3. La dama sombra

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Día 3: Casa embrujada.

¿Ya estas llegando? -preguntó Vegeta mientras hablaba por teléfono, Bulma lo había llamado ya que quería saber bien dónde era la casa.

Se encontraba en la casa que habían comprado sus padres que era una mansión que se veía bastante antigua, se decía que solía pertenecer al fundador del pueblo hasta que la puso en venta por alguna razón.

Sus padres le habían pedido que fuera unos días a quedarse en la casa para poder acomodar algunas de las cosas que habían enviado, sus padres todavía no habían llegado ya que se estaban ocupando de las cosas que faltaban de la mudanza.
Había decidido invitar a Bulma para que pasaran un rato a solas, últimamente siempre que querían salir juntos se cruzaban con alguien del pueblo que interrumpía sus citas.

Si ya estoy cerca, papá estaba buscando la dirección para guiarme. Espérame-respondió la peliazul a través del teléfono, luego de eso colgó ya que pronto estaría ahí. Era algo más complicado ir ya que la casa estaba del otro lado del pueblo y si bien Bulma conocía casi todo en general no era una zona que frecuentara tanto.

Bulma llegó a los pocos minutos y entró sonriente con algunas cosas que había llevado para pasar el rato allí.

Hola Vegeta- lo saludó animada la peliazul- Traje comida y una manta- dijo la chica con una sonrisa.

¿Para qué es la manta? -preguntó Vegeta confundido, Bulma solo le sonrió ya que nada le parecía más divertido que poder estar allí con él.

Este lugar es muy grande ¿No te da miedo? -preguntó Bulma pensativa, desde afuera la casa se veía enorme- ¿Para qué quieren una casa tan grande tus padres si ni siquiera vives con ellos? -preguntó confundida.

No lo sé, aunque Tarble se va a quedar con ellos. Supongo que les gustaba el diseño, se ve bastante antigua- dijo Vegeta pensativo, realmente no sabía por qué sus padres querían aquella mansión en particular.

La casa que tenías cuando vivías aquí era más pequeña- recordó Bulma, había ido algunas veces cuando ellos eran pequeños ya que solían jugar juntos a veces- ¿Quieres que te ayude a desempacar más cosas? -preguntó al ver que había cajas por doquier, aunque no dificultaba circular por la casa ya que era inmensa.

Ya he desempacado algunas, pero no es necesario, solo debería buscar en cuál de ellas están los cubiertos y las cosas de la cocina-comentó, si más tarde querían comer algo no tener los utensilios a mano lo haría difícil.

Yo te ayudo a buscarlos y luego vamos a hacer algo de comer- le sugirió Bulma, Vegeta la había invitado en la tarde para que se quedara a dormir luego.

De acuerdo, pero ten cuidado con las cajas, están pesadas-le advirtió, Bulma asintió y los dos comenzaron a buscar. Al cabo de un rato pudieron encontrar todo lo que necesitaban.

Bulma había dejado una caja en el piso y se dio la vuelta para poder dejar lo que había sacado en la mesa, como le faltaban más cosas se dio la vuelta para buscarlas y notó que la caja no estaba en el mismo lugar. Le había parecido que la misma estaba varios centímetros más a la izquierda antes.

Miró a Vegeta que estaba sacando cosas de una caja que estaba en la mesa y se extrañó por ello ya que no era posible que él la hubiera movido sin que lo hubiera visto. Le restó importancia imaginando que podría ser confusión suya, después de todo había abierto varias cajas ya y podría haberse mareado un poco.

Creo que ya está todo-dijo Vegeta al verla acercar a la mesa lo que había traído de la caja. Ya tenían los vasos, los platos y los cubiertos además de otros elementos de cocina que necesitarían.

En la niebla de HakurenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora