10 - El bosque: Hasta nunca

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Jungkook abrió los ojos de golpe.

De inmediato se sintió nervioso por todos esos aromas extraños a su alrededor, no podía reconocer ningún. ¿Estaba en un sofá? ¿En una casa? ¿Estaba muerto y eso era una epifanía?

Un aroma familiar comenzó a colarse en sus fosas nasales haciendo que su ansiedad bajara unos cuantos niveles, chocolate amargo. Giro su cabeza hacia un costado y vio al alfa de cabello castaño recostado en el piso al lado del sofá, a simple vista por la manera en la que su pecho subía y baja a un compás lento parecía dormido.

Los flashes de la noche anterior comenzaron aparecerse en su mente poco a poco: Los lobos, la mordedura y lo último que recuerda es a Taehyung llevándolo sobre su espalda.

Jungkook miro su pierna y noto que la venda que lo envolvía, suspiro profundamente antes de ponerse de pie. Sintió un gran alivio al darse cuenta que no le dolía apoyar el pie.Así que con cuidado rodeo el cuerpo del alfa y camino hacia la única puerta que vio.

El omega estaba por girar la perilla cuando escuchouna voz detrás de él.

—Veo que ya te sientes mejor...

Jungkook giro su cabeza y se encontró con una mujer de casi 70 años que lo observaba con una cálida sonrisa en los labios.

El omega la observo por unos segundos con una expresión seria, antes de asentir levemente con la cabeza.

—¿Te importa si reviso la herida?

Jungkook supo de inmediato que se trataba de una omega, por el dulce aroma a miel que ella tenía.

—¿Usted me curo? —pregunto un poco escéptico.

La mujer solo asintió levemente con la misma sonrisa cálida.

La anciana le recordó a su persona favorita en el mundo, y por una milésima de segundo un recuerdo fugaz vino a su mente. Pero Jungkook lo metió en lo más profundo de su subconsciente, otra vez.

El omega dio un asentamiento rápido y la mujer le hizo señas para que lo acompañara. Pasaron por al lado de Taehyung, quien seguía durmiendo sobre la alfombra y siguieron hasta pasar por un arco de madera que los llevo hasta la cocina.

El omega tomo asiento en una silla y pequeños destellos azules aparecían en su iris mientras seguía con la mirada cada movimiento de la mujer.

Ella quito las vendas de su tobillo y miro con mucho asombro su piel.

—Tu herida se cura por completo —expreso muy asombrada, mientras revisaba el tobillo. —Tienes un poder de regeneración asombroso, nunca vi algo así.

—Soy un omega puro, es una de mis habilidades.

La mujer lo miro a la cara y después volvió a mirar su tobillo. —Voy a quitar los puntos, viéndote ahora creo que ni siquiera los necesitabas.

La mujer quito los puntos del tobillo de Jungkook y después vendo su pie, aunque ya estaba casi curado por completo, era mejor no arriesgarse a que la herida se infecte.

El omega se quedó en silencio cuando la mujer se fue a lavar las manos y a guardar todas las cosas que utilizo para curarlo.

Jungkook estaba pensando en muchas cosas en ese momento, su mente no dejaba de preguntarse qué fue lo que ocurrió anoche y como terminaron en esa cabaña. Pero el ruido de un plato puesto frente a él lo saco de sus pensamientos.

El omega levanto la mirada y vio a la mujer sonriéndole desde arriba.

—Toma cariño, come algo. Debes tener hambre.

La Bestia Azul |Taekook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora