Capítulo 39. Mangzhong (1).
Evité la mirada de Lin Chongtan, bajando los ojos hacia otro lado. Cuando lo escuché pronunciar la primera palabra, rápidamente lo rodeé y caminé hacia adelante.
Al rozar su hombro, mis pasos vacilaron ligeramente.
No continué con las clases siguientes, usé la excusa de que no me sentía bien y regresé temprano al palacio, pero no esperaba que la duodécima princesa también estuviera allí.
Al verme, sus ojos se iluminaron y corrió hacia mí levantando su falda━━ Noveno hermano, por fin has vuelto.
La Consorte Imperial Zhuang, sentada en una silla junto a la ventana, sonrió con gracia al ver esto━━ La duodécima princesa ha estado preguntando por ti todo el tiempo, queriendo saber cuándo regresarías.
Desde que se descubrió el incidente de mi secuestro, me había vuelto algo distante con la duodécima princesa. No sabía si ella estaba involucrada en mi secuestro, pero al fin y al cabo era la hermana de sangre del Príncipe heredero.
Asentí ligeramente a la duodécima princesa y me acerqué a la Consorte Imperial Zhuang. Últimamente ella había estado transcribiendo sutras budistas y a menudo tenía dolor de cuello. Yo había aprendido especialmente a dar masajes en casa antes, pero aún no había tenido la oportunidad de darle uno a mi madre.
La Consorte Imperial Zhuang se dio cuenta de que le estaba masajeando los hombros y se volvió para sonreírme. La duodécima princesa nos miró a ambos y luego se acercó también. ━━ Consorte Imperial Zhuang, déjame darte un masaje también.
━━ Eso no estaría bien, las manos de una joven dama son delicadas, no deberías hacer este tipo de tareas━━ dijo la Consorte Imperial Zhuang sonriendo a la duodécima princesa. La duodécima princesa asintió tímidamente, me miró de nuevo a la cara, y al ver que yo solo me concentraba en masajear a la Consorte Imperial Zhuang, no tuvo más remedio que sentarse a un lado.
El humo del incienso flotaba en el aire mientras yo me concentraba en masajear a la Consorte Imperial Zhuang. De repente, escuché un suave sollozo. La Consorte Imperial Zhuang dejó su pincel y usó un pañuelo para limpiar las lágrimas de la duodécima princesa. ━━ Mi pequeña, ¿por qué lloras de repente?
La duodécima princesa lloraba mientras me miraba, sin decir nada. Fruncí el ceño y me mordí el labio, no tuve más remedio que bajar las manos━━ Madre, si quieres seguir copiando los sutras, quizás la duodécima hermana se esté aburriendo. La llevaré a tomar un té de frutas.
━━ Está bien, vayan a jugar ustedes dos━━ dijo la Consorte Imperial Zhuang. Antes de que me fuera, me dio unas palmaditas en la mano. Entendí su intención y le di una sonrisa tranquilizadora.
Ya no soy un niño pequeño, no puedo depender de ella para que me proteja en todo, y la duodécima princesa, después de todo, es solo una niña.
Llevé a la duodécima princesa al pabellón sur y ordené a los sirvientes que trajeran té de frutas y aperitivos. La duodécima princesa era claramente golosa; aunque todavía tenía lágrimas en los ojos, se limpió las manos para tomar los aperitivos, mirándome cada vez que comía uno. Cuando terminó de comer, se acercó a mí con aire afligido.
━━ Noveno hermano real, ¿por qué eres tan frío conmigo?
Mi mal humor se había disipado considerablemente debido a su glotonería. En realidad, yo también había pensado en ser un buen hermano mayor━━ No es así, es solo que hace calor.
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El despreciado y sombrío shou renació.
De Todo[Primera persona] >>Sinopsis no completa: A los trece años, Chundi finalmente descubrió que había sido intercambiado al nacer. No era el hijo de un jugador, sino el hijo de la familia Lin, la más rica de Suzhou. Regresó a su verdadero hogar...
