HUMANIDAD [ DAIMON SALVATORE ] [ 1 ] [ EN EDICIÓN ]

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CAPÍTULO QUINCE | EL ASESINATO DE UNO

——• o ° ☆: *). *: ☆ '——

LA BRUJA EVANS SE QUEDÓ EN CASA DE CAROLINE DESDE QUE ELLA Y DAMON SE SEPARARON.

Después de todo, no había forma de que Riley pudiera volver a la casa de los Salvatore y quedarse allí después de todo lo que había sucedido entonces, cuando Caroline le ofreció a Riley la habitación libre en su casa, supo que era la oportunidad perfecta para salir de la situación por completo.

No había dormido mucho si Riley fuera honesta, todo lo que hizo fue quedarse allí a oscuras y pensar en lo jodido que había acabado todo en lo jodido que habían acabado ella y Damon Recibió diecisiete llamadas perdidas, catorce mensajes de texto y ocho mensajes de voz de Damon, pero no quería oír nada de eso.

—Riles —la voz de Caroline llamó a la rubia rojiza, que estaba acostada en la habitación de invitados de los Forbes envuelta en una gran manta mullida— Traje a alguien para que te vea.

—Si es Damon, dile que me deje en paz —murmuró Riley en voz baja ni siquiera miró a Caroline ni a su visitante.

—Menos mal que no soy él entonces, ¿verdad? —Stefan se rió inocentemente mientras entraba en la habitación con las manos en los bolsillos de sus vaqueros.

"Los dejaré para que hablen", Caroline le dio a Stefan una pequeña sonrisa y luego salió de la habitación.

Stefan se aclaró la garganta y se sentó en el borde de la cama, al lado de Riley la rubia rojiza seguía mirando distraídamente por la ventana "Te envié muchos mensajes de texto".

—Sí —Riley agarró su teléfono y revisó las docenas de llamadas perdidas— al parecer, todo el mundo lo ha hecho mi teléfono ha estado en modo no molestar supongo que probablemente puedas entender por qué —se burló y luego volvió a colocar el teléfono sobre el escritorio.

—Riley, vamos tienes que salir de esta casa, no es saludable para ti.

Una risita salió de los labios de la brujita y Stefan frunció el ceño "No lo que no es sano es que me dejé enamorar de un psicótico maníaco yo sabía que no era así siempre sé que no era así".

—Me siento un poco ofendido sobre todo porque, ya sabes, cuando me alimento demasiado le arranco la cabeza a la gente Accidentalmente, por supuesto —Stefan se encogió de hombros al instante y vio una pequeña sonrisa dibujarse en sus labios— ¡Mira, ahí está! Esa sonrisa.

—Hm —Riley se aclaró la garganta y apoyó la cabeza en las manos mientras sus ojos estaban fijos en Stefan— Escuché a Caroline mencionar algo sobre doce estacas.

—Sí tenemos doce estacas de roble blanco y, bueno, matar a los originales debería ser un trabajo fácil considerando que todavía están todos vinculados —Stefan enderezó su postura y luego suspiró—. Supongo que no podrías...