Un Ángel Se Enamoró

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Era media mañana y hora del recreo, el bullicio de los niños jugando y gritando se apoderaba del lugar, todo marchaba bien al menos eso creían los maestros que los supervisaban

- ¿que te tienes para el fin de semana? - pregunto su compañero acercándose al de mechón rubio

- iré a visitar a mi madre

- ¡oh! ya veo

- ¿porque la pregunta?

- Lev y yo iremos a mi pueblo, este fin es el festival y te queríamos invitar

- ¡gracias! - Noya dudo en hablar - ¿y eso tiene que ver con algún amigo de Lev?- Yaku suspiro negando con la cabeza

- puede ser..  ¿como lo adivinaste?

- Lev no es nada disimulado, me preguntó si yo era algo más de Kyoko o si tenía algún pretendiente, si solo me gustaban las mujeres - Yaku se golpeó el rostro con la palma de su mano

- Lev - pronunció alargando el nombre - creo que lo golpeare - Nishinoya rio ante la reacción de Yaku

- déjalo, no tiene importancia, el es feliz contigo y quiere que todos seamos felices - intervino por el más alto - no lo hace con mala intención - el contrario volvió a suspirar

- bueno, pero dime,  últimamente te he visto más feliz - comento con un toque de curiosidad - además te nos desapareces, ya no sales con nosotros y con Kyoko tampoco porque ella y Yachi andan atareadas con los preparativos de su boda

- yoo... - dijo un poco nervioso - no para nada todo está normal -  negó con la mano y Yaku entrecerró los ojos para examinar su reacción

- ¡sales con alguien no es así!

- ¡no! ¡¿Cómo crees?!

- Noya.. - antes de que siguieran hablando o más bien lo siguieran interrogando el llanto de un menor los interrumpió y corrieron al lugar de donde provenia el llanto, Lev ya estaba ahí.

- ¿que paso Lev?

- ¡Kuyoomi y Atsumu volvieron a pelear! - respondió el alto mientras trataba de calmar a uno de los pequeños Noya se acercó al otro y se agacho a su altura

- Kuyoomi, ¿que paso?, ¿porque golpeaste a Tsumu? - el pequeño de cabellos negro y ondulado tenía el ceño fruncido y los brazos cruzados

- me agarró de la mano y ni siquiera se las ha lavado - contesto con un puchero

- ¡si me las lave! - respondió el otro niño entre llanto - solo quería que jugaras conmigo Samu y Rin - los tres adultos suspiraron no era la primera vez que pasaba eso.

Ya habían pasado casi una semana sin ver a Asahi, no lo iba a negar extrañaba hablar con él, además no podía pasar por alto lo que Yaku le comento sobre que lo veía más feliz últimamente, quitó llave a si apartamento y se adentro, al encender la luz de la sala se llevó el susto de su vida

- ¡Aaahhhh! - grito como si hubiera visto al maligno mientras el más alto salto del sofá donde yacía dormido y cayo al suelo

- ¿estás bien? - se reincorporo de inmediato

- ¡Asahi por dios!! ¡Casi me matas del susto!

- ¡lo lamento! - se disculpó poniendo de pie - no era mi intención asustarte - Noya suspiro

- ya pasó, no te preocupes - dijo mientras se dirigía a la cocina a guardar unos comprados - ¿y dónde andabas, porque no habías venido?

- trabajo - respondió a secas, el más bajo lo miro con una ceja alzada - bueno, me pidieron ayudar en otra área y no me pude negar

- bueno,  ¿y como te fue?

- de lo más aburrido, odie trabajar en la biblioteca, eso no es lo mío - se quejo y el menor sonrió - ¿y tú?

- hoy hubo una pelea

- los de siempre - Noya asintió y rio - ¿acaso no hay día que no peleen?

- Tsumu aún no entiende que Kuyoomi le gusta estar alejado de la gente, e intenta incorporarlo en todas sus actividades

- ya veo, será difícil entonces - comento - mañana tengo el día libre, bueno sábado y domingo, ¿se te ocurre alguna serie para una maratón? - pregunto el más alto, porque si, apenas llevaban como dos meses de conocerce y ya hacían actividades como esas, ya habían visto la saga de Harry Potter, la saga de Crepúsculo, la saga de rápidos y furiosos.

- ¡lo siento Asahi! - se disculpó - pero tengo algo personal que hacer agrego

- oh, bueno - respondió resignado con su semblante triste, Noya al verlo tuvo una idea un poco alocada

- pero.. - dudo un momento - ¿si quieres me puedes acompañar? - la expresión del alto cambio

- ¡claro! Bueno si no soy inoportuno

- ¡tu nunca serás inoportuno!

Así es como el siguiente día emprendieron el viaje hasta un pueblo a unas tres horas de la ciudad, aunque Asahi quería hablar con Noya de lodo lo bonito que veía en el trayecto y de otra inquietud que tenía, pero no podía hacerlo pues sería raro que le vieran hablando solo, el más bajo lo noto inquieto, no sabía que podría ser, inmediatamente se le ocurrió una solución para hablarle, saco sus auriculares y los conecto a su teléfono, para simular una llamada

- ¡hola Asahi!, ¿todo bien? - hablo y el más alto entendió

- si verás.. ¿estás seguro que quiere que conozca a tu madre?

- si, no te preocupes por eso.. ella ni siquiera notará tu presencia - rio al decir lo último

- ¡Noya! - dijo indignado - bueno tienes razón - acepto, Asahi algunas veces olvidaba que solo Noya podía verlo, se sentía tan bien con él que olvidaba que no estaban en Souls city.

Había estado nervioso por algo tan bobo, pensó el mayor, un silencio súper cómodo se instalo entre ellos, apreciaban el paisaje que era muy hermoso, el tren hizo dos paradas más y quedó prácticamente vacío, ahora solo ellos estaban en el vagón, así que el más alto se sentó junto a Noya, aún faltaba una hora y un poco más de viaje y ya no habrían más paradas de parte del tren, Noya se veía muy concentrado en sus pensamientos y un poco cansado

- aún falta - hablo el mayor llamando su atención- puedes dormir si te sientes cansado

- ¡gracias Asahi! - sonrió viendo a los ojos al mayor, agradecido por la atención de este, Asahi podría jurar que sentia las mariposas en su estómago, de esas que todos  hablaban  - ¿quieres escuchar música? - el mayor asintió y le dió uno de sus audífonos escuchaban a Ed Sheran, el más bajo un rato después se durmió cómodamente en el hombro del contrario, Asahi solo acomodo el cabello del menor detrás de su oreja, miro detenidamente su rostro y acaricio su mejia

- ¿que pasa conmigo?... - suspiro...

Continuara.....