11._revelación

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LEÓN BALDASSERONI

LEÓN BALDASSERONI

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CAPITULO 11

LEON

Soy un imbécil, corro por los pasillos buscando a Ada, no la he encontrado he dado descripciones y nadie la ha visto, miro mi última opción, dulcinea, las he dañado todas, como pude decirle a Ada que ese beso no significo nada, si fue mi ser, mi perdición lo que tanto anhelaba es que es simplemente ella, pero no lo quería ver, no lo quiero ver, porque para mí solo existía yo

Cuando quería decirle lo que me producía las reacciones que mi corazón y cuerpo tienen con ella, se ha ido, y llorando por MI, como la miro a los ojos después de decirle que no era la primera, debí decirle la verdad no es la primera, pero si la única, la única persona que miro a los ojos y en ellos veo brillo, cada que sonreía y su mirada topaba con la mía era simplemente mágico, pero porque siempre tengo que vivir arrepentido de cosas que nunca ice

Con ella no, no pasara lo mismo

Corro hacia dulcinea, que cuando me mira sonríe con picardía, per...

- Has visto a una tía bajita, cabello largo con corte, ojos oscuro brillantes, nariz delgada, hermosa – digo en un suspiro agitado

- Te refieres a la loca que atropello a todo el mundo - dice con burla

- Loca seria si fuera como tú, pero como no, no es loca es una maravilla – digo con rabia y sinceridad tiñendo mi voz - ¿a dónde está?

- Es tu novia – inquiere alzando las cejas y cruzándose de brazos

- Que te importa – grito exasperado- Donde esta

- Salió al parqueadero

No presto atención cuando sigue hablando, corro hacia el parqueadero para al final llegar, veo a su madre bajar corriendo de un auto y tirarse al piso gritando su nombre

Mi temperatura corporal se baja, mi frente suda al verla tirada inconsciente cuando me acerco perplejo, tengo miedo, me acerco reaccionando corriendo y me tiro al piso con ella, esta pálida, más que su tono de piel, sus labios están rotos y ya no tiene su característico tono rosáceo, luce blancos, su madre me mira, y su rostro se ilumina como si entendiera algo

- Ada cariño – susurra ella – ya nos vamos Reyna

Me dice que la ayude a levantarla y a subirla al coche, yo le digo que puedo conducir, todavía no soy mayor de edad, pero mama ha pagado una licencia temporal, miro su cuerpo en mis brazos y me culpo, que le habrá pasado, está bien, pero parece... no lo se

Mi cabeza no funciona bien, la miro y la coloco en la parte de atrás su madre se sube colocándole la cabeza de Adhara, en sus piernas y susurrándole cosas al oído, me subo corriendo al piloto y conduzco perdiéndome en las carreteras hasta llegar al hospital

TU, YO Y MIL ESTRELLASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora