El despreciado y sombrío shou renació.

Capítulo 72. Rocío Frío (1).

Capítulo 72. Rocío Frío (1).

No sé en qué momento el Príncipe heredero se acercó por detrás de mí. Me abrazó por los hombros una vez más y me dijo en voz baja:━━ ¿Tienes miedo? Si es así, vámonos primero.

Todo lo que veía frente a mí era a Lin Chongtan vomitando sangre. Había vomitado mucha sangre, ¿iba a morir?

No quería que muriera tan fácilmente, aún no había sido realmente desacreditado y despreciado por todos.

No podía escuchar lo que el Príncipe heredero me estaba diciendo, hasta que extendió su mano y cubrió mis ojos.

━━ Está bien, está bien, no mires más. Hoy nos iremos primero y volveremos otro día━━ dijo el Príncipe heredero mientras me sujetaba por los hombros y me llevaba hacia afuera.

Caminé unos pasos siguiendo su ritmo, pero como no podía ver el camino con los ojos cubiertos, inevitablemente bajé su mano. Al mismo tiempo, creo que escuché el sonido de grilletes moviéndose.

━━ No tengo miedo. Si no ha muerto, hermano Príncipe heredero, llama a un médico para que lo revise. No quiero que muera tan fácilmente━━ dije girando la cabeza hacia el Príncipe heredero.

Al escuchar mis palabras, el Príncipe heredero preguntó:━━ ¿Y si está muerto?

━━ Entonces que su familia venga a reclamar el cuerpo━━ dije antes de caminar hacia adelante.

Volví primero al carruaje, el Príncipe heredero subió un paso después. Los dos nos sentamos en el carruaje sin mencionar lo ocurrido en la prisión. El carruaje avanzaba lentamente, y cuando llegamos a las calles bulliciosas del mercado, escuché la voz de un niño pequeño fuera de la ventana.

━━ ¡Papá, quiero comprar esto!

Seguido por la voz risueña de un hombre:━━ Está bien, se acerca el Año Nuevo, te lo concederé.

¿Ya se acercaba el Año Nuevo?

El tiempo había pasado tan rápido.

Abrí suavemente una rendija en la ventana del carruaje. Como se acercaba el fin de año, todas las familias habían salido a comprar provisiones para el Año Nuevo, y las calles estaban muy animadas.

Este sería mi tercer Año Nuevo en la capital.

Cada Año Nuevo lo pasaba con la familia del tío tercero. Aunque la mesa estaba animada, la mayor parte de la animación giraba en torno a Lin Chongtan. Durante toda la cena de Año Nuevo, apenas podía decir unas pocas palabras, pero después de la vigilia de Año Nuevo, Lin Chongtan se escabullía en secreto a mi patio.

Fue entonces cuando me enteré de que alguien como Lin Chongtan también podía saltar muros.

En el Año Nuevo del vigésimo segundo año de la era Tianli, después de la vigilia, me encerré en mi habitación a contar los sobres rojos. En realidad, ya los había contado antes y no había mucho que contar, porque solo había dos en total. El tío tercero y la tía tercera me habían dado uno cada uno.

Pero yo quería los sobres rojos de mi padre y mi madre.

Después de contar los sobres rojos, todavía no tenía sueño. Liang Ji ya estaba roncando en la habitación exterior, exhausto por limpiar el patio estos últimos días.

Decidí sacar un libro y prepararme para memorizar un pasaje antes de dormir. Justo cuando estaba en medio de ello, sentí que algo golpeó mi ventana.

Me detuve al instante.