Capítulo 2.

336 57 5
                                    

30 de Enero 2023.
Maranello, Italia.

Lucia sentía que su corazón saldría de su pecho en cualquier momento, oficialmente sería su primer día y estaba más que emocionada.

Debido a que la pasantía no le cubría una vivienda, aprovechó algunos ahorros que tenía y comenzó a rentar un pequeño departamento, ella era muy precavida con sus finanzas y siempre tenía el control cuando de ellas se trataba, así que no le preocupaba nada.

En cuanto llegó a la puerta principal, con mucho orgullo mostró su pase de estacionamiento y la dejaron entrar.

Una vez que bajó de su auto sonrió a más no poder debido a que seguía sin creerse que estaría trabajando dentro de una de las mejores escuderías del mundo.

A pesar de que no era su primera vez en las instalaciones, no pudo evitar embelesarse al ver las fotografías y trofeos que había por todos lados.

Iba tan absorta en su mundo que sin querer, terminó chocando alguien y esa persona derramó su café sobre ella, manchando por completo el uniforme que le acababan de dar.

—Fíjate por donde vas idiota —reclamó al instante al ser de un temperamento algo explosivo.

—Lo siento, iba distraído.

Ella levantó el rostro y se quedó paralizada al ver de quién se trataba, por lo que no tardó en recriminarse su error.

《No puede ser, le acabo de decir idiota a Charles Leclerc》

—Yo…

—Y en todo caso, la idiota aquí eres tú, venías tan distraída que no me viste —replicó el piloto al ser consciente de que él también se había manchado —. Encima me dejaste sin desayuno.

El orgullo y ego de la italiana eran algo muy presentes en ella, por lo que rápidamente catálogo al monegasco como una persona arrogante.

—Si no fueras tan lento, no habríamos chocado.

—¿La culpa es mía?

—Si así lo quieres ver.

—¿Eres nueva? Jamás te había visto por aquí.

—¿Y qué si soy nueva?

—Tu actitud no te va a llevar a ningún lado, se ve que eres muy caprichosa y debes saber que aquí en Ferrari no nos gustan las personas así.

Lucia estaba por replicar, pero el piloto se dio la vuelta y siguió su camino sin más.

—Idiota —repitió la castaña por lo bajo.

Ella miró su reloj y se sorprendió por la hora ¿Cómo es que el tiempo había pasado tan rápido? Se apresuró y fue a la oficina de Silvia, ya que ella sería la que la asignaría a algún área.

Charles por su parte, fue rápidamente a cambiarse y vaya que agradecía que él tenía acceso ilimitado a playeras o productos de la escudería.

Una hora más tarde, se encaminó a la sala de juntas principal, puesto que sería la primera reunión oficial de todo el equipo tanto técnico, como de comunicación en la escudería.

En los pasillos se encontró a Carlos, por lo que entraron juntos y rápidamente comenzaron a saludar a todos.

Su mirada no tardó en encontrar aquellos rizos que había dejado de ver dese hace tiempo y en cuanto Deva le sonrió, sintió que todo lo que había trabajado en terapia se había ido al carajo.

—Hola, Charlie —se abrazaron y él no pudo evitar sentir una extraña sensación en su pecho.

—Hola, Deva, ¿Qué tal tus vacaciones?

Million Dollar ManDonde viven las historias. Descúbrelo ahora