Morgana

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El Gran Reino de Albion, la unión de los reinos Essex, East Anglia, Kent, Mercia, Northumbria, Sussex y Wessex era un lugar apacible lleno de montañas, lagos y bosques.
Fue gracias a la voluntad del Gran Rey Mime Pendragon vivían en armonía hacia más de un siglo durante el cual sus descendientes habían garantizado abundancia y bienestar a la población.
El actual Rey Uther Pendragon tenía la misión de continuar con esa paz. No obstante, el rey no tenía un heredero a quien legar el destino de Albion y conforme pasaban los años esto le preocupaba con mayor intensidad y estaba decidido a encontrar una esposa que le diera ese heredero.
Mientras tanto él y su consejo gobernaban el reino desde la gran ciudad capital de Camelot donde el palacio de los Pendragon se alzaba como una construcción imponente con cuatro grandes torres que marcaban los puntos cardinales, un salón del trono inmenso con una bóveda de cristal que permitía ver el cielo e iluminaba el lugar dando la sensación de estar al aire libre, más de cien habitaciones para la familia real, sus invitados y servidumbre, rodeando el palacio un muro de más de tres kilómetros de diámetro cargado de torres y almenas separaba los terrenos del rey donde artesanos y granjeros, se encargaban de abastecer de alimento y utensilios al palacio, donde herreros forjaban y reparaban las armaduras y armas del Rey y sus caballeros, mozos de cuadra cuidaban y entrenaban a los caballos que un día llevarían a los caballeros o algún miembro de la familia real.
A continuación, se encontraba la ciudadela, donde los nobles en grandes mansiones y con lujosos parques disfrutaban de la vida que sus antepasados habían logrado.
Finalmente, tras traspasar un muro hexagonal con cuatro entradas principales y una fosa de ocho metros se encontraba el pueblo bajo centro de trueques entre la gente del pueblo y los nobles de la ciudad separados de resto del mundo tan solo por el bosque de Hergen tan inmenso que ni desde la torre más alta de palacio se vía su final y es dentro de este lugar donde comienza nuestra historia.
En una agradable mañana del mes de mayo se encontraba un joven cazador vagando a la orilla del rio Ninian en busca de una presa que poder llevar a la mesa, su nombre era Uther un muchacho de veinte años alto y fornido con unos ojos avellana y pelo negro cortado al rape desde la muerte de su padre por culpa de una grave enfermedad se había ocupado de su hogar y cuidado de su madre y hermana hasta que esta última también falleció al dar a luz a su hijo prematuro
Despertó esa mañana y salió a cazar como siempre, aunque el no sabía que ese día su vida y la de todos a su alrededor estaba a punto de cambiar.
Luego de muchas horas deambulando por el bosque sin encontrar rastros de un pequeño ciervo o de una liebre, Uther decidió aventurarse por el rio y así capturar, quizás algún animal que se acercara a beber o en su defecto poder pescar algo, al llegar vio un joven ciervo disfrutando del preciado líquido, el cazador se posicionó con cuidado, saco de su carcaj una flecha larga decorada con plumas de faisán terminados en un perno dentado de piedra cubierto de cobre, lo coloco en la cuerda y poco a poco con sumo cuidado fue llevándola hasta sus labios, la posición era ideal el viento soplaba en su cara evitando así que su olor llegara a la noble bestia, calmo su respiración, apunto proyectando su espíritu en la flecha, como le había enseñado su padre, y justo en ese momento se escuchó un llanto que espanto al ciervo y desconcertó al joven.
Maldiciendo para sus adentros Uther saco la flecha, bajo su arco y se acercó al lugar de donde provenía el llanto, allí descubrió a una niña de no más de un año envuelta en piel de zorro con un brazalete en forma de Dragón, la levanto del suelo preguntándose qué estaría haciendo en ese lugar tan extraño y como alguien podía abandonar a una niña tan pequeña e indefensa.
La levanto y al tenerla entre sus brazos vio los más hermosos ojos que alguien pudiese tener, de un marrón claro como la tierra húmeda depositada en el lecho del rio y brillantes como si el roció de la mañana lo bañase resaltados con la luz del sol, al poco de haberla tomado en brazos la niña se calmó y unos minutos se quedó dormida, en ese momento el joven decidió llevarla a casa y mirándola le dijo
     - Descansa pequeña ya no sufras porque el buen tío Uther no dejara que nada te pase, duerme que el viento sea tu arrullo y tus sueños sean calmos como el rio, te llamaré Morgana y juro que siempre te cuidare-
Así fue como tomo Uther a Morgana en brazos y silbando, volvió a su casa en los límites de la esplendorosa Camelot.
En el camino a casa encontró un zorro el cual había atrapado a una liebre, el animal al verlo salió huyendo dejando atrás a su presa, Uther agradecido tomo el conejo y siguió su camino.
Llego a la casa cantando contento y con la pequeña aun durmiendo en sus brazos, se acercó para abrir la puerta y entro, su madre salió de la cocina para recibirlo y ver el resultado de la cacería, pero enmudeció de asombro al ver a Uther sonriendo al tiempo que le mostraba la bebe que llevaba en brazos le decía
-Madre, mientras me encontraba cazando he encontrado a esta pequeña abandonada llorando junto al rio y no pude hacer menos que traerla a casa, empezaba a hacer frio y temí que algún animal salvaje pusiese decidir que la quería como su cena-
-Has hecho bien hijo mío, no te quedes más tiempo ahí parado y llévala junto al fuego para que pueda calentarse, buscare un poco de leche de cabra para alimentarla, luego debemos averiguar en el pueblo si tiene familia y de no ser así lo mejor será quedárnosla-
-Dudo que tenga familia madre y ¿qué haremos si la encontramos? La han abandonado a orillas del rio sin más abrigo que esta piel de zorro-
-Es verdad, pero debemos pensar que diremos si preguntan, debemos elegirle un nombre y pensar de que forma la criaremos-
- La encontré junto al rio y se me ocurrió que podríamos llamarla Morgana, en cuanto al qué dirán diremos que es la hija de mi difunta hermana Igraine quien murió en el parto-
-Es un bello nombre y es una buena idea, ya que pocos saben que tanto Igraine como su hijo murieron en el parto y puesto que su padre falleció peleando en las fronteras, lo más lógico sería que viva con nosotros-
Y así la pequeña Morgana encontró una familia que la quiso y la crio para que creciera dotada de gran fuerza, belleza y bondad.
Poco tiempo pasó para que Uther y su madre supiesen que Morgana era una bebé distinta a cualquier otra, no solo era por el hecho de la facilidad a la hora de dormir y la tranquilidad que siempre demostraba, sino que a su alrededor todo parecía cobrar vida, era como si ella fuese parte de la naturaleza y esta lo fuera a su vez de ella.
La pequeña huerta de la familia que apenas daba un rabanito o una zanahoria se había convertido ahora en una inagotable fuente de alimentos, que no solo alcanzaban para que la familia se alimentara, sino que incluso sobraba para que Uther o su madre la llevaran a vender en el mercado de Camelot.
Uther aseguraba que era todo gracias a la niña ya que hasta el clima parecía estar en coordinación con el humor de esta.
Cierta vez cuando Morgana ya tenía cerca de cuatro años encontró un pequeño halcón al que habían herido en el camino, al cual dio el nombre de Kaia lo tomó y llevo a casa para cuidarlo y entrenarlo como ave de caza.
Kaia no tardo en recuperarse y aprendió con increíble rapidez a obedecer las órdenes de Morgana cosa que sorprendió tremendamente a Uther, quien acepto al halcón no solo como miembro de la familia sino también como compañero de casería.
Una tarde, mientras la madre de Uther salió a vender verduras al mercado, él, Morgana y Kaia salieron a cazar, mientras el halcón volaba otro cazador disparo una flecha a Kaia  hiriéndolo de gravedad, al ver a su querido amigo caer al suelo, Morgana se asustó mucho y comenzó a llorar e inmediatamente las nubes más negras jamás antes vistas cubrieron el cielo cruzadas por rayos y a lo lejos se comenzaron a oír los truenos.
Uther corrió con la pequeña en busca de un refugio y una vez se hubo asegurado que estaba a resguardo salió en busca de Kaia.
Lo encontró colina abajo en el momento justo que el otro cazador le retiraba la flecha que por suerte solo le había lastimado el ala.
-Disculpe buen hombre, pero ha habido un error- dijo Uther- creo que su flecha daño a nuestro halcón cazador y me gustaría que me lo devuelvan-
El otro cazador, era un hombre de unos treinta años con una piel curtida por el sol, brazos anchos y una prominente panza de barril, miraba a Uther con desconfianza y luego de oír sus palabras le dijo.
-El ave volaba y yo la alcance con mi flecha, si era de tu propiedad o no, no es asunto mío, ahora me pertenece, hace días no me alimento y esta extraña tormenta me dice que por varios días más no conseguiré salir a cazar-
-Si es mía esa ave y no tengo deseo alguno de que sea su alimento más no me gustaría que crea usted que le robo la comida de su mesa y de la de su familia, acepte por favor estas gordas perdices que atrapamos con el halcón y esta liebre a cambio de perdonarle la vida y poder llevarlo devuelta junto a su dueña-
- ¿En verdad vale tanto para usted esa ave?, no es muy grande y parece bastante más un ave salvaje que una domesticada-
-No es el valor que tenga para mí lo que me preocupa buen hombre sino el que tiene para la pequeña que lo crio y que en estos momentos sufre por el destino incierto de su amigo-
-Está bien, de todas formas, la carne de perdiz es más sabrosa que la de halcón-
Uther recupero a Kaia y volvió rápidamente con Morgana, quien continuaba triste en el refugio, al ver llegar a su tío con el animal la pequeña se calmó e inmediatamente y sin explicación alguna las nubes se abrieron revelando un hermoso sol.
-Cuidado pequeña, tiene herida un ala, debemos volver a casa para curarla-
-Si tío hagámoslo enseguida, pero permite que me encargue yo de llevarlo- le entrego Uther el ave a Morgana y paso entonces lo más increíble que pudiera haber imaginado, una lagrima (ahora producto de un llanto de felicidad) cayó sobre el ala herida de Kaia e inmediatamente la curo, el halcón remonto vuelo, giro alrededor de su dueña, y dando un fuerte grito voló hacia el sol para luego volver y posarse suavemente en su hombro.
Uther conto todo esto a su madre y entre ambos decidieron mantenerlo en secreto, aunque no sería cosa fácil como descubrirían en más de una ocasión.
A los Diez años Morgana ya era una niña de un increíble talento y por primera vez era consciente de que podía hacer cosas extraordinarias, Su canto atraía a los animales o hacia crecer más rápido las plantas, además sin saber cómo conseguía que cualquier herida se curase con gran facilidad.
Pero la mayor muestra de este poder fue un día en el que paseaba por el camino de regreso a casa al ser abordada por un bandido que intento raptarla, era un hombre robusto con una cicatriz en la cara producto de la zarpa de un oso que lo había dejado tuerto, usaba una camisa harapienta y sucia y al ver a la niña creyó tener una oportunidad única.
Se abalanzó sobre ella con un cuchillo en la mano y trato de tomarla del brazo, pero Morgana cayo hacia atrás producto de la sorpresa y comenzó a pedir ayuda, el bandido se acercó a ella y en el momento que la niña trato de apartarlo se quedó inmóvil un segundo, pero luego comenzó a forcejear porque se vio sujeto por las ramas de una enredadera del grueso de su brazo que comenzaron a enrollarse en su cuerpo atrapándolo cada vez más.
Morgana se puso de pie y salió corriendo en busca de ayuda, llego a casa y le conto a su tío lo sucedido, Uther junto con dos cazadores vecinos se dirigieron al lugar que había indicado la niña y encontraron al hombre desmayado en el camino. El ladrón fue entregado a las autoridades de la ciudad a quienes les confeso no solo el crimen que pensaba cometer sino muchos otros que había cometido ya y les conto una historia loca en la que de las manos de una niña salía un rayo de luz que obligo a las lianas a crecer y atraparlo, claro que nada de esto le creyeron porque al encontrarlo no había rastro alguno de las lianas, sin embargo Uther pregunto a Morgana si eso era verdad y la niña le conto como había levantado la mano para evitar que la lastimaran y el hombre se había inmovilizado.
-Mantengamos esto en secreto pequeña, porque quienes no te conocen podrían creer que hay algo malo en ti- y desde ese día se aseguraron que nunca volviera a estar sola para evitarle cualquier peligro.
Morgana continuo creciendo y demostrando sus grandes capacidades, una mañana vio a un grupo de niños nobles recibiendo instrucción por parte de un preceptor que en ese momento les enseñaba como combinar símbolos para formar palabras, al acercarse Morgana descubrió que entendía lo que decían las palabras es decir podía leer aunque nunca nadie le hubiese enseñado, comenzó entonces a buscar carteles e imitar las escrituras y sola se instruyó en el arte de la escritura y posteriormente al descubrir la biblioteca del pueblo comenzó a adiestrarse sobre cosas más complejas desde algebra, geografía, astronomía, y hasta en el estudio de la alquimia y la elaboración de medicinas complejas.
Uther vio como Morgana iba aprendiendo y fue a hablar con el más conocido profesor de la alta sociedad para pedirle que la tome como pupila y al negarse este a creer en lo que él le decía de los conocimientos de una niña de tan solo once años dijo Uther
-Si no cree en mis palabras véala por favor y si sus conocimientos le parecen satisfactorios tómela de pupila, más si no la cree capaz de aprender, me comprometo a darle una compensación por las molestias ocasionadas-
El profesor acepto y fue al día siguiente a ver a Morgana, se presentó en la casa de Uther vestido con una chaqueta plisada color arena y varios artilugios de estudios como un ábaco, una brújula, material de escritura, e incluso algunas serpientes, plantas e insectos venenosos
Comenzó con las preguntas referidas al idioma y asombrado descubrió que ella podía traducir varias lenguas, siguió con el ábaco y ecuaciones sencillas de resolver, tomo la brújula y papel de escritura para que ella comenzara a trazarle mapas y concluyo el trabajo con una serie de recetas para preparar medicinas muy complejas.
Los resultados de todos esos exámenes fueron increíbles y convencieron al profesor de enseñarle a la pequeña Morgana todos los conocimientos de los que era capaz.
Al día siguiente Morgana se reunió con los niños del pueblo que estudiaban y así comenzó una instrucción controlada
El tiempo paso y rápidamente Morgana se ganó el cariño y la admiración de sus compañeros y en el pueblo se comenzó a comentar de sus grandes dones y que posiblemente llegaría a ser alguien muy poderosa y de gran importancia porque todo el mundo sabe que el conocimiento es poder.
Más allá de esta vida madura y de gran aprendizaje Morgana creció llena de sueños acerca de las historias de los magos y hechiceras que escuchaba antes de dormir cada noche contadas por su abuela, crecía pensando que quizás si se instruía lo suficiente podría encontrar un día alguien que le enseñara a controlar la magia de la naturaleza y todos los misterios que tanto la atraían.
Porque conforme el tiempo iba pasando ella era más consciente de sus poderes y deseaba poder dominarlos para así ayudar a quien lo necesitara y vivir grandes aventuras

Protectores de la MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora