Cap. 5 "pepinos de mar"

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El tema de mi madre es algo muy delicado para mí, incluso más que el de mis piernas.

Decir o escuchar su nombre solo hace que me sumerja aún más en mis pensamientos; y mientras más pienso, me siento más miserable; y cuando más miserable me siento, yo... Soy menos feliz.

Bueno, lo admito, mi autoestima está por el suelo.

.....

Ya estando afuera, traté de relajarme un poco y tomé un libro para leerlo, el cuál Augusto había traído sabiendo que lo querría.

En este momento estoy en mi tiempo libre antes de mi siesta de las 2:00.

Leer es mi pasatiempo favorito, incluso más que mirar la ventana, porque al leer no me menosprecio tanto como lo hago al estar viendo por la ventana, ya que al leer dejo de pensar un poco en mí mismo y me concentro más en el desarrollo y escenas de la historia.

Ya he leído muchos libros, de todos tipos, no estoy seguro de cuántos, pero es una muy buena cantidad, sin mencionar que a veces los vuelvo a leer. Y si bien ya no leo tanto como antes, sigo haciéndolo de una manera un tanto exagerada.

Aquí en casa hay televisión, pero aún así prefiero leer, es más educativo y menos dañino (o eso creo). El televisor no me llama para nada la atención, pero los libros, ellos me llaman a gritos suplicándome que los lea, que pase mi mano por sus portadas llamativas, que contemple con tanto anhelo su contenido, ya sea educativo, informativo, ficción o incluso si es de matemáticas; solo lo leo, porque al hacerlo, además de aprender nuevas cosas, entra una rara sensación de paz, como si solo fueramos los libros y yo, sin que nadie me juzgue... Y eso me hace sentir bien.

- me siento bien - susurré bajo, ya que no quería que Augusto me escuchará.

Él se encontraba sentado al otro lado del porche, dándome así mi espacio.

Decir lo que pienso se siente bien, el único problema es que tengo una gran falta de confianza hacia las personas que me rodean. Me atrevo a decir que confío más en mí ventana antes que en mi propio padre (y no exagero). Además no soy del tipo que le gusta compartir sus expectativas con los demás, yo soy muchísimo más reservado.

Volteo la página del libro, y notó que la siguiente tiene un dobles en la esquina superior.

- rayos...

- ¿Todo bien, joven Isaac? - al parecer Augusto logró escuchar mi baja queja. Solo me dediqué a asentir.

- está empezando a hacer un poco de calor - me excusé -, quiero ir adentro.

Estoy seguro de que se dió cuenta de mi repentina evasión, pero sin preguntar o protestar, me movió hacia la sala, donde está el gran televisor.

- volveré antes de las dos - se retiró de forma elegante.

Volví a tomar mi libro para reanudar mi lectura, es bastante interesante la verdad... Aunque supongo que todos lo libros lo son para mí...

Es un relato sobre "La vida marina", algunas investigaciones sobre peces, corales, algas, anémonas, pepinos de mar, medusas... Un momento... (Volví a releer)...

¿Pepinos de mar? No sabía que en el mar hubiera pepinos, eso es algo ilógico, ya que según un libro de agricultura que leí, los pepinos crecen en tierra firme, pero no mencionó nada sobre pepinos de mar.

Después de seguir leyendo respeto a los pepinos de mar y descubrir que son seres vivos acuáticos que tienen un cierto parecido a los pepinos comunes (aunque hubo uno que no se parecía en nada), decidí que ya fue sufriente información por hoy.

Coloque el libro en la mesa que estaba en frente mío, y tomé otro libro del mismo lugar...

Mi favorito...

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Aquí pepinos de mar que no tienen parecido al pepino...

Aquí pepinos de mar que no tienen parecido al pepino

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