A Tharn le dolió el corazón al escuchar las palabras de Ares y se puso a pensar que, en realidad, él había firmado un contrato con Ares como pareja y que Ares hacía este tipo de cosas normalmente con sus parejas. Tharn apretó los puños ligeramente, luchando por no golpear a Ares en la cara y dejarlo en ridículo frente a todos. Aunque se sentía como si lo estuvieran menospreciando, no culpaba solo a Ares, ya que él mismo había firmado el contrato para ser su pareja. Tharn respiró hondo para controlar sus emociones. Sus ojos ardían un poco, pero trató de contener las lágrimas.
"¿Te gusta mucho pagar a tus parejas?", preguntó Tharn con voz contenida.
"Sí", respondió Ares. Tharn asintió lentamente.
"Si quiero comprar algo, ¿me lo darías?", preguntó Tharn.
"Mmm", respondió Ares con un sonido gutural. Por qué le quería comprar cosas a Tharn, ya que él casi nunca le pedía nada, a diferencia de otras personas. Ares se olvidó de que ya había elevado a Tharn a un nivel de importancia mayor que el de una simple pareja.
"Está bien", respondió Tharn, antes de volverse hacia el empleado que le estaba mostrando diferentes collares. Tharn los examinó con amargura en su corazón, pero mantuvo la cabeza en alto, sin mostrar su debilidad interior. Eligió un collar de oro blanco con un dije de diamantes brillantes.
"Elegiste bien", comentó Ares, porque pensó que el collar que Tharn había elegido le quedaba perfecto. El empleado sonrió ampliamente, ya que el collar que Tharn había elegido costaba casi trescientos mil pesos.
"Toma esta", dijo Ares. Rafa, sin dudarlo, le pasó la tarjeta de crédito al empleado.
"Ya le digo que te la ponga", dijo Ares, tomando el collar que Tharn había elegido y poniéndoselo. Tharn se quedó quieto, sin mostrar ni alegría ni disgusto por el collar que él mismo había escogido. Aunque lo había elegido porque realmente le gustaba, no fue una elección casual.
"Tu cuello y tus hombros son hermosos, le queda perfecto a este collar", comentó Ares mientras le ponía el collar. Si no hubiera habido palabras que hubieran herido los sentimientos de Tharn antes, él se habría sentido orgulloso con ese cumplido. Pero ahora, no sentía nada. Ares observó el collar en el cuello de Tharn con satisfacción.
"¿Quieres ver algo más?", preguntó Ares.
"Sí, pensando bien, hay muchas cosas que me gustaría tener", respondió Tharn con voz tranquila, esbozando una sonrisa en la comisura de sus labios.
"Vamos entonces", respondió Ares con entusiasmo. Y después de eso, Tharn entró y salió de varias tiendas de marcas de lujo, comprando muchas cosas: bolsos, zapatos, perfumes, ropa y mucho más. Incluso Ares se sorprendió, porque parecía que Tharn simplemente tomaba las cosas de los estantes y se las entregaba a Rafa para que pagara. Ares no tenía problema con que Tharn comprara tantas cosas, pero de repente sintió algo en el ambiente que emanaba de Tharn.
"¡Zas!" Ares tomó la mano de Tharn, quien estaba a punto de coger una camisa del perchero, y se detuvo un poco. Luego, miró a Ares.
"¿Qué te pasa?", preguntó Ares.
"Estoy comprando", respondió Tharn con voz tranquila.
"¿Estás seguro de que realmente lo estás eligiendo?", preguntó Ares.
"¿Por qué? ¿Ya no quieres pagar?", respondió Tharn.
"Yo te puedo comprar lo que quieras, solo quiero que lo desees de verdad", dijo Ares. Tharn soltó un gruñido.
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"Pajarito De Cabaret"
CasualeUn malvado Tigre llamado Ares quiere controlar el cuerpo y el corazón de Tharn para que le pertenezcan sólo a él. Por ello, utiliza varios trucos para atarlo a sí mismo. ¿Pero quién dijo que el pequeño Tharn se rendiría sin luchar?.