Cap 7

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Capítulo Final: Hermanos, hasta siempre

El sol se hundía lentamente en el horizonte, tiñendo el cielo con tonos anaranjados y púrpuras que se reflejaban sobre el mar tranquilo. Ace, Luffy y Sabo, exhaustos pero con sonrisas en el rostro, se encontraban sentados en la playa, alejados de las aventuras y responsabilidades que normalmente los rodeaban. Por primera vez en mucho tiempo, los tres hermanos podían disfrutar de un momento de paz.

Luffy se recostó en la arena, mirando el cielo, mientras Sabo sacudía la cabeza con una sonrisa. Ace, a su lado, dejaba escapar una carcajada ligera, sintiendo el calor del momento, ese que había anhelado durante tanto tiempo.

—Nunca pensé que podríamos volver a estar aquí, juntos —comentó Ace, sus ojos brillando con una mezcla de nostalgia y gratitud.

Luffy, sin dejar de mirar el cielo, respondió con su habitual despreocupación.

—¡Estaremos juntos siempre! —exclamó, riendo mientras hacía rodar su sombrero de paja entre sus manos—. Nada puede separarnos ahora, ni siquiera el mar.

Sabo sonrió, aunque en su interior sabía que, por mucho que quisieran, las cosas no eran tan simples. Había demasiado por hacer, demasiadas responsabilidades, tanto en la Revolución como en la vida de piratas que cada uno había elegido.

—Sabes que tarde o temprano tendremos que separarnos otra vez, ¿verdad? —murmuró Sabo, rompiendo la magia del momento, aunque con una sonrisa tranquila que mostraba aceptación. Miró a sus hermanos, sabiendo que debían enfrentar la realidad—. Pero eso no significa que dejemos de ser hermanos. No importa dónde estemos, siempre estaremos conectados.

Ace, siempre el protector, asintió con firmeza.

—Nos hemos separado antes, y míranos ahora. Siempre encontraremos el camino de vuelta. Somos familia. Eso nunca cambiará.

Por un breve momento, Luffy dejó de sonreír tanto, absorbiendo el peso de las palabras de sus hermanos. Sabía que ambos tenían razón, pero su optimismo inquebrantable no se apagaba.

—¡Eso no importa! —dijo finalmente, levantándose y sacudiendo la arena de su pantalón—. Lo importante es que ahora estamos juntos. Y si nos separamos otra vez, ¡simplemente volveremos a vernos! —Luffy se giró hacia ellos con su gran sonrisa despreocupada—. ¡No es tan complicado!

Sabo no pudo evitar reírse ante la simpleza de su hermano menor, mientras Ace soltaba una carcajada fuerte. A veces, la manera en que Luffy veía el mundo era tan ridícula que se sentía extrañamente reconfortante.

—Entonces, cuando llegue el momento... —Sabo los observó con seriedad, aunque con una mirada suave—. Nos volveremos a encontrar. Tal vez sea en el Nuevo Mundo, o en algún lugar inesperado, pero sé que lo haremos.

Ace y Luffy asintieron al unísono, compartiendo una mirada cómplice. El lazo que los unía era inquebrantable, y esa promesa silenciosa de volver a reunirse, sin importar qué, llenaba el aire.

Unos minutos después, la tripulación de Luffy se les unió, trayendo bebidas y comida para compartir. Zoro y Sanji, como siempre, comenzaron a pelearse por cosas insignificantes, mientras Usopp y Chopper reían a carcajadas. Nami, con una expresión de cansancio pero también de ternura, lanzó un comentario sobre lo caóticos que eran todos, mientras Franky y Brook improvisaban música y cantos.

—¡Esto se está volviendo una fiesta! —gritó Franky, alzando su vaso—. ¡Super!

—Es lo que necesitamos después de todo lo que hemos pasado —dijo Usopp, que también alzó su vaso.

¿¡Es sabo!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora