Bakugou despertó con más pesadez de lo normal, abrió sus ojos con amargura y se levantó a prepararse para un nuevo día de escuela.
Su rutina era la misma de siempre, pero el cansancio de su cuerpo la volvía toda una odisea, su cuerpo se sentía pesado y su mal humor era de los diablos. Incluso no fue a trotar como todas las mañanas acostumbraba a hacerlo.
Trató de eliminar la flojera de su cuerpo antes de llegar a clase sin mucho éxito. Cuando llegó solo estaban unos cuantos, como Iida, quien siempre acostumbra a llegar temprano para cubrir su papel de presidente de la clase a la perfección o Todoroki, quien se encontraba en pleno viaje astral.
Reprimió una pequeña carcajada burlona ante la imagen del estoico mitad y mitad con la boca abierta y viendo hacia un punto fijo. Parecía un tarado y se cuestionó que veían de atractivo las chicas en el.
Aventó sus cosas bruscamente en su pupitre, ignorando el regaño de cuatro ojos por subir sus pies al asiento, algunas cosas no cambian, pues llevaban con ese pequeño ritual de rebeldía-regaño desde inicios del año.
En cuestión de minutos, el salón pasó de estar en un apacible silencio a un insoportable alboroto con la llegada del resto del grupo. Cerró los ojos e ignoró todo a su alrededor cuando vio una mata de cabellos verdes cruzar la puerta. Aunque no fue de mucha ayuda, pues escuchó con atención el sonido de sus pisadas rondando por el salón.
Y entonces se congeló.
Abrió los ojos lentamente, como si tuviese miedo de hacerlo. Miró por encima de su hombro para confirmar sus sospechas. Y si.
El muy maldito tenía los huevos para atreverse a sentar detrás suyo. Consideró gruñirle y enseñarle sus caninos para asustar al tipo y que se fuese de ahí, pero frenó su idea al darse cuenta que solo se vería como un estúpido perro haciendo eso. No le agradaba para nada la presencia del alfa, mantenerse alejado de él sería más arduo con el atrás suyo.
Al parecer el alfa se percató de que alguien lo observaba y levantó la mirada.
Por un solo segundo, con los ojos aún fijos, no eran más que ellos, un momento suspendido en el tiempo. Entonces el tiempo avanzó y Katsuki reaccionó dándose la vuelta rápidamente sintiendo su propio corazón acelerarse.
Mierda, eso fue incómodo, pensó, por que no tenía otra manera de describir lo que había pasado momentos atrás.
Se tensó al percibir una mano apunto de tocarle el hombro, pero fue salvado por la llegada de Aizawa. Solo entonces se permitió respirar, uh? , no se había dado cuenta que estaba aguantando la respiración.
— Hoy toca entrenamiento— Fue lo único que dijo el vagabundo, para luego salir del salón. Dejando atrás algunas quejas cansadas que decían ¿otra vez?, ayer ya tocó, me duele todo.
Otros si se veían emocionados, como Kirishima, quien parecía tener una fuente inagotable de energía. Decidió irse acompañado con este, siendo una caminata corta pero tranquila, sin mucho diálogo entre ambos de por medio, al parecer Kirishima se percató en algún momento que su mejor amigo no se encontraba en el mejor humor para charlar. No tardaron en llegar a la sala de entrenamiento, y Bakugou no pudo evitar avergonzarse por lo sucedido en el lugar el día anterior.
—Ayer nos enfocamos en aumentar la fuerza y potencia de los ataques, pero en esta lección aumentaremos la resistencia. Dios sabrá cuantos de ustedes lo necesitan.— Dijo Aizawa con una pequeña pausa— Para esto se van a formar en parejas, la última en pie gana.—
Con lo último dicho, muchos ya empezaban a cruzar miradas con sus amigos para formarse en parejas. Miré a Kirishima, con quien usualmente entreno, ambos tenemos compatibilidad en nuestros quirks.
—¿Qué creen que hacen?— Interrumpió Aizawa— Las parejas las elijo yo, no habrán amiguitos en este entrenamiento— Continuó con una sonrisa burlona, como si disfrutara hacer sufrir a sus alumnos. Quizás si lo disfruta, maldito viejo sádico.
Las parejas empezaron a ser decididas, sintió un poco de decepción al ver que a Kirishima le tocó con Aoyama, lo mismo con el resto de sus amigos, Ashido quedó emparejada con Uraraka, Sero con Todoroki, Denki con Ojiro. Todos a los que podía tolerar ya tenían una pareja asignada.
Poco a poco se iban agotando los compañeros libres. Iida con Hakagure, Yaoyorozu con Jiro, Shoji con Mineta..
De un momento a otro solo quedaba el alfa peliverde y el omega rubio.
Eso solo indicaba lo inevitable.
Midoriya y Bakugou habían quedado emparejados para la actividad.
¿QUÉ MIERDA ESTABA PENSANDO AIZAWA?
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Holiii, perdón por tardar tanto en actualizar, no pensé que la prepa absorbiera tanto de mi tiempo, como sea, estoy de vacaciones! espero poder actualizar más seguido. También decidí alargar la historia.
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Cortejo Omega (Dekukatsu)
RomanceEn donde el omega interior de Katsuki se enamora a primera vista de un particular alfa verdoso ¿Cuál es el problema? Que Katsuki no es un omega normal y que Deku tampoco es un alfa ordinario. Pronto se ven envueltos en un extraño cortejo.