La Bestia Azul |Taekook|

08 - El bosque: Tu nombre

El alfa y el omega caminaron con sus instintos a flor de piel, por ese bosque prácticamente toda la noche. Taehyung seguía teniendo la sensación de que alguien los seguía, pero cada vez que miraba no encontraba nada.

Sus celulares estaban sin batería así que la idea de pedir ayuda por ese medio fue descartada de inmediato. Lo único que podían hacer por ahora era caminar y caminar, hasta encontrar por lo menos agua. Estaban cansados y hambrientos y prácticamente se movían por inercia pero no les quedaba otra que seguir avanzando.

Ahora con la luz del día, el panorama era un poco más agradable, aunque estuviera nublado era mucho mejor, pero no importa a donde miren, lo único que había eran árboles, arbustos, plantas y tierra.

Caminaban en completo silencio por unas de las laderas del bosque tratando de subir por esta para llegar a la carretera.

Un sonido saco al alfa de su burbuja de pensamientos de inmediato, estaba seguro de que escucho lo que le pareció el sonido de agua corriendo. No era muy nítido, pero estaba casi seguro. Así que carraspeo la garganta para llamar la atención del omega.

—Creo escuchar el sonido del agua. —Su voz era rasposa y seca.

—¿Crees? —El omega rodo los ojos y bufo ante sus palabras. Lo cual no le gustó nada al alfa, quien le dedico una mirada tajante.

—Sí, creo. —reafirmo. —Tenemos que bajar, vamos por agua y después intentemos subir otra vez.

—¿Estás loco? Nos tomaría todo el día bajar esto —refuto, señalando al barranco a su izquierda. Por el cual lo único que se veía era la punta de árboles muy altos, claramente no estaban cerca de ningún rio. —No queda mucho para la cima, la carretera debe estar allí.

—¡Pero si subimos hasta la cima y no hay nada no tendremos fuerzas para bajar! —El alfa exclamo, moviendo sus brazos para explicar su punto, tratando de que el omega entre en razón. —¡Se te sinceró, estamos cerca de la cima y no sientes olor a pavimento! ¡Nada nos asegura que en la cima allá algo!

—No quiero bajar. Eso sería entrar todavía más profundo en el bosque ¿Quién nos encontraría allí abajo? —refuto molesto. —Tu idea es prácticamente suicida.

—¡¿Prefieres morir de sed?!

—Sí.

Dicho esto el omega se giró para seguir caminando hacia la cima, mientras el alfa negaba con la cabeza detrás de él.

El chico de pelo oscuro habrá dado medio paso cuando volvió a escuchar en su espalda la voz seca y ronca del castaño.

—Sabes, deberías acatar mis decisiones callado la boca, es lo minino que puedes hacer después que por tu culpa términos en este lugar.

El omega se paró en seco y soltó una leve risa nasal, antes de girarse para mirarlo fijamente. —¿Qué dijiste?

—Lo que escuchaste. —El alfa dio un paso más cerca de él sin basilar. —Esto es tu maldita culpa. Tenías que robar ese estúpido collar, tenías que insultar al idiota que nos secuestró, tenías que demostrar que eres el todo "poderoso omega puro" para que nos tire en este maldito bosque... Si te hubieras comportado como una persona sensata nada de esto habría ocurrido.

El omega lo miro fijamente por unos segundos, mientras el alfa respiraba de manera pesada tratando de controlar su ira.

El chico de cabello oscuro bajo la mirada tocando su lengua interna, para sonreír de medio lado al volver a mirarlo.

—Tu estas aquí por quieres dulzura —respondió con total tranquilidad. —Tu eres el que me fue a buscar en el callejón. —le recordó, colocando su dedo índice en el pecho del alfa. —Si te hubieras quedado en tu mundo perfecto de niño rico, nada de esto te habría pasado —Otro toque en su pecho. —Pero no resististe la posibilidad de jugar al alfa perfecto, al hombre justo y recto, que siempre hace lo correcto, y resuelve todos los problemas de la gente. Mientras intenta salvar a todas las almas perdidas en su camino.