de bodas estaba cerca del antiguo barrio donde vivía.

En ese momento, un sedán de lujo negro se detuvo frente a los dos.

Xiao Wang salió del asiento del conductor y abrió la puerta trasera para el jefe Qi y su esposa.

Qi Mo le entregó la caja de regalo a Xiao Wang: "Ponla en el auto. Mi esposa y yo caminaremos primero, no necesitamos el auto por ahora".

Xiao Wang estaba confundido pero era profesional. Respondió en un segundo: "Sí, jefe Qi".

Tras salir del hotel de bodas y cruzar un cruce de caminos, serpenteando por un sendero sombreado.

Era una calle llena de fuerte ambiente de vida.

Había tiendas alineadas a ambos lados de la calle.

Muchos de los carteles de las tiendas habían perdido color.

A simple vista se notaba que hacía tiempo que no habían sido renovados.

Había muchos barrios antiguos como ese. Aunque algunos habían sido demolidos, todavía quedaban unos cuantos.

Incluso en una tarde de un día laborable normal, el flujo de peatones era muy grande.

El dueño de la tienda de fideos levantó la tapa de la olla y al instante empezó a salir vapor.

Los escolares con sus mochilas se demoraban delante de la papelería.

Debatiendo si usar su dinero de bolsillo para comprar cuadernos o nuevos resaltadores de colores.