¿¡Es sabo!?

Cap 6

**Reencuentros**
Tres meses después
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Sabo bajaba lentamente la pasarela del barco, sus pies rozando con suavidad la madera vieja y desgastada. Sentía el viento fresco del puerto acariciar su rostro mientras su mente se llenaba de recuerdos recientes y antiguos. Finalmente, su memoria estaba completa. Recordaba todo: los días de aventuras con Ace, las tardes con Luffy y hasta las enseñanzas duras pero bien intencionadas de Garp.

No había sido fácil recuperar esos fragmentos perdidos de su vida, pero ahora todo estaba claro. Luffy era su hermano, al igual que Ace, y Garp... Garp había sido una figura imponente y, de algún modo, un abuelo para los tres.

Con el corazón latiéndole fuerte, Sabo divisó a la distancia la inconfundible silueta del Vicealmirante Garp, esperando en el puerto. Parecía estar en medio de una conversación, con sus brazos cruzados y su típica sonrisa arrogante en el rostro. No tenía idea de lo que estaba a punto de suceder.

Ace, que caminaba detrás de Sabo, intercambió una mirada con él. Había tensión en el aire. Los dos sabían que el momento no sería fácil, pero era necesario. Después de todo, Garp también había creído que Sabo estaba muerto durante todos esos años.

—Tú primero —murmuró Ace, dándole un leve empujón en la espalda.

Sabo tragó saliva y avanzó. A medida que se acercaba, la mirada de Garp se fue posando en él, con sus cejas frunciéndose gradualmente. El Vicealmirante notó la familiaridad en el rostro de aquel joven revolucionario que se aproximaba, pero no quería creer lo que veía.

—Garp... —dijo Sabo, alzando un poco la voz cuando ya estaba a unos pocos metros. Sus palabras se perdieron en la sorpresa del veterano.

El silencio cayó sobre ellos como un manto pesado. Los ojos de Garp se abrieron de par en par, y por primera vez en mucho tiempo, la expresión de alguien tan endurecido por la guerra y la vida pareció tambalearse. Sabo sabía que estaba por enfrentar a alguien que rara vez mostraba vulnerabilidad, pero el reencuentro no dejaría espacio para la dureza.

—¿Sabo...? —La voz de Garp temblaba ligeramente, algo que era casi inaudito en él.

Sabo asintió lentamente, viendo cómo el hombre mayor se acercaba con pasos rápidos, casi desesperados. La tensión del momento era palpable. Garp lo agarró por los hombros con fuerza, como si no pudiera creer lo que tenía frente a sus ojos.

—¿Cómo... cómo es posible? —preguntó Garp, inspeccionando a Sabo, buscando cualquier señal de que aquello fuera un sueño o una ilusión.

Ace, observando desde atrás, esbozó una pequeña sonrisa. Por mucho que quisiera mantener su orgullo intacto frente a Garp, ver la reacción del viejo hombre al reencontrarse con Sabo le provocaba una emoción cálida que no podía ignorar.

—He vuelto, —respondió. Garp respiró hondo, y aunque intentó ocultarlo, un destello de alivio cruzó su rostro.

—¿Por qué demonios no te hiciste presente antes? —rugió Garp de repente, en un intento de recuperar su compostura. Era su manera de lidiar con la avalancha de emociones que lo abrumaban. —¡Nos hiciste creer que estabas muerto, mocoso!

—No fue mi elección... —Sabo respondió con calma, apartando la mirada por un momento. No estaba listo para contar todos los detalles, pero Garp no necesitaba saber todo en ese instante.