El sol resplandecía intensamente sobre el campo de entrenamiento, en donde cada pareja de estudiantes se dividían y alejaban del resto para discutir estrategias entre sí.
Midoriya y Bakugou, por su parte, aún no se movían de su rincón, un aire incómodo entre los dos.
Bakugou seguía en su berrinche, robando miradas de reproche a Izuku, quien no tenía la culpa de nada, y había tenido la misma 'mala' suerte de quedar con quien no prefería, el pobre solo fingía estar menso mientras evitaba la mirada pesada de Bakugou.
Para distraerse del aire incómodo Izuku trató de repasar mentalmente las habilidades de sus compañeros, a pesar de no conocerlos mucho ya tenía una idea de los puntos débiles de cada uno, se lamentó de no haber llevado su libreta consigo, puesto que ahí tenía su análisis detallado de cada uno. Aunque tenía cierta curiosidad sobre las habilidades de su pareja, pues era el único al que no había visto en acción aún.
Volteó hacia su compañero de batalla.
—Erm.. Bakugou— Llamó Izuku de forma insegura, como si el apellido del otro supiera extraño en su lengua.
— ¿Y tú que quieres?— le contestó el rubio de manera cortante, claramente sin ganas de hablar.
—C-creo que deberíamos alejarnos del centro antes que el ejercicio comience, aquí somos un blanco fácil— Dijo algo intimidado, un sentimiento que había olvidado desde hace mucho tiempo volviendo a presentarse, trató de componer su postura, ya no era igual que antes.
— ¡¿Hah!? No me digas que hacer, bastardo —
Por un momento pensó que el rubio lo tiraría a locas, pero este solo comenzó a caminar sin decirle nada, alejándose del centro del campo. Izuku no tardó en seguirle para no perderle el rastro. Colocándose a su lado en silencio.
Sin embargo, parece ser que al omega no le gustó su acción, caminando más rápido para dejarle atrás. Soltando un gruñido de advertencia.
Izuku confundido también comenzó a caminar más rápido, poniéndose a la par nuevamente. Solo para que el rubio acelerara el ritmo otra vez.
OMEGA NOS ESTÁ DESAFIANDO. HAY QUE DEMOSTRARLE A OMEGA QUE SOMOS MÁS FUERTES.
Los instintos depredadores de Izuku salieron a relucir. Su alfa ahora le exigía a Izuku a cazar, ser un alfa fuerte y aceptar el 'juego' del omega.
Así era la naturaleza de los alfas, orgullosos y dominantes. Ahora mismo, Izuku era el depredador, y Katsuki era su presa. Su cuerpo se tensó involuntariamente y sus colmillos picaban por salir y reclamar.
Izuku no compartía el mismo pensamiento que su alfa interior, pues el omega no se veía con las intenciones de jugar, si no de quizás chamuscarle la cara con una explosión y dejarlo ahí tirado.
— ¡Quédate atrás de mi, cabrón!— Dijo Katsuki, hechando humo de sus orejas.
A Izuku no le importó, y siguió con su paso acelerado. Parecía tímido y amable, fácil de aprovecharse de el, quizás en un pasado sí, cuando era tan inseguro para no decir nada. Pero el Izuku del presente también tenía su orgullo escondido, saliendo a la luz rara vez.
Esa no era una simple carrera para Izuku, si no una pelea de dominio. Una placentera lucha que encendía sus instintos de macho alfa hacia el omega rebelde.
Mientras tanto, Aizawa monitoreaba toda la situación desde las cámaras. Una situación ridícula de ver. Desde su punto de vista los dos críos solo estaban en una incómoda carrera, Bakugou tratando de tomar la delantera, e Izuku detrás suyo intentando igualarle. Ni siquiera estaban corriendo, solo caminaban muy rápido con sus piernas, lo que daba un efecto chistoso. Como cuando te estas meando y quieres correr al baño, pero sólo caminas rápido para que no se enteren de tu urgencia. O quizás el típico trote que hacen las señoras en su crisis de mediana edad al fingir hacer ejercicio.
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Cortejo Omega (Dekukatsu)
RomanceEn donde el omega interior de Katsuki se enamora a primera vista de un particular alfa verdoso ¿Cuál es el problema? Que Katsuki no es un omega normal y que Deku tampoco es un alfa ordinario. Pronto se ven envueltos en un extraño cortejo.