Million Dollar Man

Capítulo 9.

20 de Febrero 2023.
Maranello Italia.

—Buenos días, Deva —saludó con emoción, la italiana, al ver que su jefa había regresado.

—Hola, Lulú —respondió con una sonrisa.

—¿Qué tal tu vuelo?

—Agradable, gracias, pero dime, ¿Cómo te fue en la gala?

—Yo diría que muy bien, aunque admito que me sorprendió que me pusiste niñero.

—Por favor, no te molestes, solo quería que tuvieras una red de apoyo por si algo salía mal.

—En realidad si necesité de la ayuda de tu hermano.

—¿No dijiste que te había ido bien?

—Tuve un par de percances, pero nada grave, lo juro.

—Vale, entonces empecemos a trabajar.

—Claro.

—Buenos días —entró Charles y la pelinegra sonrió —. Deva, tu abuelo me comentó que este año decidiste apoyar la F1 Academy ¿Es cierto?

—Sí, ¿Por qué?

—Porque ya llegaron las pilotos de Prema, creí que tal vez querrías hablar con ellas.

—Sí, muchas gracias por avisarme, Charles.

—No hay de qué, por cierto, tengo otra duda.

—¿Qué sucede?

—¿Quieres viajar conmigo mañana? Aun hay espacio en mi jet.

—En realidad ya tengo programado el mío.

—De acuerdo, entiendo.

—Lulú.

—¿Sí?

—Quiero que me acompañes a evaluar a las pilotos.

—Claro.

—Gracias de nuevo por avisarme, Charles —se levantó de su asiento y salió junto a su asistente, así como con el piloto, sin embargo, él no las siguió y desvió su camino.

Suspiró un tanto decepcionado ya que una parte de él en serio quería seguir a lado de ella, pero su razón le gritaba que tenía que darse por vencido de una vez.

22 de Febrero 2023.
Baréin, Sakhir.

Lucia veía todo con asombro desde la ventana del jet, ya que jamás creyó que algún día saldría siquiera del país, por lo que ver una nueva ciudad desde el cielo era algo irreal.

—Necesito llegar a dormir, ya —suspiró Deva.

—¿Te sientes mal?

—Solo tengo un poco de mareo.

—Creo que tengo pastillas para eso, ¿Quieres una?

—Gracias, pero en realidad lo único que ocupo es dormir.

—Bueno. Sabes creo que Joe me regañaría si se entera que te desvelaste viendo pasarelas.

—Por favor, no le vayas a decir, ultimamente se ha vuelto más protector.

—El solo quiere lo mejor para su prometida —comentó con ilusión.

—Te juro que a veces sigo sin poder creer que nos comprometimos —mencionó con alegría.

—¿Siempre soñaste con alguien como Joe?

—No realmente.

—¿No?