La dama Dragon

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Pasaron los años y la pequeña Morgana fue creciendo rodeada del amor de Uther y su madre como un miembro más de la familia, decidió no hacer muestra de su magia salvo en la intimidad de la familia para no llamar mucho la atención, pero todo iba a cambiar.
Cierto día cuando Morgana, salió al bosque en busca de bayas para fabricar unas medicinas especiales que su abuela vendía en el mercado del pueblo, a sus casi dieciséis años ya era una mujer de una increíble belleza, iba con un suave vestido de algodón, una cinta sujeta a su larga cabellera negra y en su muñeca izquierda el brazalete en forma de dragón con el que la habían encontrado y a pesar de las insistencias de Uther de que debía llevar sandalias iba descalza porque decía que de esa forma sentía con más intensidad la suavidad de la tierra.
Iba tarareando una vieja canción que su abuela le cantaba de niña antes de dormir cuando le pareció oír una voz suave llamándola. Se detuvo a un lado del camino para escuchar con cuidado retiro el pelo que cubría sus oídos y aguardo hasta que, nuevamente escucho esa voz que a lo lejos parecía decir su nombre
-Morgaanaa!!- susurraba la voz
- ¿Es a mí a quien llamas? - pregunto desconcertada
-Ven Morgana, estoy en la cueva junto al rio-
- ¿Quién eres? ¿Cómo sabré que puedo confiar en ti?
-Ven Morgana te he estado esperando, puedes confiar en mí, soy alguien que te conoce y esperaba tu encuentro hace muchos años-
- ¿eres acaso amiga de mi tío o mi abuela? ¿Por qué no puedo verte? -
-No, aun no conozco a tu tío y tu abuela, pero te conozco a ti desde el día que naciste y estuve esperando nuestro encuentro
- ¿cómo puedes conocerme desde que nací?  - pensó, hacia algunos días había descubierto la historia de cómo se unió a la familia de Uther y a pesar que había dicho no darle importancia, ya que ellos eran y siempre serian su familia, en el fondo de su corazón pensaba:” ¿Quién soy?, ¿Y porque me abandonaron?”. Esas eran las preguntas que cruzaron en la mente de Morgana quien creyó que esa persona que la llamaba podría responder a sus preguntas.
Su deseo de conocer si esa misteriosa voz conocía la verdad fue más fuerte que el pensamiento de prudencia ante el llamado de un extraño, tomo pues con fuerza su canasta y se dirigió con paso firme hacia el rio.
Se encamino por una larga avenida en medio de un bosque de pinos, robles, y sauces, por el camino no olvido su tarea y fue recolectado hojas de pulmonaria, raíz de mandrágora, y ajenjo, luego de llegar a un recodo tomo una pendiente que se dirigía al rio, al llegar comenzó a buscar con su mirada la cueva a la que se refería la voz, pero no lograba verla
-Tonta de mí, el impacto de la noticia hizo que escuchara voces- y justo cuando estaba por dar la vuelta la volvió a oír
-No te vayas Morgana estoy aquí en la cueva-
- ¿Cual cueva? Yo solo veo árboles, agua y piedras-
-Mira con atención, concéntrate, enfoca tus sentidos, pero no solo la vista usa tus oídos y sigue el eco de mi voz, usa tu olfato y siente el aroma de la piedra y el musgo, usa tu piel y sigue las líneas de la tierra, usa tu corazón y veras mi cueva. -
Así lo hizo Morgana y fue como si todo tomara otro sentido, el viento susurraba en sus oídos y traía la música de las aves que cantaban a lo lejos, oía el chapoteo del pez al saltar en el agua y del martín pescador al arrojarse para capturar su presa, aspiro con suavidad y le llego un aroma a té de jazmín y al caminar sintió bajo sus pies la suavidad de las rocas y el cambio del paisaje, abrió los ojos y ahí estaba, era una gran cueva que relucía con un brillo violáceo, se acercó y en su interior había una hoguera donde una hermosa mujer de cabello largo renegrido, piel clara, labios rojos como el fuego preparaba él té.
La muchacha se acercó y ella sonrió, el parecido con la misma Morgana era tan grande que esta creyó estar viendo a su madre ya que evidentemente era mucho mayor que ella.
- ¿Madre? - pregunto tímidamente acercándose y entonces noto que sus ojos brillaban del mismo color violeta que las paredes de la cueva y que…… su vestido, todo parecía estar a juego con sus ojos.
-No pequeña, no soy tu madre, pero soy tan cercana a ti como para conocer cada aspecto de tu vida, mi nombre es Amethystus y soy tu protectora-
- ¿Mi protectora dices? ¿De qué debes protegerme? Y ¿Dónde estuviste todo este tiempo?
-Estuve buscándote, aunque sabía que estabas bien protegida por Uther y su madre, pero en estos momentos se acerca una desgracia como nunca hubo otra y tú debes prepararte para enfrentarla-
- ¿Qué tipo de desgracia? No comprendo, ¿Y dices que debo prepararme para enfrentarla? ¿Cómo voy a enfrentarme a algo que desconozco?
-Te enfrentaras con las mismas herramientas con las que tu enemigo atacara, usando los dones que están en ti desde tu nacimiento, aprendiendo a usar la Magia de los Protectores-
-Magia…. De los protectores…. – estas palabras sonaron como un eco distante en su mente recordando viejas historias contadas por su abuela en las que los héroes y heroínas usaban magia enseñada por doce especies de criaturas mágicas que adoptaban a veces forma humana, forma animal o una en medio de ambas, la abuela siempre contaba que estos protectores tomaban formas de serpientes, caballos, liebres, perros, gallos, tigres, búfalos, monos, ratas, cerdos, cabras y en muy pocas ocasiones se hablaba de dragones.- Esos son solo cuentos y fabulas para niños-
-Pues te tengo una noticia mi pequeña Morgana, tú eres parte de esos cuentos y fuiste elegida para ser una de las Protectoras de la Magia y yo soy tu espíritu guardián- en su mirada Morgana descubrió un brillo cargado de poder, de vida y de decisión. Pero también noto que no eran ojos humanos porque en lugar de un círculo su pupila era una línea que atravesaba el iris.
El miedo la invadió por unos instantes, pero duro poco porque en su corazón había nacido una certeza, ella decía la verdad
-Dime si eres un espíritu protector significa que ¿esa no es tu apariencia verdad? -
-Claro esta es la forma en la que tú te verás dentro de unos años, no podía mostrarme con mi forma real por si te asustabas-
-Bien, pues no me asusta el hecho de saber que puedes adoptar mi apariencia futura así que creo que no me asustare si veo tu forma real- a pesar de estas palabras el corazón de la joven latía intensamente dividido entre el temor y la emoción a lo desconocido- por favor, enséñame
Una dulce sonrisa se formó en los labios de la mujer, se puso de pie y de repente con un solo movimiento de su mano la cueva desapareció y se encontraron en medio de un claro del bosque.
-Bien ahora te enseñare mi verdadera forma, apártate un poco para que no te golpee por accidente al crecer- así lo hizo Morgana y de repente una niebla comenzó a cubrir a Amethystus desde los pies hasta cubrirla por completo, luego pareció solidificarse y fue creciendo de tamaño hasta tener más de nueve metros, al llegar a este punto comenzó a quebrarse como si fuera un huevo y al caer el cascaron se disolvía en una niebla. Morgana estaba sorprendida sin poder moverse cuando de repente una pata escamosa salió del huevo seguida por otra, y de una gran lluvia de niebla que al disiparse dejo a la vista a un inmenso Dragón.
Era de una belleza casi terrorífica, causo en Morgana temor y admiración por igual, tenía cuatro patas enormes terminadas en garras, una cola larga y poderosa con unas púas de hueso negros que subían por toda la espalda y el largo cuello hasta llegar a la cabeza, su cabeza era de un gran tamaño con unos ojos de un lila intenso, mandíbulas llenas de dientes del tamaño de la misma Morgana y unos hermosos cuernos curvos, su piel estaba cubierta de escamas que cambiaban con todos los tonos de la amatista y sobre su lomo plegadas había dos enormes alas con membranas casi transparentes pero de evidente fuerza. Morgana retrocedió y a punto estuvo de gritar de miedo cuando escucho hablar a Amethystus.
-Ya ves Morgana no soy como la mayoría de los protectores que pueden mostrar su verdadera forma a plena vista, la mayor parte del tiempo mi especie prefiere mantenerse en forma humana hasta que es necesaria nuestra intervención-
- ¿Significa que no eres la única? ¿Hay dragones caminando por ahí mezclados entre la gente?
-Sí y no, a la mayoría nos gusta más estar en nuestra forma animal por eso vivimos en la ciudad ancestral de Avalon, es una fortaleza mágica protegida en las montañas y solo los elegidos pueden entrar en ella, tomamos nuestra forma humana cuando el humano al que estamos destinados nos es revelado entonces nos transformamos por primera vez y salimos al mundo a buscar a nuestro compañero, aunque no sabemos exactamente donde se encuentra ni cuando lo encontraremos-
-Y ¿hace cuánto saliste a buscarme?
-Más de quince años, el momento en que nos es revelado a quien debemos proteger es el momento en el que él o ella nace-
-Y ¿cuánto tiempo puede pasar para que encuentren a su protegido?
- Eso depende realmente del poder con el que nazcan, algunas veces los encuentran rápido pero no poseen habilidad alguna y el protector simplemente se vuelve su sombra para mantenerlo protegido de las influencias malignas, otras veces cuando el protegido nace con la habilidad de controlar las energías mágicas se crea un velo y comienza una carrera por así decirlo entre el bien y el mal-
-El bien y el mal… ¿Cómo que una carrera entre el bien y el mal? No comprendo
-En este mundo existen dos grandes fuerzas, el Bien que es encarnado en nosotros los Protectores y el mal que está bajo el dominio de los tormentos, cuando nace un mago o una hechicera ambos bandos pueden reclamarlo para su “causa”-
- ¿Y qué pasa cuando un Protector llega antes que el Tormento al elegido?
-El Tormento tratara de tentar al elegido y eliminar al protector para así poder apoderarse de el antes de que el vínculo entre ambos sea lo bastante fuerte para que el elegido pueda usar y controlar la magia, llegados a este punto entre el elegido y el protector podrán mantener a raya al tormento-
- ¿Y si el caso fuera el contrario, si el tormento reclama al elegido el protector también tratara de eliminarlo?
Una sombra de tristeza cubrió los ojos de Amethystus y por unos instantes no dijo nada, luego respiro profundamente y contesto.
-Hasta ahora siempre que un tormento se apodero de un elegido fue porque antes de hallarlo a él o ella se encontró con el protector y…… lo mato-
- ¿Cómo, acaso se conocen de antes? ¿Cómo sabe un tormento que ese protector es el que busca a su mismo elegido?
-Por qué los tormentos son, nuestras contrapartes, ellos tienen la misma apariencia que nosotros salvo por el color de nuestras escamas, las nuestras poseen los tonos cálidos de la naturaleza mientras los de ellos son los tonos fríos-
-Esto es increíble, ¿Qué debo hacer ahora?
-Simplemente debes decirme si aceptas mi protección y mezclando una gota de tu sangre con una de la mía quedaremos unidas por siempre-
-Dime una cosa, dijiste que cuando un humano no posee gran poder simplemente un protector se une a su sombra, pero tú has venido a hablar conmigo y a pedirme que acepte tu protección ¿Por qué? -
-Porque eres de las elegidas para aprender a controlar la magia, y no solo serás una hechicera sino una de las más poderosas que han de existir jamás-
- ¿Cómo estas tan segura de eso? ¿Qué clase de magia controlas y cual controlare?
- ¿Acaso conoces algo acerca de la magia?
-Solo por historias que me contaban de pequeña, sé que algunos magos controlaban la magia del fuego, otros las del agua, otros las plantas y así-
- ¿Has escuchado alguna vez de un especialista? -
-No, nunca había escuchado esa palabra-
-Bueno déjame contarte, hay seis grandes tipos de magia son, tierra, agua, aire, fuego, luz y oscuridad, cada una de estas magias rige sobre varios aspectos de la naturaleza y todo lo que nos rodea. Un especialista es aquel mago que tiene la capacidad de controlar los seis tipos de magia y sus diversas ramas, pero un mago solo puede dominar cada elemento solo si su protector posee esa habilidad-
- ¿Tú eres una especialista Amethystus?
-Así es Morgana, yo soy una especialista y por eso mismo tú serás poseedora de un gran poder y una mayor responsabilidad porque nuestra principal tarea es la de luchar contra los tormentos y proteger a la humanidad, ahora dime. ¿Aceptas mi protección? - Morgana lo pensó por unos segundos sin poder creer que ella sería una hechicera o que en esos momentos estuviese hablando con una dragona, pero finalmente calmando sus nervios dijo
-Acepto, quizás así conozca algo más acerca de mi pasado-
-Bien entonces procedamos- una fuerte luz ilumino el claro obligando a Morgana a cerrar los ojos para evitar algún daño y al abrirlos se encontró nuevamente a la orilla del rio junto a Amethystus en su forma humana- Dame tu mano Morgana- dijo extendiendo la suya y cuando la joven se la entregó la mujer le hizo un corte con una uña de increíble filo, a continuación, hizo lo mismos en su mano y la junto con la de Morgana- repite mis palabras- dijo
-Et calig a man calig tek lud diretsant cau pagne actira kaatsu, et kaatsuri cun man a eud metrui cun tei (Tu sangre y mi sangre son las cadenas que unen nuestras vidas, tu vivirás por mí y yo morire por ti)-
- Et calig a man calig tek lud diretsant cau pagne actira kaatsu, et kaatsuri cun man a eud metrui cun tei- brillo a su alrededor un prisma de colores que las envolvió y unió sus espíritus para siempre-
-Ahora Morgana debes volver a casa y contar a tu familia que tu destino te alcanzo al fin y debes partir en un viaje que te enseñara a ser tu misma-
- ¿Qué harás tu Amethystus?
- Estaré a tu lado, pero solo si es tu deseo ellos me verán u oirán-
-Lo es, ellos son mi familia, crecí y sobreviví gracias a su amor y tú eres yo por lo que ellos también son tu familia.
-Bien se hará como tú lo deseas mí querida Morgana, vayamos pues a ver a Uther y a su madre, estoy intrigada por saber qué clase de protectores tienen-
- ¿Ellos? No había pensado en ello, claro tu dijiste que todos los humanos poseen protectores verdad-
-Así es y estoy segura que fue su influencia lo que llevo a Uther a cuidar de ti-
Se dirigieron entonces a la casa de Uther recolectando en el camino las plantas que necesitaban y otras que Amethystus le recomendaba.
Llegaron a la pequeña casa de la familia y Amethystus se sorprendió al ver la huerta y las flores del jardín y dijo a Morgana
- ¿No dijiste desconocer tus habilidades mágicas hasta hoy?
-Solo conozco algunos eh de confesar, sé que puedo curar o acelerar la curación de las heridas y una vez me defendí de un atacante atrapándolo con unas lianas-
-Pero no es lo único que haces, la abundancia en estos cultivos, el crecimiento de estas hermosas plantas es gracias al poder de tu magia- se quedó admirando las plantas unos minutos y continúo diciendo- eres más poderosa de lo que creía y esta es la prueba ya que sin conocerlo diste prosperidad y abundancia a esta casa, creare un hechizo para que al irte no se pierda tu bendición, ve a la casa y habla con tu familia yo terminare en unos minutos y te seguiré-
-Está bien no tardes por favor-
Entro Morgana a la casa y encontró a Uther preparando su equipo de casería a punto de salir, al verla tiro todo y la abrazo con fuerza diciéndole.
-Mi niña pequeña, ¿cómo estás? ¿Dónde te habías metido? Estábamos preocupados hace casi diez horas saliste en busca de las plantas medicinales
-Estoy bien querido tío, perdón por preocuparlos, pero hay mucho que debo contarles y……- Se quedó muda porque por primera vez veía al guardián de su tío, era un joven muy parecido a él salvo por las piernas que era como de gallo y los brazos, cubiertos de plumas arriba de los músculos- He hola, es la primera vez que te veo, ¿Cuál es tu nombre? -
- ¿A quién le estas preguntando mi niña? - dijo Uther confundido y el protector aún más sorprendido dijo
-Me llamo Kaktori, ¿acaso la ha encontrado al fin su protectora niña Morgana? -
-Un gusto conocerlo señor Kaktori, si al fin me ha encontrado, en este momento se encuentra fuera de la casa, pero entrara en un instante- y mirando a su tío que estaba confundido le sonrió y le dijo- disculpa tío querido es parte de lo que quería contarles a ti y a la abuela cuando llegue Amethystus – en ese momento entraba ella y Morgana dijo- Bien al fin, vamos a la sala para que podamos contarles todo a la familia Amethystus-
-Bien hagámoslo, Disculpen mis modales señores, mi nombre es Amethystus y soy la protectora de Morgana-
-Un gusto lady Amethystus soy Uther-
-Mi nombre es Kaktori mi señora es un placer conocerla-
Se dirigieron todos a la sala donde encontraron a la madre de Uther sentada y a su lado Morgana vio a una anciana con unos cuernos largos sobre la cabeza y patas de cabras por debajo de la cintura.
-Hola Abuela ella es Amethystus mi protectora, Amethystus ella es mi abuela Igrit- Igrit era una mujer menuda con el pelo largo y cano, las arrugas cubrían su piel curtida por el sol y sus manos largas y de dedos finos daban prueba de su trabajo como costurara y agricultora- y es un gusto poder verla señora, ¿cuál es su nombre? - dijo viendo a la anciana con rasgos de cabra y confundiendo a su abuela como había confundido a su tío.
-Me llamo Galot pequeña, me alegra poder verlas a ambas-
-Bien no se diga más, tío por favor siéntate…-dijo Morgana- No ahí no, te sentaras sobre la señora Galot-
-Gracias niña- dijo Galot.
- ¿Sobre quién? - pregunto Uther-
-Por favor, antes cuéntale tu historia niña Morgana para que entiendan mejor lo que verán- dijo Kaktori y Galot asintió.
Morgana acepto y comenzó a contarles a su tío y su abuela lo que había pasado desde el momento en que escucho la vos de Amethystus, su encuentro y las revelaciones de esta, Amethystus asentía y hacia observaciones cuando era necesario y cuando llegaron a la parte de su verdadera forma fue que su tío pidió tiempo y dijo
-Momento, ¿te has golpeado la cabeza pequeña? –
-No señor Uther esto que le contamos es verdad, vean- Morgana se asustó porque pensó que Amethystus adoptaría su forma dragón completa en medio de la sala, pero ella se limitó a dejar salir unos hermosos cuernos de su cabeza y dos preciosas alas de su espalda- no se asusten- dijo al ver la cara de la familia- esto es solo parte de mi transformación, esas historias de magia que ustedes oyeron y le contaron a Morgana son reales y tanto ella como yo somos parte de ese mundo oculto y llegados a este punto quisiera que ustedes conozcan a sus propios protectores, Galot, Kaktori por favor muéstrense- ellos lo hicieron en una pequeña nube de humo y dijeron
-Hola Igrit es un gusto poder hablar contigo, mi nombre es Galot-
-Y yo soy Kaktori, y soy tu protector Uther-
Ambos se quedaron helados al ver todas estas muestras de magia, pero algo en sus corazones les indico que podían confiar en las tres criaturas que les presentaba Morgana.
La charla continuo entre los seis, Morgana y Amethystus concluyeron con la historia de su encuentro y contaron a Igrit y Uther su plan de viajar a la Avalon para que Morgana aprendiera a controlar y usar sus dones.
Al escuchar esto la familia quedo en silencio hasta que Uther dijo
-Siempre supe, quizás por influencia de Kaktori que estabas destinada a grandes cosas pequeña, tienen mi bendición y sé que también la de madre para poder hacer tu viaje-
Se dedicaron luego a hablar de temas más triviales y los tres protectores dieron pequeñas demostraciones de magia para entretener a todos, al llegar la noche cenaron un buen estofado y se retiraron para descansar, Kaktori y Galot desaparecieron de la vista y Amethystus fue junto a Morgana para descansar en su alcoba y preparar su bolso de viaje ya que partirían con la salida del sol.
Al día siguiente todos se levantaron temprano y desayunaron juntos, luego Amethystus y Morgana tomaron su bolso de viaje y tras de muchos llantos, promesas de volverse a ver y deseos de buena suerte emprendieron su viaje hacia lo desconocido, cuando se alejaban Uther dijo a Morgana.
-Pequeña lleva contigo a Kaia para que sea tu compañero y así tendrás un poco de nuestro hogar a tu lado-
-Kaia ven- dijo Morgana y el halcón se elevó hacia el cielo y las siguió
Y así finalmente dio comienzo el viaje de la joven Morgana para descubrir su destino, y es también el comienzo de una de las más grandes historias que nunca se contaron.

Protectores de la MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora