Underable Boy || Yeongyu

👑 Capítulo 1

Un lindo castaño bailaba al compás de la música, sus caderas se movían sensualmente, detrás de él estaba su mejor amigo, tomándolo de la cintura, ambos restregandose y dejandose llevar por aquel buen ambiente de la discoteca disfrutando de la fuerte música a su alrededor, ambos castaños gritaron y rieron como tontos, muchos chicos se acercaban al más bajo con la intensión de bailar con él pero el castaño alto solo los alejaba con suavidad, haciendo que su amigo solo ríera encantado por el comportamiento del más alto, todos subieron sus manos al cielo, soltando gritos y risas, bastante absortos en el ambiente y el alcohol que habían bebido.

La música cambió y el castaño más bajo jaló al más alto para sacarlo de la pista de baile y encaminarse a la barra de bebidas. El más bajo sonrío y comenzo a bailar frente al mayor quien solo rodó los ojos para darle un trago a su bebida, mirando al menor mover sus caderas al compás de la música, era bastante agradable mirárle bailar. Beomgyu era la sensualidad andante.

—Vamos TaeTae—. Canturreó al ver como el contrario no bailaba con él. 

—Ya tenemos que volver, tu padre nos matara si se da cuenta que huimos.—El mayor acómodo sus cabellos y miro al menor quien hacia pucheros. 

—No se enterará. 

—Siempre se termina enterando, si no es él, es tu novio, JeongIn. 

—JeongIn no dirá nada~.

El mayor rodó los ojos y se levantó de su asiento, dejando el vaso en la barra y tomó al menor de las caderas, haciendo que este caminara hacía atrás unos cuantos pasos.

—Iré al baño, quiero encontrate aquí, ¿Bien? 

El menor con molestia asintió y se sento en el banquillo, dándole un sorbo a su vaso de cerveza, miró como su mejor amigo se iba alejando, dejándolo solo. 

Su canción favorita sonó, sonrió dejando su bebida en la barra de nuevo, comenzo a bailar, sin importarle no estar en la pista de baile y que la mayoría lo mirara por un momento al bailar solo, era una canción demasiado adictiva así que despeinaba sus cabellos y movía demasiado sus caderas, muy emocionado. Sintió unas manos en su cintura, no paró, apesar de que él sabía que no era su amigo, volteó notando unos ojos profundos, solo eso, pues tenía un cubrebocas. 

No le tomó importancia y siguió bailando al compás de la música, sintiendo la presión de las manos de aquel chico, sonrío coqueto siguiendo el ritmo de la música sin dejar de mirarle ni un momento; la música paró, aquel chico le miró unos segundos, para después irse alejando dejando al castaño, quien no pensó mucho en él y le dió un gran trago a su bebida, notó como su mejor amigo regresaba a con él, para quitarle el vaso y también darle un gran trago. 

—Vámonos. 

El chico pelinegro se mantenía recargado en una de las paredes de ahí, a su lado estaba un rubio quien hacia leves pucheros, bastante aburrido; al lado de este estaba un chico de cabellos azules, quien jugaba con una navaja y al lado de este estaba un chico de cabellos negros y ojos rasgados quien fumaba tranquilamente.

Los cuatro miraban a las puertas de aquella discoteca, esperando a sus victimas.

—¿Estas seguro de que le echaste la droga?

—Si, hyung, ya sabes que nunca me equivoco con esas cosas—. Habló el rubio, mirando al mayor.

—Espero y haga efecto cuando ya esten afuera.-murmuro el del cigarrillo.

—¿Este auto es de ellos?—. El azabache miro el precioso auto rojo frente a ellos.

—Si, los vi bajar de él.—Contestó el rubio sonríendo enormemenete, lleno de orgullo por haber encontrado el premio gordo.

—Tienen demasiado dinero, nos ganaremos la lotería con ellos en nuestras manos.—Habló el pálido, comenzando a fumar también. 

—Espero y sea verdad.—Murmuro el peliazul.

Todos dirigieron su mirada a los dos castaños los cuales caminaban torpemente, todos se pusieron sus cubrebocas y se acercaron a ellos a pasos lentos, el rubio y el peliazul se colocaron delante del más alto el cual les miraba con una ceja enarcada, sin entender de donde habían salido, todo le daba vuelta y difícilmente podía ver correctamente.

Ambos pelinegro se posaron enfrente al más bajo, quien les miró haciendo un puchero, conoció al pálido y sonrió de inmediato.

—Holis.—Saludó coqueto.

—Los llevaremos a un lugar seguro, los más probable es que no puedan conducir—. Habló el peliazul. 

—Si podemos.—Habló el castaño más alto gruñendo pues no le daba buena espina aquello.

—No, no pueden.—El pálido miró al azabache quien asintio y tomó al más bajo en brazos, echándoselo al hombro. 

—¡Déjame! ¡Bajame!—. Comenzó a patalear el menor, golpeando la espalda del chico que le cargaba sin hacerle caso, sin inmutarse de los golpes que este le daba.

Mientras que al castaño menor se lo llevaban, al más grande intentaba ir por él, siendo retenido por el peliazul y el pálido, mientras que el rubio intentaba noquearle. 

—¡Dale con una piedra! 

—¡No queremos matarlo!—. Exclamó el pálido. 

El rubio logró golpear al castaño dejándolo caer sobre los brazos del peliazul quien se quejo, pidiendo ayuda, pues aquel chico pesaba.

Los otros dos le ayudaron, para comenzar arrastrarlo, mientras que Beomgyu seguía peleando con el azabache quien le dio una nalgada haciéndole chillar y exclamar con sorpresa.

—Si no te pones quieto, te cosere la boca—. Gruñó el azabache, logrando que el castaño callara de un solo. 

El castaño miró que detrás de ellos los otros tres arrastraban a su amigo, suspiró y cayó dormido a los segundos, dejando todo su peso en el hombro del azabache. 

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Este libro es una adaptación y mejora de un libro que había publicado hace unos años, espero le den una oportunidad y les guste! Me ayudan mucho con sus votos y comentarios, me animan a seguir.

Gracias por leer, merecen todo lo bueno del mundo.

—Bibi_SADNESS (Mokka)