"𝐒𝐞𝐫á 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨"

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Los días en el colegio eran normales, por no decir tranquilos

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Los días en el colegio eran normales, por no decir tranquilos. La mayoría del tiempo los maestros se quejaban de los alumnos, algunos no entregaban sus trabajos, discusiones, entre más cosas.

Mi vida era normal y algo aburrida...supongo. Al fin y al cabo, solo soy una adolescente de dieciséis años estudiando, ni la mejor, ni la peor.

Suelto un gran suspiro y apoyo mi cabeza sobre mi mano. Observo la ventana que tenía al lado mío y miro al exterior: las verdes hojas de los árboles moviéndose por el viento que las soplaba, un hermoso cielo celeste con pocas nubes, un día fresco. Y claro, a Diego Aquino y Duxo Rethey corriendo fuera de la institución como la mayoría de veces...

Espera...¡¿otra vez escapando?!

Bueno, no es nada nuevo que vea a Diego, mi amigo, escaparse con aquel azabache.

Recuerdo que la primera vez que lo ví pensé que era algún hermano o algún familiar. Al preguntarle sobre su salida, se puso algo nervioso. " No te preocupes Mic'. No es nada...solo, si te preguntan algo sobre ello, no digas que salí con Duxo... " Fue lo único que me dijo. No respondió mi pregunta, y me mencionó a un chico que ni sabía de su existencia.

⎯   ¿Quién es Duxo?⎯   pregunté, alzando una de mis cejas.

⎯   ¿Q-qué? ¿De qué hablas Mic'? ¿Quién es ese tal Duco?⎯   respondió rápidamente.

No me dió tiempo a preguntarle más; salió casi corriendo del instituto, tropezandose con la vereda.

¿Acaso le tenían prohibido juntarse con ese chico? ¿Porqué me pedía no contarle a nadie sobre aquello? Esto era raro...

Me prometí a mí misma no contarle a nadie sobre lo que ví. Obviamente no quería que mi amigo se metiera en problemas, por ello debía saberlo todo.

La mayoría de veces, en las que ellos se escapaban juntos, eran los días miércoles y viernes. Supongo que eran los días en dónde Diego no tenía el horario tan pesado. Él es un año mayor que yo, por lo que no estábamos en el mismo aula.

Cuando aquel azabache lo recogía, veía que el siempre llegaba en un auto y luego se iban corriendo hasta una montaña cerca del cole. ¿Estaba escapando con un mayor de edad? Supongo...

La intriga me mataba, moría por saber a donde tanto se escabullían juntos. Hoy lo descubría.

⎯   ¡Profe!, ¿podría ir a la enfermería? Me siento algo mal...⎯   Apreté mi barriga fingiendo dolor.

⎯   Claro...por supuesto. Adelante.

Di las gracias y me dirigí a la salida. No iba a ser tan difícil pedir permiso, aquel profe era muy amable y en sus horas de clases era la mejor.

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⏰ Última actualización: 11 hours ago ⏰

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