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Nishinoya llevaba puestos sus audífonos e iba hablando con Asahi sobre algunos recuerdos del lugar, algunas anécdotas divertidas con su amigo de infancia al cuál tenía varios años de no ver, había perdido la comunicación total con el luego que su amigo y familia tuvieren un trágico accidente hace un par de años donde murió la hermanita de su amigo una pequeña de 4 añitos.

Caminaron alrededor de 30 minutos hasta llegar a una casa, era una casita de campo de un solo piso con un pequeño jardín enfrente que se veía que hacía un tiempo no la cuidaban.

- ¡pasa! - dijo el menor abriendo la puerta

- ¡gracias!

- disculpa el desorden - comento mientas se sacaba el calzado en la entrada - tenía un par de meses de no venir

- descuida - respondió - ¡pensé que aquí estaba tu madre! - el menor negó, su expresión cambio a una un tanto triste - ¡disculpa creo que-

- ¡no! - respondió interrumpiendo y suspiro - mamá.. ella.. ella está en el hospital - comento

- ¡cuando lo siento!

- no te preocupes... en la tarde la iré a visitar - comento con una sonrisa tratando de ocultar su verdadero sentir - ¡bueno, iremos! - corrigió señalando se a ambos

- ¡está bien! - Asahi sonrió tratando de reconfortarle - si gustas en lo que llega la hora de almuerzo te ayudo a ordenar un poco - comento mientras empezaba a recoger algunas cosas

- Sahi, ¡no podría pedirte eso!

- no me lo estás pidiendo, yo lo hago voluntariamente - le sonrió - ¡te ayudo no te preocupes!

Aún era temprano, las 9 y un poco más de la mañana, faltaba para la hora de almuerzo y la hora de visita de la madre de Noya, así que se dispusieron a ordenar y sacudir un poco, a las once de la mañana ya habían terminado

- ¡ahora se ve decente la casa! - sonrió el menor - solo necesitamos ducharnos para almorzar y luego ir  dónde mamá - el más alto asintió

Almorzaron y cerca de la una de la tarde iban camino al hospital, hablando de cosas triviales, llegaron a la entrada de un edificio de dos plantas, era el hospital, Asahi se detuvo, no era lo que esperaba volvió la vista al menor, no sabía que decirle o si era correcto preguntar al respecto

- ¡vamos Sahi! - hablo el menor - cuando salgas te contaré.. - el más alto no respondió solamente se limito a seguir al menor, caminaron por unos pasillos, un par de enfermeras saludaron a Noya, llegaron a un cubículo

- ¡hola Michimiya! - saludo el menor

- ¡hola Noya! - respondió con una sonrisa - ¿como has estado?

- ¡muy bien! - comento con su peculiar sonrisa - ¿y mamá? - el semblante de la chica cambio a uno serio

- hoy no ha sido un buen día - comento

- comprendo - respondió cabizbajo - ¡pasaré a verla! - la chica asintió

Entraron a una habitación al final del pasillo, en su interior una señora de cabellos largos y castaños yacía sentada a la orilla de la cama viendo hacia la nada en la ventana

- ¡hola mamá! - dijo el chico acercándose a la mujer pero está no respondió, ni siquiera se inmutó ante el tacto del menor quien sujeto su mano con cuidado - ¡perdóname por venir hasta ahora!, ¡prometo venir más seguido! - menciono pero no consiguió respuesta alguna.

Asahi se había quedado en una esquina viendo la escena, escucho como el menor le había empezado a contara a la mujer lo que el había hecho durante los últimos meses, acomodo sobre la mesa de noche que estaba junto a la cama una canasta con frutas que llevaba y saco un cuchillo y empezó a pelar una manzana a hacerlas rebanadas y dárselas a la mayor, ella aceptaba la comida pero seguía ida y sin contestarle nada, parecía que estaba en automático

- ¡es un hermoso día! - le dijo el menor - ¡vamos al jardín! - agrego mientras la tomaba de la mano, ella simplemente se dejó guiar, como si fuera un maniquí o algo por el estilo, sin protesta solo se dejó guiar.

Llegaron al jardín trasero habían más pacientes y cuidadores pasando el rato, Noya se sentó junto a su madre en una banqueta bajo un hermoso árbol de cerezo, pasaron un buen rato ahí, tal vez un par de horas hasta que de repente la señora pareció regresar en si.

- ¡Sato! - menciono la mayor mientras acariciaba el rostro de Noya

- no mamá... soy yo... ¡Yu! - dijo mientras tomaba su mano

- ¿y Sato? - pregunto mirando a todo lados

- no está mamá...  - los ojos de la mujer se pusieron llorosos

- ¡se fue con ella verdad! - murmuró

- mamá, no te mortifiques por eso...

- ¿que fue lo que hice mal, Yu? ¿Por qué tu padre nos abandono? - empezó a gritar y llorar la mujer

- ¡mamá eso no importa!, ¡por favor no llores! - Noya se puso en pie frente a la mujer y empezó a secar sus lágrimas

- ¡no, tu no entiendes! - empezó a decir la mujer - ¡el no puede!, ¡el no puede! - empezó a hiperventilar - ¡el no puede hacerme esto!,  ¡no! - empezó a gritar y llorar aún más fuerte, de un momento a otro empujó a Noya y empezó a correr por el lugar intentando salir, unos enfermeros y médicos corrieron a agarrarla para sedarla y asi se calmarla, durante el forcejeo con los hombres la mujer pareciera que hizo contacto visual con Asahi y se calmo de golpe, volvió su vista a Noya y volvió a buscar a Asahi pero ya no lo vio, el alto pensó que ese momento había sido producto de su imaginación, la mayor fue sedada y llevada a su habitación, Noya siguió a los enfermos sin decir una palabra, un rato después salieron del hospital.

El camino fue silencioso, ninguno se atrevía a hablar, entraron en silencio, el menor se sentó en el sofá de la sala tenía la vista ida, Asahi se sentó junto a él, no supo porque pero no pudo evitar tratar abrazar al menor así que paso su brazo sobre los hombros de este, el menor le correspondió acercándose a él, de un momento a otro empezó a sollozar y llorar, un llanto ahogado y adolorido salía de él, Asahi se arrodilló frente a él y le abrazo fuertemente, el menor imitó la acción y se refugio en su pecho llorando, sus manos se aferraban con fuerza al mayor mientras esté sobaba su espalda y cabello tratando de consolar, Asahi no estaba seguro de lo que le pasaba al menor aunque tenía una idea, pero si estaba seguro que estaría con el para lo que necesitará y haría por él cualquier cosa para ya no verle así pues su corazón se estrujó al ver en esa situación al menor...


Continuará....

Un Ángel Se EnamoróDonde viven las historias. Descúbrelo ahora