«Capitulo 7»

46 3 0
                                    

Julián salió de su habitación temprano esa mañana. Mientras Enzo todavía descansaba, él decidió que era momento de hablar con Lisandro para entender qué estaba pasando entre él y Cuti. Sabía que algo grave había ocurrido, y no podía quedarse sin intentar ayudar a sus amigos.

Al llegar a la puerta de la habitación de Lisandro, golpeó suavemente. Después de unos segundos, la puerta se abrió y apareció Licha, con una expresión de cansancio en el rostro.

—¿Juli? ¿Qué hacés acá tan temprano? —preguntó Lisandro, frotándose los ojos.

—Te vi medio raro ayer, y Cris también. Quiero saber qué pasó entre ustedes. Están actuando como si hubiera un problema grande, y no creo que sea una simple pelea de amigos —respondió Julián, cruzando los brazos mientras esperaba que Licha lo dejara entrar.

Lisandro suspiró y asintió, abriendo más la puerta para que Julián pasara. Cuando ambos se sentaron en la cama, Licha se quedó en silencio por un momento, como si no supiera por dónde empezar.

—Es complicado, Juli —dijo finalmente—. Cristian y yo estamos muy cercanos últimamente, pero... no sé. Anoche discutimos porque, bueno, no sé si estoy listo para llevar esto más allá, y él lo tomó mal, pero no mal de enojo, si no de frustración, quiza.

Julián lo miró con curiosidad. Había notado la cercanía entre ellos, pero nunca había sabido realmente hasta dónde llegaban los sentimientos entre los dos.

—¿Llevar más allá qué? —preguntó Julián, queriendo asegurarse de entender bien.

—Nuestra relación. Hemos estado... no sé cómo decirlo... explorando lo que sentimos. Pero anoche, cuando Cristian quiso hablar sobre lo que somos, me bloqueé. No sabía cómo reaccionar, y terminé diciéndole que quizás esto no funcionaría. Fue una pelotudez, y ahora está enojado conmigo —explicó Lisandro, claramente frustrado consigo mismo.

Julián asintió, comprendiendo mejor la situación. Sabía que ambos estaban en una situación complicada, lidiando con emociones que a veces eran difíciles de aceptar o expresar.

—Mirá, Licha, entiendo que esto sea difícil, pero lo que vos y Cuti tienen es algo especial. No podés dejar que una discusión arruine todo. Si realmente te importa, deberías hablarlo con él y ser honesto sobre lo que sentís —le aconsejó Julián, con tono comprensivo.

—¿Y si no estoy listo para eso? —preguntó Licha, con una mezcla de miedo y duda en sus ojos.

—Nadie está totalmente listo para esas cosas, pero lo importante es que seas sincero con vos mismo y con él. Si sentís algo, aunque te dé miedo, tenés que intentar dar el paso. No lo dejes ir solo por temor a lo que pueda pasar —respondió Julián, dándole una palmada en la espalda.

Licha asintió, pensativo. Sabía que Julián tenía razón, pero el miedo a lo desconocido lo seguía frenando.

—Voy a pensarlo. Capas esta tarde hable con él o mañana, no se—dijo finalmente, sintiéndose un poco más aliviado.

—Hacelo. Cuti también está esperando que des ese paso —respondió Julián con una sonrisa, levantándose para despedirse—. Y si necesitás hablar, sabés que podés contar conmigo.

Cuando Julián volvió a su habitación, Enzo ya estaba despierto, todavía acostado pero mirando el techo con expresión relajada.

—¿Todo bien? —preguntó Enzo al ver a Julián entrar.

—Sí, hablé con Licha. Están complicados, pero creo que todo se puede arreglar. Es solo cuestión de que hablen con sinceridad —respondió Julián, sentándose en el borde de la cama.

—Me alegra que hayas ido a ver cómo está. Ellos van a estar bien, estoy seguro —dijo Enzo, levantándose para darle un beso suave en los labios—. Y nosotros… ¿tenemos algún plan para hoy?

Julián sonrió, apoyando su frente en la de Enzo.

—No sé, ¿qué te parece si celebramos nuestros once meses con algo más? Algo más especial para la noche, como una cena tranquila, lejos de todo el mundo.

—Me parece perfecto —respondió Enzo, con una sonrisa cómplice—. Vos y yo, sin distracciones.

La tarde pasó rápido, y cuando llegó la noche, Julián y Enzo decidieron salir a un restaurante tranquilo, lejos del bullicio del equipo. Era una cena sencilla pero especial, en la que ambos pudieron desconectar del fútbol, de las presiones, y centrarse solo en ellos dos. Habían pasado casi un año juntos, y aunque habían tenido altibajos, su relación solo se había fortalecido.

Enzo tomó la mano de Julián a mitad de la cena, mirándolo a los ojos.

—No sé cómo expresarlo, pero estos meses con vos han sido increíbles. No sé qué haría sin vos a mi lado, Juli —dijo Enzo con una sinceridad que le brotaba desde lo más profundo.

Julián lo miró, sintiendo una calidez indescriptible en su pecho.

—Yo siento lo mismo. Sabía que esto iba a ser especial desde el día que empezamos a salir, pero no imaginé lo feliz que me harías. Sos todo para mí, Enzo.

Con esas palabras, ambos sonrieron, sabiendo que lo que tenían era real y que su relación seguiría creciendo.

★★★★

Holaa, Como estan?, les dejo este capítulo del orto, espero q por lo menos los entretenga, HOY COMPRO ROMPA SOY FELIZ, CHAUU 💕


°•°•Más allá de la amistad •°•° julienzo •°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora