¡Tengo la mala suerte de conocerte durante ocho vidas! /// GL

Capítulo 2



Aprovechando 10 minutos antes de salir del trabajo, rápidamente saqué el pequeño espejo para arreglarme. La cita a ciegas esta vez fue en un restaurante occidental de muy alta gama.

Mi teléfono vibró y lo toqué con mis manos y eché un vistazo antes de responderlo apresuradamente, declarando de antemano: "¡Solo puedo darte tres minutos porque tengo algo que hacer más tarde!"

"Oye, estoy abajo en tu compañía, ¿qué tal si te llevo a dar un paseo después del trabajo?"

Me sorprendí y rápidamente me asomé por la ventana. Dieciocho pisos más abajo, era pequeña hasta cierto punto, pero aún exuda una atracción infinita.

"¡No es bueno!" Apreté los dientes, "¿Por qué siempre haces cosas así? ¡Estoy ocupada esta noche!"

"¿Tienes algo que hacer? Oh, ah, no importa, estás ocupada. Entonces daré un paseo por mi cuenta y volveré".

El viento frío silba salvajemente desde mis oídos, la motocicleta está a punto de volar en la carretera escasamente poblada, y me veo obligada a cerrar los ojos y abrazar su cintura tan fuerte que sospecho que mis pestañas postizas están a punto de ser arrancadas por el viento.

¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¡Me estoy congelando! ¡Estoy acostumbrada a usar un cortavientos delgado para el invierno! Quién iba a decir que la poco fiable Jade de repente se haría una idea equivocada...

Está bien, admitiré que soy yo el que tiene el nervio equivocado. Porque ninguna persona en su sano juicio con una mente normal renunciaría a una cena de bistec y al aire acondicionado caliente y luego elegiría ser una chica de carreras de resistencia con la cara llena de maquillaje en un día que no supere los 5 grados: estoy loca, estoy loca...

No sé cuánto tiempo había estado pasando, pero estaba completamente oscuro cuando nos detuvimos. Cuando salí de la moto, miré a mi alrededor confundido, y lo único de lo que podía estar seguro era de que debía haber llegado a algún lugar cerca del campo.

Porque la temperatura aquí, en comparación con antes, parecía ser dos grados más baja...

Comenzó a golpear la gran bolsa, y pronto tuvo una pila en el suelo: una docena de cervezas y algunos bocadillos que eran más increíbles que la cerveza.

"Bueno, esto es todo. Aquí está".

Hablaba consigo misma mientras yacía. Las comisuras de mi boca se torcieron, "¿Entonces me llevaste aquí para hacer un picnic conmigo?"

Ella no respondió, solo negó con la cabeza muy profundamente, "Los bocadillos son todos tuyos, siéntete libre de comer".

Dijo mientras abría en silencio una lata de cerveza. Su atención era lejana, vacía, y las luces de miles de hogares reflejaban el color de sus ojos perdidos. El lado delicado y esculpido de su rostro estaba embrujado por jirones de cabello.

La imagen me hizo experimentar algo parecido a náuseas matutinas de inmediato.

"Todavía no has terminado con tu ruptura, ¿verdad?"

"... Un poco de simpatía, ¿de acuerdo? Me han dejado por tercera vez..."

"Sí, entonces es hora de acostumbrarse, ¿verdad?"

"Solo porque renuncié esta vez, ella dijo que no tenía sentido de la responsabilidad". Ella estaba indignada: "También dijo que no solo no pensaba en nuestro futuro, sino que ni siquiera pensaba en mi propio futuro..."

"¡Eso es exactamente correcto!" Simplemente quiero aplaudir el hecho de que todavía existan algunos tan perspicaces entre sus currucas. ¡No es de extrañar que la dejaran!