Fate Coiling Sword

Capítulo 28: Hermanas

-Fuyuki-

Un montón de platos cayeron al suelo, tazas de té y cuencos de porcelana se rompieron en miles de pedazos. Su contenido se derramó por todo el suelo, el té caliente desprendiendo vapor en contraste con el aire frío. Se escuchó un ruido sordo cuando las rodillas temblaron y cayeron lentamente al suelo, una mano temblorosa se agarró a la mesa para sostenerse.

"Oh, no, ¿qué he hecho...?" dijo una voz entrecortada, cada respiración profunda le provocaba una sensación extremadamente incómoda en lo más profundo de su cuerpo. Sakura sintió que su vista se deterioraba, vio un lío borroso durante un par de segundos antes de cerrar los ojos con la esperanza de recuperar un momento de claridad, de concentrarse y alejar la sensación de ardor, aunque fuera solo por un momento. "Puedo hacerlo... Puedo hacerlo... Se-senpai debería volver en cualquier momento. Tengo que limpiar antes de que lo haga" murmuró para sí misma.

Habiendo recibido un mensaje de él diciendo que tenía que irse debido a una emergencia y que estaba de regreso, eso le trajo una sensación de alivio, la forma abrupta en que se fue hizo que la chica se preocupara de que tal vez apareciera otro Maestro, y la única forma de consuelo que tenía era la promesa de Rider.

"¡Hn!" Reprimió un gemido, con la espalda apoyada contra la pared y gotas de sudor cayendo por su frente. Estas recaídas comenzaron a ocurrir con más frecuencia que antes, demasiado a menudo para su gusto. Sabía que sucedería tarde o temprano, pero esperaba poder soportarlas quizás un poco más. Con manos temblorosas, agarró un trapo húmedo y limpió el piso a fondo, su cuerpo todavía temblaba de vez en cuando.

Era tanto una falta de energía, como una sensación de agotamiento de su resistencia que incluso la más mínima brisa parecía ser suficiente para empujarla hacia abajo. Esto, combinado con su cuerpo actuando con más frecuencia últimamente, sin Shinji para calmar las reacciones de su cuerpo, era otro factor en estos episodios recurrentes. La sensación de deseo y lujuria abrumadores casi la hizo derrumbarse una vez cuando visitó a Shirou en su habitación, un momento que no deseaba que ocurriera nuevamente.

"Ja... Ja... Ja... Ja..." Su respiración pesada resonó en la sala de estar, mientras la televisión estaba encendida de fondo y el presentador de noticias informaba sobre la investigación en curso de una grúa defectuosa que se estrelló contra los contenedores de carga en el puerto. Seguido de otro informe sobre la captura por parte de la policía de una posible persona sospechosa de ser el asesino de los guardias del museo.

Aunque no les prestó atención, incapaz de hacerlo incluso en primer lugar. "Volverá pronto. Volverá. Volverá". Sakura repitió esas palabras como un mantra.

Lo peor de todo era que, aunque Shirou no supiera lo que le pasaba, no podía decirse lo mismo de Rider. Aunque la mujer de los ojos vendados nunca dijo nada al respecto ni dio ninguna indicación de siquiera estar al tanto, sabía bien que era solo cuestión de tiempo antes de que esta última se diera cuenta de que algo andaba mal con ella o le revelara los sórdidos detalles a su Maestro.

La imagen de su posible reacción ante semejante descubrimiento la asustó. El muchacho era tan ignorante sobre qué clase de mujer vil había invitado a su casa y menos aún sobre el tipo de pensamientos que atravesaban su mente en esos momentos. En el momento en que él tuviera la más mínima idea de la verdad, todo estaba destinado a desmoronarse.

"Necesito tomar un poco de aire."

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Aunque ya era bastante tarde, no tenía otra opción. Sus pies se dirigieron hacia la entrada, dejando la puerta abierta en su prisa y no tomando nada más que zapatos. Cuanto más tiempo permanecía en esa casa con su cuerpo alterado, más difícil era controlarlo, sobre todo cuando su olor estaba presente en todas partes, volviéndola loca.