Lee Taeyong, un omega dominante de 25 años de edad, quién tiene una relación desde hace cuatro años con su alfa destinado, Jeong Jaehyun.
Su relación era por más, una de las más envidiadas por muchos, ya que además de estar unidos por el laso, todo...
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Día siguiente.
10:21 A. M.
Jeong, cocinaba tranquilamente el desayuno para su prometido, afortunadamente, había amanecido algo mejor, durante la noche no tuvo fiebre y su omega ya no desprendía tantas feromonas
Al terminar, puso todo en una charola y lo subió a la habitación, al entrar, sonrió al ver a su pareja recién bañado, con su cabello aún mojado, la toalla al rededor de su cuello y vestido con su pijama.
—Jae, no tengo hambre.—Hace un puchero.—Me duele todo el cuerpo.
—Justamente por eso tienes que comer, después tienes que tomar tus pastillas y dormir un rato.
Taeyong, no dijo nada y simplemente asintió, se sentó en la cama, en medio de su nido, cuando el alfa le acercó la charola con la comida, inmediatamente salió corriendo al baño.
Jaehyun, al ver eso, se preocupó demaciado y fué detrás de él menor.
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Él mayor acarició el cabello del pelinegro, se había quedado dormido sin poder comer, ya que las náuseas y vómito se hacían presentes cada que intentaba pasar alimento.
Ya que miró, que estaba profundamente dormido, se levantó con cuidado y llevó los trastes sucios a la cocina, necesitaba ordenar un poco.
Aunque, su idea se vió interrumpida cuando sintió los brazos de su omega en su cintura.
—No quiero estar solo...
—Solo bajé un momento, vamos a la cama.
Taeyong, hizo un sonido de afirmación.
Jeong, volteó para abrazar a su omega, sintiendo como este se pegaba más a su cuello, olfateando su aroma.
—Me gusta tú olor, me tranquiliza mucho.
—¿La ropa que tienes en el nido no funciona?.
—No es lo mismo, te prefiero mil veces a tí, que a una simple prenda.
Él alfa pudo notar cómo el pelinegro se comenzaba a frotar en su pierna, soltando pequeños jadeos y cerraba sus ojos con fuerza.
