El viento helado azotaba las ruinas del Reino Dorado, un lugar que había brillado con la luz del sol y la felicidad, ahora reducido a escombros y desolación. Nozomi, Merlin y Ryu avanzaban con pasos cautelosos, sus corazones latían con la pesadez de la nostalgia y la tristeza. La visión de lo que había sido su hogar era un golpe en el alma, un recordatorio de que la guerra no solo destruye edificios, sino también sueños.
—El Reino Dorado, el reino de mi madre, Naomi —murmuró Nozomi, su voz quebrada por la emoción mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Observó cómo los fragmentos dorados de lo que una vez fue el castillo flotaban en el aire, como si el tiempo se hubiera detenido en un instante de dolor.
—Al parecer, Sam no dejó nada por salvar —respondió Ryu, con un tono de incredulidad. Miraba a su alrededor, intentando comprender la magnitud de la devastación.
Caminaron entre los escombros, sus pasos resonando en el silencio sepulcral que envolvía el lugar. El cielo, cubierto de nubes grises, parecía llorar por las almas que habían perdido la vida en la lucha contra el rey Cal'ul. Era un recordatorio sombrío de que la gloria del pasado se había desvanecido como un sueño.
—Supongo que el rey combatió muy valientemente —dijo Ryu, su voz un susurro entre el eco de las ruinas. La tristeza en su mirada era evidente, y se preguntaba si había algo que pudiera haber hecho para cambiar el destino del reino.
—Sí, y ahora sabemos lo que Sam es capaz de hacer por solo unas piedras —afirmó Merlin, su tono grave y reflexivo. Había una chispa de rabia en sus ojos, una ira contenida que apenas podía ocultar. El recuerdo de la traición y la destrucción aún ardía en su pecho.
—Exacto. Ahora solo quiero golpearlo en la cara —exclamó Ryu, apretando los puños con determinación. La ira lo consumía, y aunque sabía que la violencia no siempre era la respuesta, el deseo de hacer justicia lo impulsaba hacia adelante.
—Sam no se detendrá hasta conseguir las piedras que le faltan. Seguramente anda localizando a Angel —dijo Merlin, con un tono sombrío. La preocupación dibujaba líneas en su frente, y sabía que el tiempo no estaba de su lado.
—Tienes razón. Pero, ¿dónde lo localizamos antes que Sam? —preguntó Ryu, su mente trabajando a mil por hora mientras trataba de idear un plan.
En medio de sus cavilaciones, Nozomi se detuvo. Un sonido peculiar había atraído su atención, un llanto que surgía de una casa destruida cercana. Su corazón se aceleró.
—¿Qué son esos ruidos? —preguntó Ryu, frunciendo el ceño.
Sin pensarlo dos veces, Nozomi se apresuró hacia la casa. El lugar estaba en ruinas, pero entre las sombras y el polvo, un pequeño ser llamó su atención. Un bebé lloraba, rodeado de espadas rotas y fragmentos de lo que había sido un hogar.
—No puede ser, es Viví —exclamó Nozomi, sus ojos se iluminaron con una mezcla de sorpresa y alegría. Se acercó con cautela, agachándose para recoger a la pequeña entre sus brazos.
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GUERREROS DIMENSIONALES parte 0 - el conquistador multiversal
FantasiaEn "Guerreros Dimensionales Parte 0 - El Conquistador Multiversal", los hermanos Angel y Sarah son transportados a un mundo de fantasía donde descubren la existencia de múltiples universos y su papel crucial en salvarlos. Con poderes recién adquirid...