Capítulo 5. El Beso del adiós.

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❝Con un beso llegó la calma
Con un beso Digiste adiós❞
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La noche caía sobre Seúl, y la ciudad brillaba con luces parpadeantes. Jisung se encontraba sentado en el balcón de su apartamento, mirando las estrellas junto a Minho. Mientras el frío del invierno envolvía el aire, el calor que compartían se intensificaba, recordándoles el profundo vínculo que habían comenzado a forjar.

Jisung se volvió hacia Minho. —A veces me pregunto de dónde vinieron esos momentos que nos han marcado tanto, como aquel beso.

—Un beso tuyo me dará calma. —Minho sonrió, recordando ese instante que había cambiado todo. —Es como si el mundo se detuviera por un segundo, y todo lo que importa somos nosotros.

—Pero también… —Jisung dudó, buscando las palabras correctas. —Con un beso dijiste adiós a lo que éramos antes.

La risa de Minho se desvaneció, y una sombra de nostalgia pasó sobre su rostro. —Sí, lo sé. Pero, ¿puedes imaginar un mundo en el que no hubiéramos dado ese paso?

—No, la verdad —respondió Jisung, sintiendo que cada parte de él se oponía a lo que eso implicaba. —Ese beso fue un final, pero también un nuevo comienzo. Me asusta pensar en lo que podría haber sido si no lo hubiéramos intentado.

—A veces pienso que ese fue el momento en el que verdaderamente nos conocimos —reflexionó Minho mientras jugaba con sus manos. —No solo como amigos, sino como quienes somos realmente.

Ambos compartieron un silencio cómodo, permitiendo que sus pensamientos fluyeran. Jisung, viéndose envuelto por el aroma de las calles cercanas, preguntó: —¿Crees que estamos listos para lo que viene?

—Quiero creer que sí. —Minho hizo una pausa, mirando al horizonte. —Pero también sé que hay muchos desafíos.

—Lo sé —respondió Jisung, sintiendo una mezcla de emoción y ansiedad. —A veces me asusta la idea de perder lo que hemos construido.

Minho alzó la vista hacia él. —Lo importante es que hablemos sobre esos miedos. La comunicación es clave, como lo prometimos. Debemos apoyar nuestras decisiones y no evitar el diálogo.

Jisung sonrió. —Tienes razón. Después de todo, hemos prometido no callarnos. Pero, ¿y si hay algo más que deberíamos considerar? Quiero decir, lo que viene después del beso...

—¿Te refieres a lo que todos esperan de nosotros? —inquirió Minho, comprensivo. —La presión de la fama, del grupo, de la industria.

—Sí —dijo Jisung, sintiendo que un nudo se formaba en su abdomen. —A veces me preocupa que eso lo complicará todo.

Minho tomó su mano y la apretó suavemente. —Lo que hacemos aquí, entre nosotros, es lo que realmente importa. No podemos permitir que las expectativas externas arruinen nuestro tiempo juntos. Prometimos ser sinceros, así que hablemos de ello y busquemos soluciones.

Jisung contempló la fuerza de su amigo, sintiendo una oleada de gratitud. —Gracias por siempre estar ahí. A veces siento que soy yo el que carga con miedos.

—No estás solo, Jisung. Este es un viaje, y lo enfrentaremos juntos.

Con un renovado sentido de determinación, Jisung se dio cuenta de que, aunque los desafíos eran inevitables, la clave sería afrontarlos juntos. Como en el abrazo reconfortante que compartieron tantas veces. Así que, dejando de lado sus dudas, decidió que en su corazón había espacio para la esperanza.

11 BESOS ⋆ MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora