「¿Que sucedió durante el salto temporal? 」
SIETE AÑOS HAN PASADO desde la muerte de Rick Grimes, años en los que Samara y Carl enfrentaron desafíos, y no solo con la comunidad que ahora lideraban, si no con la nueva responsabilidad que tenían.
Un d...
pdta 2: si tengo lectores peruanos sabran de donde viene la canción que puse.
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Carl Grimes.
Tristeza y soledad eran las únicas palabras que invadían mi mente, repitiéndose como un eco incesante que no me dejaba respirar en paz. Era como si, a pesar de todo el tiempo que había pasado desde la muerte de papá, el dolor seguía aferrándose a mi pecho, sofocándome, impidiéndome sentir cualquier otra cosa. Y lo más extraño es que no debería sentirme así, no ahora, no después de tanto. Pero esa tristeza... era como un viejo amigo que se rehúsa a irse.
No me había sentido tan destrozado desde que mamá murió, o desde que Samara desapareció, haciéndome creer que también había muerto.
Rick Grimes... Para algunos, perderlo fue como ver desmoronarse a un gran líder, el único que mantenía todo esto unido. Pero para mí... Para mí fue perder a un padre. Mi padre. El único que sabía guiarme en medio de este caos que llamamos vida.
Y luego estaba la soledad, una soledad rara y desconcertante. Es irónico, porque no estoy solo. Tengo a una esposa que se preocupa por mí, una hermana que me quiere y un mejor amigo que siempre está dispuesto a escucharme, aunque a veces no digamos ni una sola palabra. Pero a pesar de todo eso, me siento atrapado en una burbuja, viendo cómo todos a mi alrededor siguen adelante, mientras yo estoy congelado en el tiempo. No importa cuántos intenten acercarse, siempre me siento... distante. Desconectado.
¿Así se sentía Samara cuando decidió irse? No lo sé. Cada uno de nosotros tiene un universo entero dentro, y el suyo debe haber sido diferente al mío. Quizás eso fue lo que nos separó.
Abrí la puerta de casa, estaba cansado, quería dormir un rato y luego tal vez jugar con Judith antes de dormir, leerle un cuento o algo parecido. Quería estar ahí para ella y que no sienta la ausencia de papá.
Pero entonces, mis pasos se detuvieron en seco al escuchar voces provenientes de mi habitación. Fruncí el ceño, avanzando con cautela hasta que reconocí una de las voces. Samara. Abrí la puerta y, con el corazón acelerado, pregunté:
─ ¿Celebrar qué?
Había escuchado algo como "celebremos", pero no entendía qué significaba. Samara me miró, y pude ver algo en sus ojos que me asustó.
─ Amor ─dijo con una calma que no encajaba con todo esto ─, necesito que sepas algo.
Vi cómo John y Cameron huyeron cual fantasmas al rincón más alejado de la habitación, deteniéndose solo cuando chocaron con la pared del baño. No podía descifrar su expresión; parecían estar sorprendidos, confundidos, asustados, preocupados, no lo sé.
