«Tu mirada en mí»

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Goku estaba poniéndose su ropa para ir a trabajar a los campos de siembra mientras silbaba. Cuando acabó de arremangar su chamarra, salió con calma de la habitación. Era una mañana calurosa; Goten estaba en la escuela.
Goku caminó por el pasillo y llegó a la cocina, donde estaba su esposa lavando los platos mientras animada, tarareaba una canción.
-Estoy listo, Milk.
-Ah, de acuerdo Goku -le respondió ella -. Ya hice un almuerzo para que te lo lleves.
-Ok, gracias.
Ella sonrió y levantó la vista para ver a su esposo; él sonrió de vuelta y se le quedó viendo. Era increíble como había pasado tanto tiempo desde que la conoció, y estaba tan diferente de ese entonces, y para él, Milk seguía siendo la mujer más hermosa y perfecta de los 12 universos.
-¿Qu- qué pasa?- le preguntó ella, divertida y algo avergonzada al ver como la miraba.
Goku soltó una risita por la nariz, y encorvándose un poquito para quedar a su altura, le respondió:
-Nada, solo me encanta mirarte.
Ella se sonrojó, y sonriendo, se mordía el labio, para luego decirle:
A mí me pasa lo mismo.
-¿Ah sí?.
-Si- contestó mientras volvía a verlo, haciéndolo sonrojar- me fascina tu mirada en mí.
Seguían con ese juego de miradas tiernas que a los dos les encantaba. Los ojos de Goku bajaron a la boca de Milk por un segundo, y mientras volvía a clavarlos en los ojos de ella, se le fue acercando lentamente. Ella, entendiendo lo que él quería hacer, se quedó quieta.
Ya estaban tan cerca que podían sentir su aliento; sus ojos entreabiertos; sus miradas no se despegaron ni un segundo, y se volvieron más intensas.
-Ya llegué.- se oyó la voz de Goten mientras entraba. Al oírlo, Goku y Milk abrieron exageradamente los ojos volviendo en sí, y se alejaron rápidamente, avergonzados.
-Go- Goten, hijo, ¿qué haces aquí tan temprano?- le preguntó Milk nerviosa a Goten mientras entraba a la cocina.
-Pues, el profesor se enfermó y nos mandaron a todos para la casa.- le contestó éste, y viendo a su padre, le dijo:- Ah, papá; creí que a ésta hora ya te habrías ido al campo.
Goku, algo acalorado y nervioso por lo de hacía unos instantes, le respondió:
-S- si, Goten, justo ya me iba.
-Si, Goku, no olvides tu almuerzo.- dijo Milk todavía acalorada otorgándole el montón de cajas de bentos.
-Claro Milk, muchas gracias.- dijo entre risas nerviosas; le acarició la cabeza a Goten al pasar por su lado y le dijo:- nos vemos más tarde, hijo.
Goten asintió y fue a dejar sus cosas a su cuarto. Goku y Milk se miraron al mismo tiempo. Él sonrió con picardía y le guiñó un ojo; ella sonrió ruborizada y le lanzó un beso. Cuando él salió contento de la casa, ella se puso a reír, enamorada de ese hombre como una quinceañera.

Goku y Milk a Diario Donde viven las historias. Descúbrelo ahora