Prólogo

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En un día tranquilo de la primavera, el sol bañaba el cuartel general de los Cazadores de Demonios con una luz cálida. Los cerezos estaban en plena floración, y el aire se llenaba de un suave aroma floral. Mitsuri Kanroji, la Pilar del Amor, se encontraba admirando las flores, sonriente, mientras disfrutaba de la belleza del momento. Sus ojos brillaban con entusiasmo, y su corazón se llenaba de alegría.

A lo lejos, Giyuu Tomioka, el Pilar del Agua, observaba en silencio. Era un hombre reservado y poco expresivo, pero, por alguna razón, la presencia de Mitsuri siempre le provocaba una sensación extraña, una calidez que no lograba comprender del todo. Sin embargo, seguía manteniendo su distancia, observándola sin intervenir.

Mitsuri, quien tenía un corazón abierto y alegre, notó a Giyuu en la distancia. Sin dudarlo, se acercó a él con una sonrisa radiante.

-¡Giyuu-san! -lo saludó con su típica energía-. ¡No te había visto! ¿Estabas disfrutando del paisaje también?

Giyuu, sorprendido por la repentina cercanía de Mitsuri, solo asintió lentamente. No sabía cómo responder a su efusividad, pero no podía negar que su presencia le resultaba reconfortante.

-Las flores de cerezo... son bonitas -murmuró Giyuu, casi como si le costara expresar lo que pensaba.

Mitsuri se rió suavemente, su risa melodiosa llenaba el aire.

-¡Tienes razón! ¡Son preciosas! -exclamó-. Me encanta la primavera, todo parece tan lleno de vida y amor, ¿no crees?

Giyuu se quedó en silencio por un momento. Era raro para él hablar de esos temas, pero algo en la forma en que Mitsuri lo decía lo hacía reflexionar. Había pasado tanto tiempo apartado de los sentimientos, enfocado en su misión, que apenas recordaba lo que era disfrutar de los pequeños momentos.

-No pienso en esas cosas tan a menudo -admitió finalmente-. Pero... supongo que es agradable.

Mitsuri lo miró con dulzura, comprendiendo que Giyuu era alguien que se protegía a sí mismo con su frialdad exterior. Pero ella no se desanimó; al contrario, sentía que había una calidez dentro de él, oculta bajo muchas capas de distancia y silencio.

-Giyuu-san -dijo con suavidad-. A veces está bien dejar que el corazón sienta cosas bonitas, no solo enfocarse en lo que debemos hacer. Las flores, el viento, incluso el amor, son parte de la vida, ¿no?

Él la miró, sorprendido por sus palabras. Hablar de amor era algo que nunca había considerado para sí mismo. Y, sin embargo, al estar junto a Mitsuri, una mujer tan llena de vida y emociones, no podía evitar sentir que tal vez, en algún lugar profundo de su ser, había un espacio para algo más que la responsabilidad y el deber.

Los dos permanecieron en silencio, mirando los pétalos de cerezo caer suavemente al suelo. Para Giyuu, fue un momento de paz inusual. Y para Mitsuri, fue una oportunidad de ver que incluso el Pilar del Agua, el hombre más reservado de todos, tenía un lado más suave, uno que tal vez algún día ella podría ayudar a descubrir completamente.

Así, entre la fragancia de las flores y la serenidad del momento, nació una conexión silenciosa, una que no necesitaba palabras para existir, pero que poco a poco comenzaría a crecer como los cerezos en flor a su alrededor.

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Hola de nuevo aquí les habla la creadora!!

Espero y les guste! Posiblemente solo suba capitulos cortos pero espero y sean de su agrado! Bye 💗

568 Palabras

Amor entre CerezosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora