sanji x nami ( amor complicado )

capitulo 8

Luffy y los demás se adentraban en el Bosque de la Seducción ya que era donde habían visto a sanji ingresar , sus pies pisoteando la vegetación frondosa bajo ellos. A pesar de que todo parecía en calma, había una sensación de incomodidad en el aire. La luz del sol se filtraba a través de los árboles en ángulos extraños, creando sombras que parecían moverse por su cuenta. Nami, alerta como siempre, no podía quitarse de la cabeza la sensación de que algo no andaba bien.

—Este lugar es raro —murmuró Carrot, saltando con agilidad de una rama a otra—. Todo aquí huele... extraño.

Chopper, en su forma pequeña, caminaba nerviosamente cerca de Nami, echando miradas nerviosas a su alrededor.

—¡Ya lo creo! —respondió Chopper—. Pero no veo nada ni a sanji, solo siento que nos están observando.

Luffy, despreocupado como siempre, caminaba al frente del grupo, con su mirada fija hacia adelante y su estómago rugiendo en busca de algún bocado.

—¡No te preocupes, Chopper! Si aparece algo raro, ¡yo lo golpearé! —exclamó Luffy con una gran sonrisa.

Nami suspiró, sus ojos buscando cualquier pista que les indicara que sanji estuviera ahi. Pero el bosque parecía infinito, con árboles que parecían extenderse hasta el cielo y flores que brillaban en tonos inusuales.

—No bajen la guardia —advirtió Nami—. Algo no está bien aquí. Este bosque... es como si quisiera que nos perdiéramos.

A medida que avanzaban, las plantas alrededor de ellos parecían susurrar en tonos suaves, como si les hablaran, o peor aún, se burlaran de ellos. Luffy, que normalmente ignoraba este tipo de cosas, comenzó a fruncir el ceño, notando las extrañas vibraciones a su alrededor.

Después de caminar durante un rato, los árboles empezaron a deformarse ligeramente, como si estuvieran doblándose en direcciones imposibles. Fue entonces cuando vieron algo entre las sombras. Una figura alta y delgada que parecía flotar en el aire, riéndose de manera perturbadora.

—¡Oh, qué tenemos aquí! —dijo una voz burlona. De entre los árboles emergió una mujer con la piel tan áspera como la de un árbol y una enorme cicatriz en su cara. Su aspecto aterrador hizo que el grupo retrocediera instintivamente.

—¿Quién eres tú? —preguntó Nami, sacando su Clima-Tact, lista para cualquier cosa.

La figura se rio, sus ojos centelleando con malicia. —Soy Brûlée —dijo, su voz grave resonando en el bosque—. Y este es mi dominio. Nadie sale del Bosque de la Seducción sin enfrentarse a mí.

Luffy apretó los puños, listo para lanzarse al combate. —¡Si tienes un problema con nosotros, solo dilo! ¡Yo te derrotaré y seguiremos nuestro camino!

Brûlée sonrió, levantando su enorme espejo. —Oh, pobre de ti. No tienes ni idea de lo que te espera.

Antes de que Luffy pudiera atacarla, Brûlée hizo un gesto con su espejo y, en un abrir y cerrar de ojos, Luffy fue separado del grupo. Nami gritó su nombre mientras veía cómo Luffy desaparecía entre los árboles, dejado solo con Brûlée.

-----------------------------------------------------------------------------------------

Luffy aterrizó de golpe sobre el suelo, rodando por la densa vegetación del bosque antes de detenerse junto a un árbol enorme. El dolor en su espalda fue momentáneo, y rápidamente se puso de pie, sacudiéndose la tierra de su ropa. Miró a su alrededor, buscando a Nami, Carrot y Chopper, pero lo único que lo rodeaba era el silencio opresivo del bosque.

El aire en esta parte del bosque era aún más pesado. Las sombras de los árboles se extendían de manera irregular, como si tuvieran vida propia. Luffy no podía quitarse la sensación de que algo lo vigilaba, aunque eso no le preocupaba mucho. Lo único que tenía en mente era encontrar a sus amigos y seguir con su misión: rescatar a Sanji.