Medianoche. 1✔️ ¬YoonMin¬

《4》

Jimin llegó a su cuarto justo a tiempo para meterse bajo las sábanas antes de que Jiwon entrara acompañada de la señora Soomin. La figura de la directora se recortó contra la débil luz del pasillo, por lo que solo pudo distinguir su silueta.

"Ya conoces las normas, Jiwon" dijo Soomin en voz baja, aunque indudablemente seria. Decir que intimidaba sería quedarse corto, y eso que ni siquiera era Jimin a quien reprendía. "Debes comprender que las normas están para obedecerlas. No podemos andar corriendo por el campo en plena noche. ¿Qué diría la gente? Los alumnos se desmadrarían y podría ocurrir una tragedia. ¿Está claro?"

Jiwon asintió y la puerta se cerró de golpe. Jimin se enderezó en la cama.

"¿Ha ido muy mal?" le preguntó en un susurro.

"No, solo un poco" gruñó Jiwon mientras comenzaba a desnudarse. Llevaban una semana compartiendo la misma habitación, pero a Jimin todavía le daba algo de vergüenza. A Jiwon no. De hecho, ni siquiera dejó de mirarlo mientras se quitaba la camisa precipitadamente.

"¡Pero si todavía vas vestido!" exclamó Jiwon.

"Ah, sí" respondió Jimin, distraído.

"Creía que te habías ido de la fiesta."

"Lo hice, pero... No pude entrar en la escuela. Estaban de patrulla. Luego se dieron cuenta de dónde estabais y salieron pitando. Llegué tres minutos antes que tú."

Jiwon se encogió de hombros mientras recogía su pijama del suelo. Jimin, por su parte, hizo lo posible por cambiarse sin volverse hacia él. La conversación había terminado, y por primera vez, Jimin había mentido a su compañero de cuarto con éxito.

Tal vez debería haberle explicado por qué realmente se había retrasado. La mayoría de los chicos se morirían por contar que acababan de ligar con alguien guapísimo, pero Jimin quería que ese secreto siguiera siendo solo suyo. De alguna manera, el hecho de ser el único que lo sabía lo hacía más especial. "Yo le gusto a él y él me gusta a mí. Tal vez pronto estemos juntos."

Mientras se volvía a meter bajo las sábanas, recapacitó y decidió que quizás estaba echando las campanas al vuelo. Los pensamientos se atropellaban en su cabeza, impidiéndole dormir. Le sonrió a la almohada, dejando que sus sueños de lo que podría pasar con Yoongi le llenaran la mente.

«Es mío.»

"He oído que anoche hubo una fiesta" dijo Doohyun, el padre de Jimin, dejando una hamburguesa y patatas fritas delante de él mientras se sentaban a la mesa en los alojamientos del profesorado.

"Hum..." respondió Jimin con la boca llena de patatas. Tragó apresuradamente antes de murmurar, "Es decir, eso me han dicho."

Sus padres intercambiaron una mirada, y Jimin tuvo la impresión de que incluso les hacía gracia. Qué alivio. Parecía que el interrogatorio no iba a ser tan severo como temía.

Era la primera de muchas cenas familiares de los domingos. Todo el tiempo que Jimin pudiera pasar con su familia en lugar de estar rodeado de los alumnos de Medianoche era, para él, tiempo bien invertido. Aunque sus padres intentaban actuar de la manera más informal posible, era fácil adivinar que lo habían echado tanto de menos como él a ellos. Duke Ellington sonaba suavemente en el equipo de música, y a pesar de las preguntas de su padre, el mundo de Jimin comenzaba a recuperar su equilibrio.

"No os desmadrasteis mucho, ¿verdad?" preguntó SunHee, su madre, ignorando deliberadamente el hecho de que Jimin había negado haber estado en la fiesta. "Solo hubo cerveza y música, por lo que me han dicho."

"No sé nada del asunto," respondió Jimin, sin negar por completo su participación. Después de todo, solo había estado unos quince minutos en la fiesta.