Izuku respiró hondo mientras se detenía frente a la puerta de la habitación de Katsuki. Sosteniendo el cuaderno donde había anotado las ideas para el informe, dudó un instante. "Vamos, Midoriya, es solo hablar de un trabajo... aunque sea con él," se dijo, tratando de infundirse ánimo.
Sabía que trabajar en pareja con Katsuki Bakugo no iba a ser fácil. Aizawa había insistido en mezclar a los estudiantes para fomentar la cooperación, pero, considerando su complicada relación con Katsuki, esto parecía más una prueba de supervivencia que un ejercicio académico.
Levantó la mano y tocó la puerta con tres golpecitos firmes. Desde el otro lado se escuchó un gruñido.
-¿Qué quieres, Deku? -la voz de Katsuki sonó molesta, como si ya supiera quién estaba allí antes de abrir.
La puerta se abrió de golpe, revelando a Katsuki con su habitual ceño fruncido. Izuku levantó un poco el cuaderno, como si fuera un escudo.
-Eh... Hola, Kacchan. Vine porque... ya sabes, tenemos que trabajar en el informe que nos asignó el profesor Aizawa. Pensé que podríamos empezar a planearlo. Como insististe hace rato..
Katsuki lo miró en silencio durante un segundo que a Izuku le pareció eterno. Luego, con un bufido, dio un paso atrás, dejando espacio para que entrara.
-Más te vale que no me hagas perder el tiempo, nerd.
Izuku tragó saliva y asintió, entrando con cautela en la habitación. Estaba claro que la tarde sería intensa, pero también sabía que, si lograban coordinarse, podrían hacer un gran trabajo juntos.
Izuku se adentró en la habitación, que, para su sorpresa, estaba mucho más ordenada de lo que había imaginado. La cama estaba hecha, los libros perfectamente apilados sobre el escritorio, y las pesas en una esquina, como si estuvieran esperando su turno. Katsuki cerró la puerta con un golpe seco y cruzó los brazos, mirándolo con impaciencia.
-Bueno, ¿y cuál es tu brillante plan? -preguntó, dejando caer su peso contra la pared.
Izuku se sentó en una silla cercana, abrió su cuaderno y empezó a pasar las páginas rápidamente.
-Pensé que podríamos dividir el tema en dos partes. Tú podrías encargarte del análisis práctico de las estrategias de héroes profesionales en combate, mientras que yo haría el marco teórico sobre la importancia de la preparación estratégica. Luego, podemos unirlo todo en una conclusión.
Katsuki arqueó una ceja, como si estuviera evaluando si la idea era lo suficientemente decente.
-¿Y quién dice que tú decides lo que hago?
Izuku levantó la mirada, sorprendido, pero intentó no titubear.
-No lo digo yo... Es solo una sugerencia. Si tienes otra idea, estoy dispuesto a escucharla.
Katsuki gruñó y se apartó de la pared, acercándose al escritorio donde Izuku tenía el cuaderno abierto. Señaló uno de los puntos que Izuku había anotado.
-Esto. Esto es lo que haré. El resto hazlo tú, pero no me pongas idioteces, ¿entendido?
Izuku asintió rápidamente, aliviado de que al menos Katsuki estuviera dispuesto a colaborar.
-De acuerdo. Entonces, ¿podemos ponernos de acuerdo en el esquema final? Así sabemos qué partes debemos trabajar cada uno antes del plazo.
Katsuki lo miró durante un momento antes de dejarse caer en la cama con los brazos detrás de la cabeza.
-Haz el maldito esquema, nerd. Yo revisaré lo mío después.
Izuku suspiró internamente. No esperaba menos, pero al menos era un comienzo. Abrió el bolígrafo y comenzó a escribir mientras Katsuki lo observaba desde su cama.